Sociedad: ¿Qué estudian las mujeres en España?
A continuación transcribo un interesante artículo periodístico para compartirlo con vosotros publicado en El Periódico de Cataluña el 27 de mayo de 2018.
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Sin embargo, se produce un sesgo en el tipo de estudios que emprenden las mujeres. Sigue habiendo menos mujeres que varones entre el alumnado de ciclos formativos de grado superior. Tan solo el 11,8% de las mujeres de entre 30 y 34 años tienen esos estudios, frente al 13,4% de los varones. En cambio, la proporción de mujeres entre los universitarios no ha cesado de crecer. Hoy, casi el 36% de las mujeres de esa franja de edad ha completado estudios universitarios, frente a poco más del 21% de los varones.
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LA FEMINIZACIÓN DE LA
EDUCACIÓN
¿Qué
estudian las mujeres?
El porcentaje de féminas con estudios superiores
es ya del 47%, muy superior al 32% de los hombres
Ellas muestran más interés por formarse, porque el
mercado laboral las trata peor que a los varones
Vera Sacristán
Barcelona - Domingo, 27/05/2018 . El
Periódico de Cataluña
En las últimas décadas, el acceso de la
población a los estudios terciarios, esto es, a la universidad y a los
ciclos formativos de grado superior, ha crecido de forma notable en España.
Mientras en 1987, el 16% de la población española de entre 30 y 34 años de edad
había finalizado estudios terciarios, en el 2017, el porcentaje superaba el
41%. Pero si hace 30 años, la tasa de titulación terciaria de los varones
(18%) era superior a la de las mujeres (15%), hoy la de las mujeres (47%)
supera ampliamente a la de los varones (32%). En resumen, ellas
estudian bastante más. Esta evolución ha tenido lugar, en mayor o menor
medida, en todos los países europeos y sitúa a España en niveles semejantes a
la media europea, aunque ligeramente inferior en varones y algo superior en
mujeres.
Sin embargo, se produce un sesgo en el tipo de estudios que emprenden las mujeres. Sigue habiendo menos mujeres que varones entre el alumnado de ciclos formativos de grado superior. Tan solo el 11,8% de las mujeres de entre 30 y 34 años tienen esos estudios, frente al 13,4% de los varones. En cambio, la proporción de mujeres entre los universitarios no ha cesado de crecer. Hoy, casi el 36% de las mujeres de esa franja de edad ha completado estudios universitarios, frente a poco más del 21% de los varones.
La diferencia es muy significativa, e indica un
claro interés de las mujeres por formarse, superior al de los varones. Y por
hacerlo en el contexto de unos estudios menos directamente orientados al
ejercicio inmediato de un empleo. Quizás sea esta una reacción frente a un
mercado laboral que trata a las mujeres peor que a los varones, tanto en
las franjas más bajas de la escala laboral como en las más altas.
Por otro lado, entre la población con estudios
terciarios -sean estos universitarios o de formación profesional-, las
diferencias entre los ámbitos de estudio de mujeres y varones son muy notables.
En ciclos formativos, las mujeres constituyen el 95% del total de estudiantes
en Imagen Personal, y más del 85% en Textil, Confección y Piel y en Servicios
Socioculturales y a la Comunidad, mientras que no alcanzan el 5% en Transporte
y Mantenimiento de Vehículos, y en Instalación y Mantenimiento, por citar solo
algunos casos extremos.
Pocas ingenieras y arquitectas
En lo relativo a los estudios universitarios,
destacan dos hechos. El más evidente y conocido es la gran proporción de
mujeres que realizan estudios de Ciencias de la Salud y, aunque en menor
medida, de Artes y Humanidades y de Ciencias Sociales y Jurídicas.
Solo en Ciencias se da un cierto equilibrio entre mujeres y varones, mientras
que en Ingeniería y Arquitectura el porcentaje de mujeres estudiantes
es muy bajo, incluso inferior al de varones en Ciencias de la Salud, que ya
es decir. Al analizar las titulaciones universitarias en detalle, estas diferencias
se magnifican.
Las mujeres representan más del 90% en
Educación Infantil y en Logopedia, mientras que no superan el 15% en Ingeniería
Mecánica y en Ingeniería Eléctrica
El segundo hecho que llama la atención es que las
mujeres parecen sentir la necesidad de alcanzar niveles universitarios
más avanzados (doctorado) cuanto más masculinizado es su ámbito de
estudio. Esto es particularmente destacable en Ingeniería y Arquitectura, donde
el porcentaje de tesis doctorales obtenidas por mujeres es muy superior al
porcentaje de mujeres estudiantes de grado y de máster. Se vuelve a constatar,
pues, que las mujeres tienden a obtener un nivel de estudios más alto cuanto
más sesgado y difícil perciben su entorno.
Mejores notas que los chicos
Este sesgo femenino en cuanto al nivel de
exigencia está presente también en otros aspectos de sus estudios. Por ejemplo,
el curso pasado más del 58% de las mujeres accedió a la universidad con
una nota entre 8 y 14, frente a menos del 50% de los varones. En cambio,
menos del 10% de las mujeres accedió con una nota inferior a 6, frente a casi
el 14% de los varones. Asimismo, se sabe que el origen social de las
estudiantes universitarias es algo inferior al de sus compañeros varones. Ello
podría indicar que las mujeres de clases más desfavorecidas deben
demostrar más su valía para alcanzar estudios universitarios.
Así las cosas, actualmente las
mujeres realizan un mayor esfuerzo por estudiar, en un contexto social
desfavorable. En unos años, cuando las jóvenes de hoy alcancen su madurez
profesional, quizás veamos revertirse el orden de las cosas.
La autora de este artículo forma
parte de la Red de Científicas Comunicadoras.
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