Biografías interesantes (I)

La biografía es la historia de la vida de una persona narrada por otra, en pleno sentido desde su nacimiento hasta su muerte, consignando sus hechos logrados y sus fracasos.
La biografía es un tipo o subgénero literario-histórico situado dentro de los géneros "memorialísticos", y a su vez integrados en los ensayísticos.

Este tipo de subgénero literario me ha atraído siempre sobre todo cuando tiene en su objetivo a una persona destacada en la historia ya sea por su importante aporte al devenir humano o incluso también por sus repercusiones funestas para la humanidad. Tal ha sido el caso de la excelente biografía de Hitler de  Ian Kershaw que leí ya hace unos años.
Mi interesan las biografías por que me permiten entender mejor al personaje en cuestión, analizar su contexto y su influencia en la historia. Me gustan sobre todo aquellas que no solo tienen como hilo conductor  la obra destacada del individuo si no sus “historias mínimas” en relación a sus amigos, su familia, compañeros de trabajo o contemporáneos y por supuesto el contexto social del momento.
Este interés por las biografías lo tuve y no se bien por qué, desde mi adolescencia. En aquella etapa vivía yo en Argentina. Se publicaban por entonces revistas monográficas sobre un personaje histórico en un formato grande y vistoso. Entonces leí la vida de  Aristóteles, Napoleón,  Darwin, Marx, Freud, Gandhi, Madame Curie, Luther King, Kennedy y el Che Guevara entre otros. Algunos de esos números los conservé durante años pero con las múltiples mudanzas de mi vida fueron perdiéndose.

Hace unos meses me regalaron la biografía de Karl Marx y tras su lectura pude entrever a la “persona” de Marx y no solo al histórico filósofo del socialismo.
Por cierto el conocimiento de la personalidad de Marx, sus actitudes respecto al trabajo, su familia o sus correligionarios me produjeron una gran decepción respecto a este personaje histórico. Sin embargo me aportó muchos conocimientos sobre este filósofo y político y del contexto y tiempo en el que vivió. 
A continuación algunas reseñas y observaciones sobre este interesante libro.





  • Autor: Francis Wheen
  • Editorial: Debate
  • Fecha: 2015
  • Páginas: 425 págs.
  • Ciudad: Madrid


El escritor y periodista Francis Wheen ha escrito una excelente biografía de Karl Marx. Su libro, minuciosamente documentado, a partes sorprendente e interesante, es una colección genial de las grandezas y miserias del pensador alemán.
En vez de encontrarnos al Marx de los estereotipos –Satán encarnado para sus detractores o profeta dogmático y envarado para sus hagiógrafos–, Wheen nos presenta su faceta más humana.

Marx en diferentes etapas de su vida. Marx bohemio, malviviendo entre legajos, tabaco y cerveza. Marx borracho, rompiendo farolas a pedradas a los cuarenta y pico años. Marx enfrentado contra el resto de los exiliados alemanes en Londres.  Siempre con un proyecto por delante y malviviendo económicamente ya que nunca tuvo un trabajo fijo.
Las tres o cuatro últimas décadas de su vida vivió casi por la ayuda de su compatriota Engels.
 Un ejemplo representativo del genio díscolo y cáustico de Marx es la relación con su profesor de filosofía en Berlín, Bruno Bauer. Marx le visita tras obtener su doctorado, y los dos pasan un verano en Bonn “emborrachándose, riéndose en la iglesia, galopando sobre asnos por las calles” y demás lindezas. Bauer acaba expulsado de la universidad. Con los años, sin embargo, Marx llega a la conclusión de que Bauer se ha convertido en un cretino. Ni corto ni perezoso, escribe La sagrada familia, o Crítica de la crítica crítica, una diatriba furiosa contra el filósofo y sus hermanos.
Incluso el incondicional Friedrich Engels, coautor, reconoce que se han pasado en el texto: “El supremo desprecio que sentimos” por la obra de Bauer, escribe, “está en flagrante contradicción con los veintidós pliegos [352 páginas] que le hemos dedicado.”

A Marx las luchas cainitas con intelectuales a los que considera ineptos son recurrentes, pero le estimulan en la misma medida en que le distraen.

Aunque este libro no es una biografía intelectual, Wheen narra hábilmente la evolución del pensamiento de Marx. No existe, sostiene el autor, esa inmensa zanja entre el Marx joven y el viejo, sino una evolución constante desde sus Cuadernos de París a los Grundrisse.

Wheen describe la habilidad con que Marx digirió y asimiló –o, por usar un término más apropiado, sintetizó– el pensamiento de sus adversarios intelectuales. Hegel y Ricardo, defensores, respectivamente, del autoritarismo prusiano y el capitalismo, se convierten en herramientas de subversión tras pasar por el cerebro de Marx.

Con todo, Wheen nos muestra una vida repleta de penurias. Marx vivió una vida de exiliado –en París, en Bruselas y, finalmente, en Londres, donde pasaría la mayor parte de su vida–, a menudo al borde de la indigencia.
“Habría preferido que reunieras un capital en vez de escribir sobre él”, le recriminó en una ocasión su anciana madre. Los primeros años de Marx en la capital británica, donde tuvo que lidiar con la muerte de su hijo favorito, Edgar, son devastadores.

Marx vivió en una “encrucijada histórica” entre la revolución industrial y las revoluciones burguesas, y llegó a la conclusión de que “era necesaria una confluencia de ambos procesos históricos”. La misma noción es válida casi 200 años después de su nacimiento, cuando asistimos tanto a un sinfín de avances tecnológicos revolucionarios como a un empobrecimiento en la calidad de nuestras democracias. Tras varias décadas consignando a El Capital a la papelera de la historia, la economía global post-2008 parece que exige el retorno del análisis de la obra de Marx.


La biografía es humana, cercana y amena de uno de los filósofos más influyentes de todos los tiempos. Las ideas de Karl Marx son probablemente las que más han influido en el mundo  en el  último  siglo y medio.

En esta apasionante y en ocasiones muy divertida biografía se nos presenta por primera vez a Karl Marx en su faceta más humana. Un apasionado agitador, que pasó casi toda su vida encerrado en la sala de lectura del Museo Británico; un hombre sociable que, sin embargo, acabó enemistado con casi todos sus amigos; un abnegado padre de familia pero que al parecer  dejó embarazada a la “criada”; un intelectual profundamente serio al que le gustaba beber, contar chistes, jugar al ajedrez y fumar puros.

La vida y las ideas de Marx, su encanto y su cólera, se muestran en toda su complejidad y contradicción: la de un brillante y provocador filósofo y político que vivió, como en los libros de Dickens, los tiempos difíciles de un pequeño burgués venido a menos.

Apodado por su familia y amigos como “el moro” por el color de su piel vivió una vida muy difícil y también se la hizo padecer a su familia. Probablemente de una inteligencia superior y una capacidad de trabajo intelectual desbordante no supo mantener amistad y compañerismo con ninguno de los numerosos políticos, sindicalistas e intelectuales que trató a lo largo de su vida. Probablemente era insoportable en el trato humano cercano. El único que casi siempre lo toleró a la distancia fue su amigo Engels y la paciencia infinita de su mujer que falleció dos años antes que él.

Tuvo una mala salud que le marcó en sus actividades vitales e intelectuales. Sufría de infecciones dermatológicas severas y de repetición, reumatismo, hepatopatías e infecciones respiratorias,  que finalmente lo llevaron a la muerte a la edad de sesenta y cinco años.

 A su entierro solo asistieron once personas y no dejó ningún legado económico a sus descendientes.
Si dejó una forma controvertida pero sin duda importantísima de mirar el mundo y de cómo las estructuras económicas pueden condicionar la estabilidad o caída de las sociedades aparentemente estables.
En la oración fúnebre que leyó Engels dijo: “Yace aquí un genio revolucionario. El mejor amigo de los trabajadores y su mayor maestro. Su nombre y su obra perdurarán durante muchos siglos”. 
En el país que vivió la mitad de su existencia (Reino Unido) su muerte pasó casi inadvertida, no así en otros países del mundo donde se publicaron reseñas sobre su vida tal fue el caso de Francia, Rusia o Estados Unidos.
Interesante biografía para acercarnos al Marx"persona" y además conocer ese tiempo histórico en el que vivió y que quizás sigue influenciando nuestro presente.

Comentarios

Entradas populares