¿Cambios en la selección natural?
Este reciente e interesante artículo se ha publicado en la Revista Genética Médica. Os lo comparto para que lo leáis y seguramente os hará reflexionar sobre nuestra sociedad y la influencia en la salud.
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Transición a la modernidad,
selección natural y salud
Amparo Tolosa, Genética Médica News
Un artículo
recientemente publicado en Nature Reviews Genetics sugiere que
la transición a la modernidad ha alterado la acción de la selección natural
sobre muchos rasgos humanos con consecuencias sobre la salud

La Revolución
Industrial marcó una serie de fuertes cambios a nivel tecnológico,
económico, cultural y social. La mecanización de la agricultura y otros
procesos supuso una transformación en el modo de vida de la especie humana, que
llevó a importantes cambios en la alimentación, la estructura de las
poblaciones y el desarrollo e incidencia de las enfermedades. La mejora
en las condiciones higiénicas y nutricionales de la población, así como el
desarrollo de los antibióticos, las vacunas y la medicina actual contribuyeron
a reducir la mortalidad debida a hambrunas o infecciones y
aumentar la supervivencia de los niños de corta edad y de las mujeres durante
el parto. Como resultado, la esperanza de vida sufrió un gran incremento.
La acción de la selección
natural y adaptación de las especies a un ambiente o condiciones dadas, es un
proceso lento, que requiere tiempo y varias generaciones para consolidarse. Sin
embargo, durante la transición a la modernidad la especie humana sufrió
múltiples cambios en su medioambiente en un periodo reducido de tiempo. Así, a
pesar de todas las mejoras sobre la nutrición y la salud, los cambios
tan rápidos que se produjeron durante este periodo podrían haber alterado la
acción de la selección natural sobre muchos rasgos humanos, con importantes
consecuencias en la aparición de otras enfermedades. Una reciente
revisión, publicada en Nature Genetics Reviews aborda esta
contradicción y plantea que ciertas discordancias entre las
adaptaciones humanas al medio y los cambios en el medioambiente
causados por la transición a la modernidad han tenido consecuencias en
el desarrollo de la aparición de enfermedades crónicas como el
Alzhéimer, el cáncer, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares y
respiratorias.
Los investigadores
plantean una situación en la que algunos genes tienen un efecto positivo debido
a su impacto sobre ciertas características presentes en los individuos jóvenes,
como la fertilidad, pero muestran efectos negativos sobre otros rasgos
presentes a edades más avanzadas como por ejemplo el desarrollo de cáncer o
problemas cognitivos.
“Está claro que algunas
mutaciones que benefician a la fertilidad han sido favorecidas por la selección
natural a pesar de tener un coste elevado en la edad avanzada,” señala Jacob
Moorad, profesor en la Universidad de Edimburgo, y uno de los autores del
trabajo. “Parece probable que estos genes hayan contribuido al aumento de las
enfermedades crónicas en las sociedades modernas pero todavía es incierto si
estos genes son la principal causa del aumento o un factor que ha contribuido
de forma menor.”
Un ejemplo de este
concepto, conocido como pleiotropía antagonística, se observa en el
caso de los genes BRCA1 y BRCA2. Algunas
mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 son
responsables de una pequeña proporción de los casos de cáncer de ovario o
cáncer de mama y aun así, se mantienen en las poblaciones. Sin embargo,
estudios poblacionales sugieren que estas mutaciones también están relacionadas
con un aumento en la fertilidad de las mujeres portadoras, y podrían haber sido
mantenidas debido a que tener múltiples embarazos es un factor protector para
el cáncer de mama.
De forma similar, el
alelo E4 del gen APOE, presente en un 10% de la población y
asociado a un aumento en el riesgo a desarrollar Alzhéimer, ha sido también
relacionado con un aumento en la fertilidad de mujeres cuyas fuentes de agua
suponen un elevado riesgo de infecciones gastrointestinales y mortalidad.
Los autores del
trabajo cuestionan también si la selección natural ha comenzado a actuar sobre
la respuesta humana a los cambios ambientales de la historia reciente de la
especie. Imagen: Larry Leja. https://www.genome.gov/.
Los autores del
trabajo cuestionan también si la selección natural ha comenzado a actuar sobre
la respuesta humana a los cambios ambientales de la historia reciente de la
especie. Analizar la evolución de
las especies y determinar cómo actúa la selección positiva y se producen las
adaptaciones requiere normalmente el estudio de múltiples generaciones. Esto
sin duda, dificulta poder evaluar adecuadamente si está ocurriendo en las
poblaciones humanas en la actualidad. De momento, algunos estudios
multigeneracionales sugieren que la transición a la modernidad ha modificado de
forma modesta la dirección e intensidad en la selección natural de algunos
rasgos como la edad de inicio de la menopausia, el peso o la altura. Sin
embargo, todavía faltan mecanismos de análisis para poder diferenciar cuándo se
ha producido exactamente la selección natural y discriminar, por ejemplo, si se
produjo hace durante la revolución de la agricultura ocurrida hace más de 8.000
años o durante la transición a la modernidad hace pocos siglos.
Stephen Stearns, profesor
en la Universidad de Yale y uno de los autores del trabajo reclama cautela a la
hora de hablar de selección natural reciente. El investigador resalta que los
cambios en la biología humana están dirigidos por dos procesos no excluyentes.
El ambiente impacta directamente sobre cómo se expresan los genes pero también
da forma a la selección natural, que es la que puede hacer que unos genes sean
más o menos frecuentes en la población con el tiempo. “Es tentador apuntar a la
selección natural cuando observamos un cambio particular. Sin embargo, cuando
los cambios han ocurrido recientemente es más probable que la expresión haya
cambiado, en lugar de que los genes mismos se adapten a un nuevo ambiente.”
Por último, para poder
detectar las discordancias entre las adaptaciones humanas al medio y los
cambios en el medioambiente causados por la transición a la modernidad, la
acción de la selección natural y su relación con enfermedades comunes actuales,
los autores del trabajo señalan la importancia de disponer de estudios
multigeneracionales en diferentes poblaciones y situaciones nutricionales o
demográficas en los que se analice la variación genética en relación con la
intensidad de la selección en rasgos comunes actuales.
“Los estudios futuros y
el desarrollo metodológico pueden ayudarnos a clarificar hasta qué punto
están relacionadas la enfermedad crónica y la expresión génica y si la
selección natural empieza a contraatacar la carga aumentada de la enfermedad
crónica,” indica Stephen Corbett, autor del trabajo y director del Centro
de Salud Poblacional en el distrito local del Oeste de Sidney, y profesor en la
Universidad de Sidney. “Establecer estudios de grandes cohortes multigeneracionales
es absolutamente esencial para crear evidencias claras.”
Revisión: Corbett S, et al. The transition to
modernity and chronic disease: mismatch and natural selection. Nat Rev Gen.
2018. Doi: http://dx.doi.org/10.1038/s41576-018-0012-3
Fuente: The dark side of our genes – healthy ageing
in modern times. http://www.fv-berlin.de/news/the-dark-side-of-our-genes-2013-healthy-ageing-in-modern-times
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