Cine en nuestras carteleras
A continuación expongo la opinión recogida en diferentes medios y algunos matices personales sobre tres películas que están en nuestras carteleras.
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Los
miserables
La puesta de largo del franco-maliense Ladj Ly,
'Los miserables', es una versión prolongada del corto con el que hace dos años
triunfó en festivales de todo el mundo. No es una versión del libraco homónimo
de Victor Hugo aunque transcurre en el distrito parisino de Montfermeil, donde
al parecer el escritor halló inspiración para escribir esas 1.200 célebres
páginas. Aunque ambientada en la actualidad, la película se inspira en
los disturbios que tuvieron lugar en la capital francesa en 2005, y que
estuvieron protagonizados mayoritariamente por jóvenes de ascendencia africana
hartos de las condiciones de vida en el gueto, el desempleo y el hostigamiento
al que la policía los sometía habitualmente.
Sobre todo durante la primera mitad del metraje,
Ly se revela como un narrador habilísimo, capaz de deslumbrar al espectador con
su sentido del ritmo y su capacidad para crear un clima en el que algo brutal
podría pasar en cualquier momento. Sin embargo, a esa destreza opone un empeño
por llenar cada escena de lecciones morales, y un intento más bien tosco de dar
fondo a personajes que son meros clichés.
Lo que si
muestra la película es como la
desigualdad social a nivel mundial pero también en países ricos va creando una
sociedad muy dividida donde grandes sectores no tienen cabida en el mundo del
progreso y la riqueza y se forman macro guetos que a su vez crean modos de
relación diferentes entre los ciudadanos.
Es
entretenida, merece la pena verla y sobre todo meditar sobre el mundo que
estamos construyendo actualmente que nos conduce a una sociedad en dos velocidades. Una que avanza con el progreso y una adecuada distribución de la riqueza y otra que queda al margen, relegada y formando gigantescos guetos.
La odisea de los giles
Tanto la reciente El cuento de los
comadrejas como esta La odisea de los giles se
podrían englobar en un subgénero muy argentino susceptible de
denominarse (parafraseando a los Hermanos Lumiére y su Regador
Regado) «El timador timado». Aquí los protagonistas son
los habitantes de un pueblito recóndito de la provincia de Buenos Aires que a
principios del siglo XXI pierden todos sus ahorros tras la llegada del
corralito para darse cuenta, después, de que han sido estafados
inmisericordemente por un banquero y un abogado que manejaban información
privilegiada. Así que se constituyen en una especie de banda de
gánsteres amateurs y un tanto torpes, al estilo del gran clásico italiano Rufufú,
para vengarse y recuperar su dinero, lo que da pie a un thriller trufado de
innumerables situaciones de comedia y con un fuerte componente de crítica
social hacia los abusos de los poderosos sobre los giles del título (en
Argentina, dícese de las personas sencillas y simples susceptibles de ser
engañadas con facilidad).
UNA PELÍCULA AMABLE, DIVERTIDA Y VIVA QUE
REIVINDICA LA SOLIDARIDAD Y LA LEALTAD E INVITA A TENER ESPERANZA EN EL GÉNERO
HUMANO
Todo fluye con naturalidad y credibilidad a partir
de un guion que dosifica inteligentemente la intriga y dibuja unos personajes llenos de
autenticidad que le permiten a todos los miembros de un notable reparto tener
sus momentos de gloria individuales. Es verdad que se echan de más algunas
concesiones al dramatismo y al romanticismo que rompen un poco el ritmo y no
vienen a cuento, pero en general se trata de una película amable,
divertida y muy viva que reinvindica la solidaridad y la lealtad e
invita a tener una mínima esperanza en el género humano.
Lo antes
reseñado ha sido opinión muy generalizada entre los críticos cinematográficos.
Sin embargo a mi me decepcionó un poco en relación a los comentarios que había
leído previamente de este filme. Quizá la explicación entre mi visión y la
antes comentada se deba a que yo había leído anteriormente el libro en el que se
basa la película (La noche de la usina). Por ello conocía todas las situaciones
que se desarrollan en la película y no tuve ninguna sorpresa ni la
pude ver como un filme con cierto suspense respecto al final de la misma.
Aún así merece la pena pasar un buen rato en el cine y disfrutar de las
interpretaciones de los actores.
Yesterday
La atractiva premisa argumental de 'Yesterday' se
basa en un fenómeno extraño -tras un apagón, un músico mediocre se da cuenta de
que es la única persona en el mundo que recuerda a los Beatles. No se sabe porqué, simplemente sucede. Y da igual porque, en lugar
de sacar punta a esa estupenda idea de partida, la película prefiere
convertirse en una comedia romántica algo boba.
Basándose en un guion de Richard Curtis,
el director Danny Boyle por momentos coquetea con la idea de
desarrollar una realidad alternativa completa en la que también han
desaparecido otros iconos culturales como la Coca-Cola o Harry Potter,
y eso no hace sino poner aún más en evidencia todas las posibilidades
narrativas que desecha. De entrada, y pese a lo que la sensatez exigiría de una
película con ese argumento, no se le detecta interés en explorar la influencia
de los Beatles en la historia del pop o sugerir cómo habría sido la música posterior
sin ellos. Tampoco pone en duda que, en caso de aflorar en el paisaje musical
del 2019 -dominado por el pop electrónico y el trap-, las canciones del
cuarteto habrían sido éxitos instantáneos. Y además parece sostener que el
carisma de John, Paul, George y Ringo tuvo poco que ver en su legado, y que su
música es igual de buena si la interpreta un don nadie a la guitarra acústica.
En fin, una buena idea de la historia
desaprovechada. Además tiene un ritmo
aburrido y no crea demasiado interés en el espectador. No vale la pena
desplazarse a un cine para ver esta producción.
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