Actualidad: cansancio y derrota


Cansancio y derrota

En algunos sectores de la sociedad se aprecia cierto cansancio con el problema del independentismo catalán. Incluso en personas concienciadas de mi entorno noto cierto cansancio y rechazo a hablar de las acciones de los grupos totalitarios que están confrontando a la sociedad catalana. Quizás algunos piensen que con el paso del tiempo y sin más desaparecerá ese problema. Se equivocan. La historia lo ha demostrado ya muchas veces.
El fascismo ha utilizado siempre múltiples métodos para doblegar a la sociedad democrática. Uno de ellos es “cansarla” y atemorizarla. El cansancio nos lleva a acostumbrarnos a sus fechorías y nos lleva a no ofrecerles una rotunda respuesta desde el estado de derecho.
Los fascistas independentistas de la CUP,  CDR y afines, manipulan, atemorizan, amenazan, adoctrinan y transforman la mentira en seudo verdad.
Pareciera ya normal para la sociedad culta, democrática y plural catalana, el tener un presidente de gobierno xenófobo y racista cuyo pensamiento es más similar a Hitler y sus secuaces que a un político del siglo XXI en un país democrático.  

Un ejemplo de las acciones de los independentistas y que no ha tenido una denuncia y rechazo contundente por parte de las instituciones de Cataluña, es lo acontecido hace unos días en la   mismísima Universidad de Barcelona.

Medio centenar de estudiantes activistas independentistas convocados por los sindicatos COS y SEPC, la organización juvenil Arran y la CUP han impedido la celebración de un acto organizado por Societat Civil Catalana (SCC) en el Aula Magna de la Universidad de Barcelona.
Societat Civil Catalana ha tenido que suspender finalmente este acto dedicado a la figura de Miguel de Cervantes debido al ruido y los gritos que proferían los estudiantes independentistas que trataban de boicotearlo.
Bajo los lemas de 'En la UB, no pasarán' y 'Fuera fascistas de la universidad', los concentrados han entrado en el edificio histórico de la UB y han intentado acceder al acto de SCC, que había comenzado a celebrarse a puerta cerrada en el Aula Magna y al que asistía al presidente de esta entidad contraria a la independencia de Catalunya, José Rosiñol.
En un ambiente muy tenso, se han producido enfrentamientos verbales que han desembocado en algún intercambio de golpes, sin que haya actuado la policía, que no ha entrado en el recinto universitario. Dentro del Aula Magna había unas 200 personas encerradas con llave, mientras fuera los concentrados gritaban consignas como "fascistas fuera de la universidad" y "el fascismo avanza si no se le combate".
Ante el ruido ensordecedor de sirenas y gritos, los organizadores del acto han decidido suspenderlo y han evacuado a los 200 asistentes, muchos de ellos personas mayores, por una puerta lateral, mientras eran abucheados por los concentrados sin que se produjeran más incidentes violentos, en un ambiente de mucha tensión.
La protesta por el acto de SCC ha sido convocada por las asambleas de Facultad de la UB y las organizaciones que forman la izquierda? independentista, como los sindicatos COS y SEPC y Arran y CUP.
Además de este acto violento y antidemocrático de los “defensores de la libertad de opinión” los miembros de la CUP emitieron un comunicado  considerando que la decisión del equipo de gobierno de la Universidad de alquilar la Aula Magna a SCC "pone en entredicho el papel de dicha universidad en el contexto político actual" y que esa entidad "no puede tener cabida en ningún espacio de nuestra sociedad, mucho menos en una institución pública que vela por los derechos y libertades".
Asimismo, han señalado que las asambleas "responderán" si el equipo de gobierno de la universidad no está "a la altura".
Es decir, retórica amenazante similar a los grupos nazis de la Alemania de los años 30. Paradójicamente los que  insultan a otros llamando fascistas demuestran con sus actos cotidianos y su verborrea totalitaria que ellos son los mayores fascistas de nuestro país.
Quizás lo ocurrido y la falta de respuesta de la sociedad sea una manifestación peligrosa del cansancio que aqueja a algunos sectores en relación a este problema que vulnera los derechos humanos y los principios democráticos de un estado de derecho. Me pregunto ¿quién debe proteger a los ciudadanos que no comulguen con estos cachorros nazis?. No olvidemos la historia del siglo XX.  Si la olvidamos, probablemente se repetirá. Evitemos que el “cansancio” nos conduzca a la derrota.


Comentarios

  1. Sí, llevas toda la razón al advertir del cansancio del resto de la sociedad española antes la insistencia del independentismo catalán. Hay un momento en el que los argumentos se gastan y su repetición aburre a los ciudadanos desmovilizados. Es difícil decir nada nuevo sin caer en el tedio salvo que se tenga un alto grado de fanatizacion. Y es aquí donde llevan una enorme ventaja los nacionalistas pues enfrente tienen a una sociedad (que salvo algunos cuantos generalmente ya mayores) está bastante defranquistizada y desnacionalizada. No hay un nacionalismo español militante sino una ciudadanía que vive su naturaleza política (de español) sin preguntarse a la manera de la generación del 98 (y hasta la del 27 todavía) "que es eso de ser español ". Una ciudadanía que ya no se hace esa pregunta dramática y trascendente de "¿qué es España?.. En cierto modo es una batalla desigual pues contra los gases tóxicos del nacionalismo la ciudadanía española solo tiene incienso. Quizás a largo plazo sea esta debilidad una ventaja pues como ocurrió contra ETA (ninguna víctima se tomó la justicia por su mano), seria de esperar que los vientos de la historia barran a los fanáticos. En todo caso, al menos los de nuestra generación, que no tenemos demasiada confianza en la historia, seguiremos en la brecha, mientras podamos.

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