Genética. Valoración del riesgo de las enfermedades más comunes
Otro interesante estudio prometedor de cara al futuro aunque controvertido también es este artículo sobre genética y las enfermedades más frecuentes que se ha publicado comentado en la Revista Genética Médica de septiembre de 2018. Lo transcribo para compartirlo con vosotros.
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Un estudio calcula el riesgo
poligénico de desarrollar cinco de las enfermedades más comunes
POR GENÉTICA MÉDICA · 31 DE
AGOSTO DE 2018
Amparo Tolosa, Genética Médica News
En algunos casos, un único y muy poco frecuente
cambio en el ADN puede tener un gran impacto sobre el organismo y ser
responsable de la aparición de una enfermedad. En otros, es la combinación de
muchas variantes genéticas comunes, los cambios que hacen que seamos diferentes
entre nosotros, lo que condiciona que se desarrollen otras enfermedades. Para
las primeras, es fácil estimar cuál es el riesgo de una persona a tener la
enfermedad: si el cambio está presente el riesgo será elevado. En las segundas,
proporcionar un riesgo es menos preciso y más complejo, ya que depende de los
estados de múltiples variantes genéticas (sin olvidar, en muchos casos, los
efectos del ambiente).
Gran parte de nuestra salud se encuentra
programada en el genoma. Imagen: Rubén Megía González.
Con el objetivo de mejorar esta situación, un estudio,
dirigido por el Instituto Broad del MIT y Harvard, el Hospital General de
Massachusetts y la Universidad de Harvard ha abordado el cálculo del riesgo
genético para cinco de las enfermedades más comunes. Los resultados han
proporcionado nuevas estimaciones de riesgo que en el futuro podrían utilizarse
en la práctica clínica.
La enfermedad coronaria arterial, la fibrilación
atrial, la diabetes tipo 2, la enfermedad inflamatoria del intestino y el
cáncer de mama son cinco de las enfermedades más comunes en las poblaciones
humanas, además de ser
responsables de un número considerable de muertes cada año. Los factores
genéticos juegan un papel importante en la aparición de las cinco enfermedades,
principalmente a través de la contribución de múltiples genes, cada uno con un
pequeño peso. Sin embargo, todavía no se había calculado de forma exhaustiva
cuál es el riesgo que proporciona el genoma en su conjunto a estas
enfermedades.
Los investigadores responsables del trabajo se
plantearon si sería posible obtener una medida precisa del riesgo que los
diferentes genes confieren a desarrollar estas enfermedades. Los intentos
previos habían resultado limitados, debido a carecer de suficiente poder
estadístico como para poder identificar las personas en riesgo elevado a tener
las enfermedades, a limitaciones en los métodos computacionales o a la falta de
disponibilidad de amplias bases de datos en las que validar y testar los
resultados. En este caso, el equipo generó estimaciones de riesgo
poligénico a partir de recientes estudios de asociación del genoma completo
llevados a cabo en poblaciones de origen europeo. Además, validó los
resultados obtenidos con los datos del Biobanco de Reino Unido, que dispone en
la actualidad de información fenotípica y genética de más de 400.000 personas.
Cada persona contiene miles de variantes genéticas
comunes. El estudio plantea utilizar aquellas relacionadas con enfermedades
para calcular riesgos poligénicos a desarrollar estas enfermedades. Imagen:
Medigene Press SL.
La aproximación desarrollada por los
investigadores encontró que un 8% de la población presenta un riesgo aumentado
para la enfermedad coronaria. En el caso de la fibrilación atrial el porcentaje
de la población con riesgo genético aumentado es del 6%, mientras que en el
caso de la diabetes tipo 2, la enfermedad inflamatoria del intestino y el
cáncer de mama un 3.5%, un 3.2% y un 1.5% de la población muestra,
respectivamente, un riesgo de al menos tres veces el del resto de la población.
Los resultados del trabajo plantean un futuro en
el que las personas puedan tener secuenciado su genoma y recibir una estima de
su riesgo genético a desarrollar ciertas enfermedades.
Esta información podría ser utilizada por los profesionales clínicos para plantear aproximaciones terapéuticas o modificaciones en el estilo de vida, con el fin de prevenir la enfermedad, o monitorizar a los pacientes para poder intervenir lo antes posible en el caso de que se inicie la enfermedad.
Esta información podría ser utilizada por los profesionales clínicos para plantear aproximaciones terapéuticas o modificaciones en el estilo de vida, con el fin de prevenir la enfermedad, o monitorizar a los pacientes para poder intervenir lo antes posible en el caso de que se inicie la enfermedad.
Por ejemplo, los investigadores plantean su
utilidad en el caso de aquellas personas que presentan un riesgo poligénico
elevado para una enfermedad en ausencia de otros rasgos característicos de la
misma, como pueden ser la hipertensión o los niveles altos de colesterol en
sangre. “Estos individuos, que tienen aumentado muchas veces el riesgo normal a
tener un ataque al corazón debido a la presencia de los efectos aditivos de
muchas variantes, no están dentro de nuestro radar”, explica Amit V. Khera,
cardiólogo en el Hospital General de Massachusetts y uno de los primeros
firmantes del trabajo. “Si vienen a mi práctica clínica, no sería capaz de
identificarlos como de alto riesgo con nuestras medidas habituales. Hay una
necesidad real de identificar estos casos, para poder dirigir los cribados y
tratamientos de forma más efectiva, y esta aproximación nos da un camino
potencial para ello”.
Los investigadores plantean su utilidad en el caso
de aquellas personas que presentan un riesgo poligénico elevado para una
enfermedad en ausencia de otros rasgos característicos de la misma, como pueden
ser la hipertensión o los niveles altos de colesterol en sangre. Imagen:
Medigene Press S.L.
El cálculo de riesgo poligénico llevado a cabo en
el estudio tiene una limitación importante: está basado en
resultados de estudios de asociación realizados en población de origen europeo.
Por esta razón, sería necesario ampliar las poblaciones de estudio para poder
hacer estimaciones similares más allá de aquellas personas con ascendencia
europea, algo que los investigadores reclaman para para asegurar que todas la
poblaciones tengan acceso a la predicción del riesgo.
“Sabemos desde hace tiempo que hay personas ahí
fuera que presentan un elevado riesgo a la enfermedad basado en la variación
genética global”, señala Sekar Kathiresan, director del trabajo y profesor en
la Universidad de Harvard. “Ahora somos capaces de medir ese riesgo utilizando
datos genómicos de un modo significativo. Desde la perspectiva de la salud
pública, necesitamos identificar estos segmentos de la población de alto riesgo
para poder proporcionarles un cuidado apropiado”.
Si bien el estudio ofrece un gran potencial a
largo plazo, no ha estado exento de críticas. Cecile
Janssens, epidemióloga y experta en genómica clínica de la Universidad
Emory ha cuestionado la selección de polimorfismos utilizados en el trabajo y
manifiesta que no está convencida de que las estimas de riesgo poligénico estén
preparadas para ser incluidas en la práctica clínica. La investigadora señala
que no considera que haya diferencias significativas entre el análisis de
cientos de miles de polimorfismos que utiliza el estudio para calcular el
riesgo poligénico para la enfermedad coronaria y el análisis de únicamente los
74 polimorfismos más relevantes, mucho más sencillo de realizar.
Referencia: Khera AV, et al. Genome-wide polygenic scores for common diseases
identify individuals with risk equivalent to monogenic mutations. Nat Genet.
2018. Doi: https://doi.org/10.1038/s41588-018-0183-z
Fuente: Predicting risk for common deadly diseases from millions of genetic
variants. https://www.broadinstitute.org/news/predicting-risk-common-deadly-diseases-millions-genetic-variants
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