El cambio (climático)
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El cambio (climático)
Alberto Salamanca. Blog
Mis paseos con Jachi
Hoy con Jachi el paseo es pasado por agua. Llueve
como si nunca hubiese llovido y el fuerte aguacero lo envuelve todo en un velo
gris acerado. Una ráfaga de viento proyecta la lluvia sobre la cara y como un
acto reflejo cierro los ojos. Jachi se sacude con frecuencia.
Está siendo un otoño en especial lluvioso. Y es
que los patrones meteorológicos (temperaturas, nubosidad, precipitaciones y
otros fenómenos atmosféricos) se están modificando. Las Naciones Unidas definen
al cambio climático como una modificación del clima atribuido directa e
indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera
y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de
tiempos comparables. De modo que la acción del hombre acelera las causas
naturales: el calentamiento global
antropogénico. El calentamiento global se refiere a un aumento de las
temperaturas superficiales mientras que cambio climático incluye al
calentamiento global y todo el resto de consecuencias que ocasiona el aumento
de los niveles de gases de efecto invernadero.
La relación entre la civilización y la Tierra ha
sido por completo desvirtuada por una mezcla de circunstancias que abarca la
explosión poblacional, la revolución tecnológica y el deseo de ignorar las
consecuencias futuras de nuestras acciones presentes. La civilización colisiona
con el macro sistema ecológico del planeta y sus elementos más frágiles se
destruyen y se abaten como corolario.
Los ciclos de la naturaleza están cambiando
extremadamente. Y esto es ostensible en cada rincón del mundo. Sobre la tierra
y el agua, en el hielo y en la nieve, en las olas de calor y en las
persistentes sequías y, como dice Al Gore, en los ojos de los huracanes y en
las lágrimas de los refugiados.
La delgada capa de la atmósfera se espesa debido a
las emisiones de dióxido de carbono, y otros gases de efecto invernadero, de
origen antropogénico. A medida que se engrosa, la atmósfera no deja expulsar
mucha de la radiación infrarroja que debería emitirse al espacio. De forma
consecuente, la temperatura de la atmósfera y de los océanos se eleva a escala
global. Esto es el efecto invernadero y la crisis climática. Y el vertiginoso
ritmo al que esto ocurre lo convierte en una emergencia planetaria.
Las repercusiones pueden ser devastadoras. ‘El
cambio climático lo cambia todo’. Los casquetes polares se derriten y se
desestabiliza la enorme capa de hielo de Groenlandia y las islas de la
Antártida. Su consecuencia, el incremento de los niveles del mar. La emisión de
dióxido de carbono provoca la modificación de la relación de la Tierra y el
Sol. El CO2 absorbido por los océanos hará que se incremente la saturación de
carbonato cálcico hasta niveles que impedirán la formación de coral e
interferirá con la formación de conchas de todas las criaturas marinas. El
calentamiento global, la tala y los incendios en los bosques causan la pérdida
de especies vivientes a un ritmo comparable al acontecimiento de extinción
masiva que eliminó a los dinosaurios de la faz de la Tierra.
Cuando se piensa en problemas de un calado tan
profundo, uno tiende a sentirse impotente y a pensar que no puede hacer nada de
interés o repercusión. Todo lo contrario, los problemas tan formidables, sólo
se solucionan por la suma de esfuerzos individuales.
En boca del uruguayo Eduardo Galeano, «mucha
gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden
cambiar el mundo».
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