Elecciones del 28 de abril. ¿Qué hacer?


Elecciones del 28 de abril: ¿Qué hacer?

La situación actual, el clima de crispación y las próximas elecciones me tienen muy preocupado. Por ello se me ocurre escribir algunas ideas para aclarar lo que haré en los próximos comicios.

Creo que participar con nuestro voto en unas elecciones democráticas siempre es importante pero quizás en algunas ocasiones aún más.
Nuestra sociedad y las condiciones de nuestra existencia y la de nuestros hijos se encuentran amenazadas.
Tenemos ante nosotros la precariedad laboral y el paro, el deterioro de la sanidad y la educación, el incremento de la desigualdad social y económica, los independentismos, los nacional populismos y además con el resurgir de la extrema derecha beligerante tenemos también el riesgo de enfrentamientos de incalculables consecuencias.  Nos vemos a veces títeres de mentiras y manipulaciones en las redes sociales que impiden un fecundo debate y diálogo que favorezca el consenso.
No pensamos, no analizamos, solo escuchamos a los “nuestros” con contenidos y frases hechas que nos intentan conducir simplemente a que los apoyemos votando en las próximas elecciones. A nivel mundial los valores humanos con líderes como Trump o Putin entre otros, hacen ver el panorama  desolador.

Cada persona a nivel individual, sensatamente y huyendo de los prejuicios y cargas emocionales deberíamos plantearnos que es en realidad lo que queremos y así orientar nuestro voto en las próximas elecciones.
También debemos ser conscientes que no hay soluciones mágicas ni gobiernos perfectos y que seguramente con nuestro voto y participación ciudadana debamos en las siguientes convocatorias electorales volver a analizar el voto que anteriormente emitimos.  Además creo que si estamos convencidos de lo que debemos apoyar debemos intentar que otros ciudadanos lo hagan también del mismo modo para sumar posibilidades a nuestra opción.

Siendo reacio a creer en patrias o sociedades utópicas si creo que debemos plantearnos que es lo que queremos y lo que no y tras ese análisis decidir nuestro voto.

¿Qué es lo que yo quiero en mi sociedad hoy y ahora?

Quiero políticas consensuadas para disminuir la desigualdad social y económica.
Quiero apostar realmente y de forma concreta por la educación y sanidad pública de calidad.
Quiero actitudes conjuntas entre los políticos, sindicalistas y empresarios para luchar contra el paro.
Quiero la plena igualdad de mujeres y hombres.
Quiero el diálogo sereno y de estado entre las fuerzas políticas para afrontar los retos de la sociedad no solo en el ámbito nacional si no también internacional.
Quiero valentía democrática y no populismo para afrontar el problema de la inmigración.
Quiero lucha tenaz contra la corrupción política sin que importe el partido involucrado en ella.
Quiero un análisis de la necesidad de actualizar nuestra Constitución con los nuevos tiempos.
Quiero diálogo con los independentistas pero con un estudio claro de las causas del ascenso de esa corriente política para así corregir errores y donde las únicas líneas rojas sean la democracia, la ley del estado de derecho y la unidad de España y de Europa.
Quiero que se potencien las políticas para ir construyendo la Unión Europea como un estado en lo político y social que agrupe realmente a todos los actuales países europeos.
Quiero que seamos un país moderno y democrático y dejemos atrás la dictadura franquista. Quiero que Franco, al igual que cualquier ciudadano fallecido, descanse en un cementerio y no que esté en un sitio de privilegio como el valle de Los Caídos. El sitio que hoy ocupa nos degrada internacionalmente como país democrático y moderno.
Quiero que en la medida de lo posible  todos los familiares de los dos bandos que se enfrentaron en la guerra civil puedan intentar si lo desean encontrar los restos mortales de sus familiares.
Quiero que los políticos tengan visión de estado y una mirada hacia el futuro y que debatan con argumentos y serenidad sus programas electorales.
Quiero tolerancia cero con cualquier tipo de terrorismo.
Quiero un acuerdo de estado entre todas las fuerzas políticas para lograr un consenso sobre las pensiones y la jubilación.
Quiero una legislación laboral que proteja a los más desfavorecidos o débiles de la sociedad.
Quiero defensa de la libertad de culto pero que las creencias estén fuera de las instituciones del estado y de los programas educativos. Que todas las religiones estén dentro de la ley, que realicen su actividad en sus recintos (iglesias, sinagogas, mezquitas, etcétera) y que se autofinancien para su subsistencia.
Quiero mayor protección de los animales en todos sus ámbitos, periodos o utilidades en las que se relacionan con el homo sapiens. Quiero que se fomente la  educación de la sociedad para disminuir la utilización de los mismos en la llamada fiesta “nacional” o en las fiestas locales.
Quiero que no se emplee dinero público destinado a las corridas de toros.
Quiero que los políticos que nos gobiernen intenten resolver los problemas actuales y se preparen para los del futuro (paro, inteligencia artificial, robótica, biotecnología y nuevos bloques hegemónicos de desarrollo en el mundo).

¿Qué es lo que no quiero?

No quiero que se pierdan derechos y avances de la sociedad en los terrenos de igualdad de género, regulación de interrupción legal del embarazo, matrimonio homosexual y no quiero la ley “mordaza”.
No quiero ver confrontaciones entre los políticos a través de insultos, descalificaciones personales, uso agresivo de las redes sociales y falta de debate de  ideas.
No quiero retrocesos en los logros de estos cuarenta años de democracia aunque creo que hay que estar abiertos a corregir errores o desviaciones.
No quiero nacionalismos identitarios de ningún tipo.
No quiero fascismos y otros extremismos que ya sabemos históricamente a lo que nos conducen.
No quiero utilización política de las víctimas del terrorismo etarra.
No quiero que se siga postergando la solución a largo plazo del tema de las pensiones y la jubilación.
No quiero más recortes en investigación y ciencia si no todo lo contrario.
No quiero objeciones si de forma consensuada se decidiera reformar la Constitución para hacerla más acorde a los requerimientos del siglo XXI.
No quiero preeminencia de intereses partidarios sobre el interés de toda la sociedad.

En fin, con todas estas aspiraciones trataré de acercarme a quienes más representen estas ideas de gobierno. Te invito a hacer tu propio listado y así quizás no vayamos a entregar nuestra confianza en el día de las elecciones a quiénes no lo merecen. 
Mejor es reflexionar sobre nuestros deseos que actuar a golpe emocional tras un mitin o después de recibir un whatsapp "contaminado" de mentiras o medias verdades.

Carlos Bustamante



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