Miradas, sensaciones, dudas...(VIII)

Miradas, sensaciones, dudas…(VIII)

Diplomacia, cortesía, respeto… en retirada

Cuando en política nacional y sobre todo internacional los mecanismos de relación y convivencia expresados a través de la diplomacia, el respeto hacia el otro y la cortesía desaparecen, deben saltar las alarmas.
Después de los millones de muertos, mutilados, torturados y perseguidos de la segunda guerra mundial en la que se expresó lo peor del ser humano, la comunidad internacional, incluso en plena guerra fría, activó todos los mecanismos de relación entre países y líderes de naciones donde la cortesía, la educación y la diplomacia facilitaban o intentaban alejarnos de los horrores vividos.

Pareciera que actualmente con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha hecho trizas esta forma de comportamiento.

En su propio país trata con soberbia y desprecio a los que no comparten su forma de pensar y también amenaza a países más débiles escudado tras la potencia de la  nación en la que ahora desgraciadamente gobierna.



En estos días al visitar a un país aliado preferente del suyo, como es el Reino Unido, llega  a este insultando y burlándose del alcalde de Londres, profiriendo palabras despectivas para un miembro de la familia real y lo más llamativo inmiscuyéndose en la política interior del país anfitrión.
Lo del alcalde (Khan) fue la burda respuesta del mandatario americano ante el rechazo que había expresado el primer alcalde musulmán de Londres por la visita de Trump a su país.
En un artículo en 'The Observer', Khan consideró a Trump como “uno de los grandes ejemplos de la amenaza global de la extrema derecha”. Y añadía: “En años futuros me temo que le visita de Estado será profundamente lamentada al darnos cuenta de que estamos en el lado equivocado de la historia”. En el Reino Unido el 63% de los británicos piensa que Trump es un pésimo presidente, cifra que se eleva al 71% en la capital.  

Como es habitual, el actual inquilino de la Casa Blanca sabe sembrar la discordia allí por donde pasa. En el Reino Unido lo ha hecho respaldando a sus “amigos”, Nigel Farage (populista de extrema derecha) y Boris Johnson, criticando la negociación del 'brexit' de Theresa May y sugiriendo a Johnson para su reemplazo. También planteó que el Reino Unido debe irse sin acuerdos con la Unión Europea. En fin, total intromisión en los asuntos internos de otro país. Lo que debería ser inadmisible para la democracia británica y para el resto de países del mundo.
Ni el líder laborista (Corbyn), ni el de los liberales, Vince Cable, ni tampoco el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, aceptaron la invitación al banquete ofrecido en honor de Trump por la reina de Inglaterra. Bercow vetó además el que pudiera dirigirse al Parlamento, privilegio que sí otorgó a Barack Obama.    
Trump no entiende de normas elementales de cortesía y no ha tenido reparos en tildar a Meghan Markle de “desagradable”. La duquesa de Sussex tampoco participará en la visita presidencial.

En resumen, un impresentable que dirige el país más poderoso del mundo. Carece de sensibilidad hacia los débiles, hacia los inmigrantes, hacia las mujeres y desprecia las muy necesarias normas de cortesía, respeto y diplomacia que permiten a los diferentes países lograr un clima de concordia y de consenso en las difíciles relaciones internacionales.

¿No estaremos con individuos como éste repitiendo la historia que creíamos haber dejado atrás?
¿Hasta cuando las instituciones internacionales y los países democráticos van a tolerar las acciones y desplantes de semejante personaje?
El gran país que es Estados Unidos ¿hasta cuando tolerará a un presidente de esta catadura moral e intelectual?  
Esperemos que en las próximas elecciones democráticas los ciudadanos estadounidenses sean los que a través de sus leyes o de sus votos puedan acabar con el presidente de los “tuits”.

También deberíamos preguntarnos y reflexionar sobre por qué han reaparecido con fuerza en la actualidad mundial individuos como Trump, Farage, Bolsonaro, Orban, Salvini y tantos otros que están produciendo una regresión ética, moral y política en nuestras sociedades.

Sin duda que las fuerzas políticas clásicas tanto de derechas como de izquierdas han cometido errores. Es el momento de analizar, rectificar y enfrentarse dialécticamente a estas corrientes de retroceso histórico de las sociedades. Si no lo hacemos, puede que después sea ya demasiado tarde.

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*** Para cambiar totalmente de temática y ver algo agradable os remito a ver la obra de Rino Stefano.
Para celebrar el bicentenario del Museo del Prado, Rino Stefano y sus colaboradores han realizado un relato en vídeo, producido por El País Semanal, animando una treintena de cuadros de la pinacoteca.
Lo puedes ver (mejor en el ordenador y a pantalla grande) en Sinapsis en Arte: recomendaciones para disfrutar unos minutos.

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