Teatro para disfrutar
Teatro: Rojo (Red)
Red es
una obra de teatro, estrenada en Londres en diciembre de 2009 y escrita
por John Logan. La producción original fue
dirigida por Michael Grandage.
La obra ha sido
distinguida con seis premios Tony, los galardones del teatro estadounidense, y
ha sido representada a lo largo y ancho de todo el mundo, desde Japón a Chile.
Ahora la hemos
visto en Málaga en el Festival de Teatro del Cervantes protagonizada y dirigida
por Juan Echanove.
Sinopsis
Red abarca aspectos
de la vida del pintor Mark Rothko. Un genio enfadado, brillante, de fuertes opiniones y
conversación didáctica. Estos elementos son utilizados por el autor, Logan,
para crear un impactante estudio de un intelecto único, su proceso de creación
artística, los métodos y el propósito del trabajo del pintor.
Juan Echanove
protagoniza junto con Ricardo Gómez un potente drama artístico que ya se ha representado
en diferentes escenarios españoles.
Echanove da vida a Mark Rothko, un famoso pintor de la corriente del Expresionismo Abstracto. El protagonista se enfrenta al mayor reto profesional y a un dilema moral en su vida: pintar una serie de murales para el elitista restaurante Four Seasons de Nueva York.
El pago por la obra
es muy elevado, pero Rothko afronta la posibilidad de aceptar el encargo pero
en su interior duda si ello supondría la
decadencia de su arte.
En la obra se van deslizando en su trama tres ideas centrales que van emergiendo,
entremezclándose unas con otras. Por un lado el
concepto del arte como creación, con todo su proceso, interno, del propio
artista y externo, en cuanto a quienes lo observan y reaccionan a ello; en segundo lugar en la obra se manifiesta una
crítica contra los conceptos artísticos y sociales imperante
ya en esa época, cuyos efectos llegan a nuestros días, poniendo en boca del
protagonista frases como “hoy
en día a todo el mundo le gusta todo… ¿dónde está el criterio?”
o “somos una nación de idiotas viviendo
bajo la tiranía del bien …¡todo está bien!” y en tercer lugar se
añaden también el eje de las tensiones
o visiones diferentes intergeneracionales.
Rothko y sus
compañeros de generación hicieron evolucionar el arte de la pintura, desde el surrealismo, imponiendo como vanguardia el expresionismo abstracto, pero también vieron llegar el momento de como
sus cuadros eran desbancados de las galerías por las obras de una joven camada
de nuevos pintores representada alrededor de Andy Warhol y el “arte pop”. Y ese enfrentamiento generacional, también
en la forma de concebir el arte, se utiliza acertadamente en el texto de John
Logan (traducido al castellano por José Luis Collado) al contraponer el
personaje del famoso y reputado pintor, con los ojos críticos de su joven
ayudante.
Gerardo Vera iba a dirigir este
proyecto en España, pero problemas de salud lo impidieron, lo cual propició que
su principal protagonista, Juan
Echanove, diera un paso al frente, en una faceta que ya ha explorado en
algunas otras ocasiones.
La escenografía, responsabilidad de Alejandro Andújar, es fija y
recrea el taller de pintura de Rothko, quien nunca trabajaba con el impacto de
la luz exterior, buscando que la luminosidad surgiera de sus propias obras,
faceta en la que se confesaba profundo admirador de Caravaggio; y el movimiento se circunscribe a los
cambios de lienzos entre escenas, que se realizan con el apagado completo
de las luces sobre el escenario. Un acierto destacado es la sugerente
selección musical, realizada por Gerardo
Vera, que suena desde un viejo tocadiscos, rodeado de varios vinilos
esparcidos por el suelo, de acuerdo al énfasis de la carga dramática en cada
momento de la obra.
Juan Echanove encarna muy bien al
personaje de Rothko mostrándonos rasgos
de aquel pintor que a través de los colores de su paleta expresaba sus propios
rasgos como hombre, soberbio pero frágil, caprichoso y egocéntrico aunque
atravesado por la duda, imprevisible y un punto desorganizado, pero
absolutamente entregado a su trabajo y perseguidor de su propio sueño sobre sí
mismo que, al no alcanzarlo como él pretendía, puso punto final a su propia
vida algunos años después (1970) de la trama descrita en esta obra.
Buen
trabajo interpretativo de Echanove que además de caracterizar a un genio de la pintura muestra también las facetas de un
simple ser humano, con sus miedos, sus contradicciones y su propia frustración.
Ricardo Gómez, como Ken, durante toda
la obra sigue al torbellino que es Rothko encarnado por Echanove, sabiendo mostrar, de forma muy eficiente, la evolución de su personaje desde
la inicial admiración hasta la final rebelión, fruto de la rabia y la
decepción, culminando su trabajo con una escena en
forma de monólogo, en la que quien escucha, quizás por primera vez en su
vida, es el maestro, aprendiendo una lección que ya no olvidará.
A continuación podéis pinchar este enlace
para disfrutar de algunas escenas de esta inolvidable obra.
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