Literatura: Nueva novela de Ian McEwan

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Máquinas como yo

La novela se sitúa en Londres, años ochenta del siglo pasado. Pero un Londres distópico y diferente en el que la historia ha seguido algunos senderos distintos. Por ejemplo, el Reino Unido ha perdido la Guerra de las Malvinas y el científico Alan Turing no se ha suicidado atormentado por las consecuencias del juicio al que fue sometido en los años cincuenta por su homosexualidad, sino que sigue vivo. No solo vivo, de hecho, sino plenamente activo, y dedicado al desarrollo de la inteligencia artificial, campo en el que ha conseguido un hito: la creación de los primeros seres humanos sintéticos, unos prototipos a los que da el nombre –según su sexo– de Adán y Eva.

Charlie, uno de los personajes centrales en la novela, compra uno de los Adanes de la primera hornada, pensados para hacer compañía y ayudar en la casa, y con ayuda de su amante, la joven Miranda, lo programa a su gusto. Pero Miranda oculta un terrible secreto, y ese ser sintético prácticamente perfecto, sin las fisuras pero también sin los matices morales de los verdaderos humanos, acabará descubriéndolo. Y así, la peculiar relación triangular entre Charlie, Miranda y Adán derivará en una creciente tensión que obligará a los personajes a tomar decisiones difíciles y arrastrará al lector a plantearse dilemas morales tan incómodos como necesarios. Tras deslumbrarnos con Sábado, Expiación, Solar y La ley del menor entre otras, Ian McEwan afronta otra propuesta osada y ambiciosa, en la que se sirve de la ciencia ficción para lanzar algunas preguntas inquietantes: ¿qué es en definitiva lo que nos hace humanos? ¿Dónde están los límites éticos de la inteligencia artificial? ¿El fin justifica los medios? ¿Puede una máquina llegar a entender y juzgar la complejidad moral de las decisiones de un ser humano?

Esta novela me ha gustado menos que otras del autor, quizás por que uno no empatiza con los personajes principales. Son estos algo neuróticos, individualistas y con una visión del entorno y del mundo bastante limitada y pobre. No llega a importar al lector lo que va a pasarle a estos personajes ni despierta interés la sociedad distópica en la que se enmarca la historia. Lo que si es muy interesante es el robot inteligente que nos lleva a través de la trama a preguntarnos sobre cómo conjuntar la inteligencia artificial con los patrones morales y éticos sobre todo en los matices que se manifiestan en el día a día de los seres humanos.

No están tan lejanos los tiempos en los que tengamos que plantearnos estos temas dado los avances esperados para las próximas décadas en robótica e inteligencia artificial.

En resumen, creo que vale la pena leer esta novela, aunque sea una obra menor del autor. Nos va a entretener y nos va a hacer pensar en la sociedad que se nos aproxima en el tiempo.