Conversaciones entre amigos (I). Hoy Javier Ródenas


Conversación entre amigos (I)

Redes sociales y nuevas tecnologías

La preocupación y el espacio-tiempo que ocupan las redes sociales y las nuevas tecnologías en nuestras vidas ha sido reiteradamente tratadas en las conversaciones entre los amigos de Sinapsis.  Tomando un café "virtual" elegí una serie de preguntas sobre el tema y se las he realizado  a amigos destacados que han analizado y reflexionado sobre este tema. 
En total son seis entrevistas-coloquio que se irán publicando en las próximas semanas.
Hoy comenzamos con Javier Ródenas.

Hoy con Javier Ródenas

Nuestro invitado y colaborador es Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y Diplomado en Guion por la Escuela de Cine de Madrid.  Comenzó su actividad profesional como crítico de cine en Guía del Ocio de Madrid. En sus 20 años de experiencia profesional, ha trabajado como script doctor de guiones para Canal Plus y Televisión Española y generado, desarrollado y guionizado series, programas de entretenimiento, así como contenido publicitario, branded y transmedia.



Entrevista-coloquio


Pregunta. 1)    En la mayoría de las sociedades actuales el uso del celular o móvil es masivo y además ocupa gran parte del tiempo que disponemos. Pareciera que la mayoría de las personas están “interconectadas” de forma casi constante. La comunicación entre los individuos es casi permanente. Observamos que ante cualquier resquicio temporal de soledad o de descanso de la actividad laboral u ocupacional que sea, el individuo coge el móvil y se “comunica”. Lo vemos en la calle, los sitios de trabajo, los lugares de ocio, al comer o disfrutar de la playa por solo mencionar algunos lugares.

¿Con esta actitud hemos mejorado la relación entre las personas?

Respuesta:

Rotundamente, no.

P. ¿Hablamos siempre con alguien para estar menos solos?

Respuesta:

No es mi caso personal porque me encanta estar solo, pero sé que me consideran bicho raro por ello y tengo la sensación de que el móvil ayuda a evitar la sensación de soledad.

P. ¿Es un escudo para aislarnos del entorno real?

Respuesta:

Muchas veces, sí.

P. ¿Esta hiperconectividad continua entre las personas de la sociedad, entendiendo como hiperconectividad el concepto que sintetiza la situación actual del ser humano en la cual vive conectado permanentemente a la información a través de diferentes dispositivos como la radio, la televisión, internet y el teléfono celular ¿significará en el futuro algún tipo de salto cualitativo evolutivo?

Respuesta:

Lo dudo.

 P. Se dice que parte del  avance del homo sapiens estribó en la mejor y más
intensa comunicación entre los mismos.

 ¿Significará algo de eso o no?

Respuesta:

 No lo creo. Precisamente la hiperconectividad actual me parece antagónica a la “intensa comunicación” que nos ayudó a avanzar.

P. ¿Importa solo la hiperconectividad o también la calidad del contenido de la comunicación?

Respuesta:

 Creo que el contenido sigue siendo clave, aunque la calidad del mismo es cada vez menos relevante.

P. Las personas casi de forma mayoritaria se comunican pero ya no se habla de forma directa. La palabra a través de la voz, los matices de la misma, los estados de ánimo, etcétera, desaparecen en el lenguaje escrito de los mensajes del celular.
          ¿No se pierden muchos aspectos de la comunicación al hacerlo solo por escrito o con imágenes o  emoticonos?

Respuesta:

 Sin duda que sí. En mi propia experiencia, cada vez intento ser más cuidadoso con lo que cuento por whatsapp, por muchos emoticonos con los que intente “matizar” y adjetivar mis palabras e intenciones. Creo que en este momento la tecnología que usamos no puede reemplazar la infinita cantidad de informaciones que, consciente o inconscientemente, se desprenden de la comunicación cara a cara.


P. 2)    Vivimos en un tiempo donde se percibe una pasión desmedida de gran parte de las personas por hacer fotos del entorno, de obras de museo, de la actividad que está realizando o del lugar en que se encuentra y hacerse fotos de su rostro solos o acompañados (selfies) y su colocación posterior en las redes.

 ¿Qué significado crees que tiene?

Respuesta:

Como cuarentón, no veo otra explicación que no sea un narcisismo casi patológico, pero, por el contacto que tengo con los nativos digitales que se hacen selfies desde que tienen uso de razón y no parecen siquiera conscientes de esa propia exposición, creo que es más un prejuicio de mi generación que otra cosa. O eso espero.




P. ¿Narcisismo, egoísmo? ¿socialización de la capacidad de tener una imagen que en la historia pasada era mucho más reducida o solo asequible a clases pudientes? ¿búsqueda de aceptación por parte del otro y “placer” mediado por neurotransmisores al recibir los “me gusta” o similares?

Respuesta:

Quiero pensar que no puede tratarse solo del placer de acumular likes ya que en esta especie de competición todos participan de una manera intensa y desmesurada y, a mi entender, en la mayor parte de los casos es una forma básica de comunicación donde el usuario obtiene tanto placer recibiendo likes como repartiéndolos entre su entorno.


P. 3)    Las personas hoy en día se desplazan por diferentes motivos a grandes distancias en el planeta. Sin duda que los medios tecnológicos (skype, video cámaras en el teléfono…) han revolucionado la comunicación entre los individuos que están alejados. Sin duda que es un hecho muy positivo, casi inimaginable hace unas décadas.
 Pero por el contrario las personas que están cerca y que tienen posibilidades de contacto directo con frecuencia lo eluden y lo hacen “escribiendo” en los celulares o el ordenador y ni siquiera usan la voz para contactar. Más aún, a veces están juntos pero separados cada uno con su móvil o celular departiendo con amigos lejanos.

          ¿A qué piensas que se debe ese comportamiento? ¿Imitación irreflexiva?


Respuesta:

 Para que se produzca la comunicación cara a cara es obligatorio que los dos interlocutores se pongan de acuerdo en compartir el mismo pedazo de tiempo y se junten para hablar. La comunicación vía móvil permite que sea yo el que impone el momento, comprometiendo al otro a que se pliegue a mi “oferta”. De hecho, parece rudo o grosero no responder inmediatamente un whatsapp y cualquier retraso en la respuesta a un mensaje obliga a quien lo recibe a justificar sus motivos. Por decirlo de otro modo, la comunicación “clásica” es cosa de dos. La actual, parece más bien un ejercicio solitario en el que cada vez parece menos relevante que haya alguien del otro lado.


P. 4)    Creo que compartiréis que los avances tecnológicos en comunicación y sus instrumentos derivados, ordenadores, redes, celulares, han favorecido una revolución jamás conocida para el acceso a la información y conocimientos científicos, culturales, educacionales, etcétera que probablemente sirva para el progreso individual y social de la humanidad.

¿Será el empleo excesivo del celular una forma de “expansión” del cerebro, de la cultura que favorece su transmisión casi en crecimiento exponencial aunque también conlleve lo malo o innecesario?

¿Es así o quieres matizar este tema?

Respuesta:

 Pienso más bien lo contrario. En mi niñez, el acceso a la información era tan limitado que yo atesoraba cualquier opción de abarcarla y casi memorizaba lo que cayera en mis manos. La generación actual tiene toda la información que crea poder necesitar al alcance de un click en un dispositivo del que nunca se separa y, precisamente por eso, la gran parte de las veces, ni siquiera se molesta en hacer ese click. me permito abrir un paréntesis completamente subjetivo:
He buscado y perseguido libros, discos o películas durante mi niñez y adolescencia y disfrutado el placer de encontrarlas como si de tesoros se tratara.
De la misma forma, recientemente he visto a los aspirantes a ingresar en la escuela de cine en la que trabajé como orientador académico jactarse de no saber quién es Steven Spielberg, de no haber visto jamás una película en blanco y negro o de no “tener tiempo para leer”. Todos coincidían en “ser malísimos para los nombres” para esconder su falta de conocimientos… y todos, eso sí, eran aspirantes a cineastas. Y cierro paréntesis.
Con esto quiero decir que soy muy pesimista respecto a las bondades colaterales o al considerar positivo una serie de fenómenos que llevan a minimizar el valor de la información y el conocimiento.



P. 5)    Las redes sociales cumplen también un papel positivo en las relaciones humanas.

¿No crees que del mismo modo también se ha convertido en un refugio de violentos, antidemócratas, cobardes, desestabilizadores de los sistemas democráticos entre otras acciones reprobables?

Respuesta:

 Totalmente. de nuevo, no tener a la cara al interlocutor puede convertirlo fácilmente en contrincante. Algo parecido a lo que sucede en los conflictos de tráfico, donde solo vemos el coche y, al no ver al conductor, no logramos empatizar con sus “errores” o “torpezas” al volante.

P. ¿Se puede hacer algo ya sea a nivel internacional, institucional o individual para minimizar esas acciones?

Respuesta:

 Ojalá se pudiera, pero soy, de nuevo, bastante pesimista al respecto. Mi única esperanza es que sea una moda que acabe por caducar.


P. 6)    Hoy la mayoría de los ciudadanos son conscientes que a través de los medios tecnológicos (celulares, ordenadores, etcétera, somos vigilados, controlados, espiados y se nos “roban” nuestros datos. Sin embargo, no hacemos nada y al parecer nuestros gobiernos tampoco nos protegen.

¿Crees que es así y piensas que se puede hacer algo para evitar esos hechos?

Respuesta:

Sin caer en la paranoia, sí parece claro que estamos bajo control y que la exposición de nuestras preferencias es un bocado muy suculento para las corporaciones, aunque no seamos conscientes del alcance y repercusión que ello implica.


7) ¿Qué opinas del enorme éxito de los videojuegos entre los jóvenes y cuáles serían los mecanismos por los que se desarrolla en muchos una adicción que los aparta del entorno entre otras cosas?




Respuesta:

Los videojuegos se diseñan para enganchar. Son uno de los mejores ejemplos de la importancia del contenido, independientemente de la “calidad” del mismo. El juego está diseñado para que pases horas en él y el éxito para los creadores estriba en esto. Como escritor de contenidos, sé que la clave es que suba la audiencia, que compren nuestro producto, que lo vean y utilicen. Si es una web o app, que pasen mucho tiempo en ella. Éticamente me puede repugnar, pero no culparía al joven de que haga justo lo que tanta gente brillante con tanto esfuerzo intenta conseguir: su fidelidad.


Nota: La próxima semana continuaremos con el coloquio-entrevista a amigos sobre este mismo tema. El próximo viernes corresponde a Alberto Salamanca, médico, escritor, humanista y autor del blog Mis Paseos con Jachi.

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