Relatos, divagaciones y pensamientos
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Relatos breves
Amor/desamor
La amó tanto. Con ella tuvo la fortuna de tocar la felicidad pero
también el desvarío. Tras muchos años de separación hoy la vio y se preguntó,
¿cómo entonces pudo ocurrir aquello? y ¿cómo ahora siento lo que siento?. Es decir,
nada…
Quizás solo biología y paso del tiempo.
Carlos Bustamante
Derrota
En un cruce de caminos en el tiempo nos rozamos.
Era ella inteligencia, fuerza, lucha, ambición, determinación. Pensé entonces que se comería el mundo. Al parecer así fue pero yo no lo supe. Ambos
seguimos por senderos diferentes. La conocí con veinticinco años y la busqué
otra vez a los sesenta solo por curiosidad de saber cómo le había ido en la
vida.
Me horroricé al saber que ya estaba muerta y que había fallecido
por un alzheimer voraz.
Ya han pasado meses y aún no termino de aceptar que ese temido
enemigo haya podido derrotar a tanta
inteligencia y vitalidad. Se llamaba Sonia.
Carlos Bustamante
Goya en mis
pesadillas
Aunque es muy
difícil saber cómo y porqué se producen los sueños, en algunos casos, como es
el que os voy a contar, si tienen una fácil explicación.
Algunos dicen que
las preocupaciones del día afloran retocadas durante la noche y creo que es lo
que a mí me ocurrió hace unas semanas.
Me había acostado
muy preocupado por lo que pasa en nuestro entorno cercano y en el mundo en
general. Aquella noche había visto las noticias en televisión y también había
hojeado el periódico. Finalmente me quedé dormido y unas horas después estaba
transportado a una realidad onírica.

Al acercarme a
una de las salas se encendieron de pronto las luces en el interior de la misma.
Entré con cautela
sin dejar de leer antes el cartel que había a la entrada “Goya en el siglo XXI”
Me adentré en una
sala inmensa. En una de las paredes estaban Los Caprichos y en la del frente
Los Desastres de la Guerra.
Lo sorprendente y
por lo que en el mismo sueño tuve la sensación de vivir una pesadilla, ocurrió
al ver los cambios que se producían en los rostros de las figuras de la obra
del aragonés. Las caras horrorosas, viles, desagradables y bastas de sus
grabados habían sido sustituidas y con un color muy realista por los rostros de
políticos actuales. Todos ellos simbolizaban en
los grabados la sin razón, la ignorancia, el fanatismo, la arrogancia, el
desprecio al conocimiento y al entendimiento humano.
Estas imágenes
clásicas del maestro Goya, ahora transfiguradas, salían de los cuadros como
hologramas de color y me perseguían. Traté de huir en mi silla de ruedas pero
esta volcó y tras un estruendo intenso
me desperté y ya no pude volverme a dormir.

Todo parecía
volver a lo habitual de la realidad cotidiana pero fue en ese instante cuando
oí la noticia del museo del Prado y quedé estupefacto. Habían decidido retirar
Los Caprichos y Los Desastres de la Guerra de Goya ya que habían sufrido un
inexplicable y repentino deterioro en los rostros de las figuras representadas.
Unas horas
después tuve un accidente doméstico por lo que me instalaron en una silla de
ruedas durante un tiempo.
Decidí no contar
a nadie mi sueño por eso lo vuelco en mi diario personal y espero que nadie lo
lea. Me parece que tendré que olvidarme unos días de la realidad para volver a
dormir más tranquilo.
Carlos Bustamante
Es un periodo de tiempo en que las personas pasan a un estado de
reserva hipo activa y poco relevante respecto a lo que hasta ese momento eran
sus actividades dominantes. El paso a esa situación suele ser abrupto pero una
vez allí se instala un periodo transitorio con decrecimiento paulatino de la
actividad previa hasta llegar en un tiempo variable a formar el pasado.
En el post presente se tiene relación y mínima o nula influencia en
los que están viviendo el presente.
Los del presente son dueños de su tiempo. Es su tiempo. Deben ellos decidir y
tomar decisiones y cargar con las responsabilidades.
A los del post presente, a pesar de que les duele, suelen tomar
conciencia paulatina de su nueva situación y se preparan o no para entrar en el
pasado.
El post presente podría estar representado en un pintura de óleo.
En las veladuras donde se superponen los tonos dominantes con los más tenues
pero que aún están allí y forman parte del colorido. Quizás algo parecido a lo
que vemos en esta imagen.

Decepción, vocablo con
sentimiento
En ocasiones, para expresar con precisión los
sentimientos que nos embargan podemos recurrir a palabras ya conocidas que en
sí mismas manifiestan lo que llevamos dentro.
A veces hacen referencias a grandes problemas pero
también sirven para que podamos expresar los más pequeños, que son
las heridas del día a día de la vida.
Un ejemplo de estos vocablos es decepción.
Decepción proviene del latín deceptio y significa pesar o dolor causado por un
desengaño. Desengaño es el conocimiento de la verdad con que se sale del engaño
o error en que se estaba. Engaño es falta de verdad.
En fin, todos esos sentimientos que reflejan las
definiciones de estas palabras son en ocasiones los que habitualmente sentimos
cuando personas que considerábamos como amigos, nos defraudan. Este pensamiento
nos lleva a la palabra amistad que está definida como
afecto personal puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y
se fortalece con el trato.
La decepción deviene de constatar que no había
afecto compartido, que la relación no era desinteresada y que con el paso del
tiempo en lugar de fortalecerse se diluye hasta su desaparición.
Este concepto de decepción me hizo evidente algo que por los
años vividos ya lo sabía. En las relaciones interpersonales no hay simetrías ni
del nivel de afectos ni de la confianza que hay entre dos individuos.
Pero afortunadamente no siempre es así. También
existen personas que no nos decepcionan ni nos defraudan si no todo lo
contrario. Nos dan lecciones de virtudes, de valores que nos llenan
de esperanzas y que nos renuevan la ilusión de compartir la existencia en esta
pequeña fracción de tiempo que vivimos en este universo.
Los seres humanos somos animales sociales y la
decepción es parte del aprendizaje que realizamos en los contactos
interpersonales hasta el día que desaparecemos.
La perfección no existe y
menos aún en las relaciones humanas pero debe ser un objetivo intentar que
nuestro comportamiento no decepcione a los que depositan en nosotros sus
esperanzas y expectativas. Los buenos valores hacen mejor la vida.
J.P
No deberíamos sentir
dolor al perder a quién no se siente afortunado de tenernos.
Aunque no siempre es
así...
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