Miradas, sensaciones, dudas... (IV)



Insultos
La acción de insultar es el acto por el cual una persona ofende a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones.
Los políticos, entre otros, emplean con frecuencia ese accionar para agredir a los que no piensan como ellos. Desde mi punto de vista refleja en política, a veces odio, rechazo o simplemente carencia de argumentos sólidos y suelen ser actitudes movidas por las emociones, por la bajeza humana o por sentimientos de superioridad encubiertos por xenofobia o victimismos prefabricados. La realidad es amplia para enunciar una lista de motivaciones de los insultos pero ahora no entraré en ella.

Días pasados me sorprendió como una política, Núria de Gispert (ya  reprobada en la cámara por actitudes insultantes) y que fuera presidenta del parlamento catalán, por tanto representante de “todos” los ciudadanos y no solo de los separatistas, insultaba a los que no compartían sus objetivos políticos.


En un tuit escribió:
Cataluña aumenta las exportaciones porcinas. Ha enviado a Girauta y a Arrimadas (Ciudadanos) a Toledo y Madrid y a Millo y a Dolores Montserrat (Partido Popular) a Andalucía y a la Unión Europea.


Precisamente en los mismos días en que ejecutaba una vez más estas conductas reprobables en las redes sociales llamando cerdos a sus adversarios políticos, era distinguida por el gobierno de la Generalitat con el premio Cruz de Sant Jordi.

La Creu de Sant Jordi o Cruz de Sant Jordi es una distinción anual que otorga la Generalidad de Cataluña a aquellas personas y entidades sociales que «por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Cataluña en la defensa de su identidad especialmente en el plano cívico y cultural».Es una de las máximas distinciones que otorga la Generalidad de Cataluña. Se basa en la cruz de San Jorge, el patrón de Cataluña.

Pero no nos debe sorprender demasiado ya que el propio presidente de la Generalitat que otorgaba esa distinción, tiene publicaciones suyas en las que insulta de forma muy parecida a todos los ciudadanos españoles. (Ver hemerotecas).

Siempre he pensado que los nacionalismos llevan implícito con frecuencia, supremacismo bañados de victimismos que conducen al odio al diferente, a la xenofobia y al totalitarismo.
Toda la sociedad y por supuesto también los políticos deberían hacer una reflexión de estos escandalosos comportamientos que por lo que hemos aprendido en la historia, cuando no se pone fin a ellos y no se combate con decisión, termina arrastrándonos a todos a situaciones terribles afortunadamente, ahora algo lejanas.
 Los políticos de todas las tendencias y más aún, los catalanes, deberían expresar con rotundidad el rechazo de actitudes como la de esta señora y pedir la retirada de la distinción de la cruz de Sant Jordi a esa ciudadana que solo destila odio y confrontación en la sociedad democrática en las que todos queremos vivir.
El adoctrinamiento en la educación, las falsedades históricas, los supremacismos victimistas ¿a cuántas personas como Núria de Gispert ha creado en nuestra sociedad?...
Deseo que los catalanes demócratas expresen su posición sobre estos hechos sino solo ayudarán a que se incube "El huevo de la serpiente" tal como en aquella inolvidable película de Ingmar Bergman.


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