Hoy Federico Soriguer. Coloquio entre amigos (III) Redes sociales




Conversaciones entre amigos (III)

Redes sociales y nuevas tecnologías

Hoy con:  Federico Soriguer Escofet

Federico Soriguer es Miembro de la Academia Malagueña de Ciencias, médico, exjefe de Servicio de Endocrinología, científico, escritor y humanista. Doctor en Medicina y Cirugía
ExDirector Científico del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Años 2010-2013)

Aprovechándome de su amistad y del interés que tiene por el conocimiento, la ciencia y por los problemas de la sociedad,  lo invité al café virtual de Sinapsis y junto a otros amigos conversamos sobre la temática de las redes sociales y de su influencia en cada uno de nosotros y en la sociedad actual.

Pasamos ya  a esas preguntas del coloquio




1)    P. En la mayoría de las sociedades actuales el uso del celular o móvil es masivo y además ocupa gran parte del tiempo que disponemos. Pareciera que la mayoría de las personas están “interconectadas” de forma casi constante. La comunicación entre los individuos es casi permanente. Observamos que ante cualquier resquicio temporal de soledad o de descanso de la actividad laboral u ocupacional que sea, el individuo coge el móvil y se “comunica”. Lo vemos en la calle, los sitios de trabajo, los lugares de ocio, al comer o disfrutar de la playa por solo mencionar algunos lugares.

¿Con esta actitud hemos mejorado la relación entre las personas?


Respuesta:

Pertenezco a una generación que hasta los 18 años no vio,  porque no la había,  televisión. Debo por tanto ser prudente a la hora de mantener una postura crítica pues la nostalgia de un paraíso  perdido, cualquiera que fuese,  está presente siempre. En todo caso en mi niñez y adolescencia las largas horas de la siesta en el verano las ocupábamos leyendo tebeos y las largas vacaciones, jugando. También escuchando historias o conversaciones de los adultos.  Hoy los niños y adolescentes tienen otras distracciones. Los niños, los adolescentes y los adultos. Aunque no soy un nativo digital me he incorporado no sin dificultad, al uso de los ordenadores y de los nuevos sistemas de comunicación, pero cuando me fallan, salvo por razones laborales, no me agobian, porque no tengo problema alguno para  sustituirlos por una buena conversación o un buen libro.  Lo que quiero decir, en fin, es que la comunicación virtual es inevitable, como lo es la realidad virtual y al igual que  cuando no había más que una realidad (la realidad) se enseñaba (mejor o peor) a la gente a relacionarse con ella, también ahora debería de hacerse algo parecido con la realidad virtual. Que no debería dejarse, en fin,   a la discreción de cada cual el aprendizaje de esta nueva realidad, sino que la sociedad debería diseñar estrategias para aprender a relacionarse con ella, para relacionarse en última instancia con las maquinas que son el soporte tangible de esta virtualidad.


P. ¿Hablamos siempre con alguien para estar menos solos?

Respuesta:

Hace no demasiado cuando veías a una persona hablando sola o gesticulando por la calle, mientras camina, te preocupabas. Probablemente era una persona enajenada. Hoy es tan habitual que a nadie llama la atención. Los adultos nos hemos incorporado sin dificultad y con el mismo entusiasmo a este cotorreo permanente. Siempre estuvimos conectados, siempre quisimos estarlo. Siempre nos buscamos unos a otros. A los humanos nos gusta conversar. Compartir. La tecnología hoy permite una conversación continua y universal. Sin barreras. Esto es muy positivo. Lo que hay que hacer es aprender a usar esta enorme posibilidad. Para mí el problema es la mercantilización de esta  comunicación. El monopolio de la comunicación virtual ha convertido a la conversación universal en un gigantesco mercado controlado por unos pocos, que sin escrúpulos de ningún tipo, lo que están haciendo es fomentar los deseos consumistas de millones de personas, ahora ya convertido el mundo en una mercado  global.  La transformación de ciudadanos comprometidos con el progreso de la humanidad en consumidores comprometidos con la satisfacción de los deseos individuales, es para mí el gran riesgo. Porque como muy bien han visto las grandes compañías el objetivo comercial es gestionar los deseos de los ciudadanos. Es por esto que frente a las grandes compañías es necesario crear estructuras democráticas políticas, (grandes estados supranacionales, como la UE por ejemplo) que sean capaces de defender a los ciudadanos de la intrusión en su vida por las grandes compañías. Los humanos somos seres más frágiles de lo que creemos. A un cocodrilo jamás le podrá convencer una mutinacional.  Lo tienen claro por diseño. Los humanos apenas tenemos recursos biológicos para defendernos de la manipulación. Somos un animal inacabado con un barniz de cultura, cuyo poder reside en las grandes masas, pues nadie es capaz de tener toda la información sobre la que se sustenta el hombre actual. Pensar el mundo es complicado y  lo es más salirse de él para pensarlo  Por eso son necesarios gentes, pensadores  (supongo que filósofos) capaces de pensar  el mundo, de distanciarse de él, como son necesarios hombres de acción que contrarresten mediante los instrumentos propios de las sociedades democráticas, los abusos sobre millones de personas, que carecen de los recursos para salirse aunque sea por momentos de su condición de consumidores de realidad virtual.  Como hacen falta ciudadanos críticos que sepan distinguir la virtual de la realidad misma, por cierto la única posible.


P. ¿Es un escudo para aislarnos del entorno real?

Respuesta:

Para mucha gente puede serlo. Nada importante si se es consciente y se es capaz de volver al mundo real.  Pero, afortunadamente la mayoría de la gente “vive” en los dos  mundos y se aprovecha de lo que puede de cada uno de ellos. Siempre hay humanos que tienen predisposición a “colgarse” de algo.  No iba a ser menos la realidad virtual. Lo que ocurre es que la otra realidad no se ha ido de vacaciones y antes o después termina imponiendo sus leyes. Y es sobre esto sobre lo que hay que advertir a la gente. Antes o después vendrá el toro de la realidad sin adjetivos y te cogerá. Mejor que te coja preparado.



P. ¿Esta hiperconectividad continua entre las personas de la sociedad, entendiendo como hiperconectividad el concepto que sintetiza la situación actual del ser humano en la cual vive conectado permanentemente a la información a través de diferentes dispositivos como la radio, la televisión, internet y el teléfono celular ¿significará en el futuro algún tipo de salto cualitativo evolutivo?

 Se dice que parte del  avance del homo sapiens estribó en la mejor y más
intensa comunicación entre los mismos.

 ¿Significará algo de eso o no?

Respuesta:

La evolución cultural y tecnológica del ser humano va a tal velocidad que lleva a rastras a la pobre y lenta evolución de la biología corporal que apenas da abasto a hacer frente a los nuevos retos que los cambios tecnológicos y culturales le plantea.
Para que haya una adaptación genotípica debida a la presión ambiental son necesarios al menos dos cosas. Que la presión ambiental se mantenga durante mucho tiempo y de manera constante y que la diversidad permita la selección de variantes polimórficas dentro de un grupo no demasiado abierto.  Lo que está ocurriendo con los cambios ambientales y tecnológicos es que se producen a tal velocidad que no parece que discurra el tiempo suficiente como para que en una población determinada se produzcan adaptaciones genotípicas. Por otro lado la intercomunicación mundial  ya no es solo virtual sino también biológica  y sexual con lo que la estabilidad selectiva de mutaciones adaptativas tiene menos posibilidades de ocurrir. En todo caso a muy largo plazo ocurrirán. Hay ejemplos numerosos de cambios adaptativos desde el neolítico  como el del gen de  la lactosa y otros. Pero mientras tanto lo que está ocurriendo es un desajuste entre la biología (el cuerpo) y el medio (la cultura). Buena parte de los problemas clínicos crónicos de nuestro tiempo (físicos y psicológicos) pueden ser hoy explicados por lo  que se llama ya medicina darwiniana.


P. ¿Importa solo la hiperconectividad o también la calidad del contenido de la comunicación?


Respuesta:

Probablemente ambos, pero una “hiperconectividad basura”, puede ser muy negativa para el desarrollo de la personalidad de un joven y, para un adulto una fuente de alienación.


P. Las personas casi de forma mayoritaria se comunican pero ya no se habla de forma directa. La palabra a través de la voz, los matices de la misma, los estados de ánimo, etcétera, desaparecen en el lenguaje escrito de los mensajes del celular.
          ¿No se pierden muchos aspectos de la comunicación al hacerlo solo por escrito o con imágenes o  emoticonos?

Respuesta:

Desde luego y la gente lo sabe. Sabe por ejemplo que no deben tenerse conversaciones serias por el Whatsapps, porque a poco que hayan tenido alguna experiencia,  habrán perdido algún amigo por un mal entendido semántico. Un whatsapps no es ni un telegrama ni una carta. No digamos un twiter. Pero la falta de precisión en el lenguaje oral y escrito  es anterior a esta tecnología. No hay que leer el libro “Sentimentalismo toxico” de Theodore Dalrymple, para saberlo.

No obstante a mí me parece que, al menos en nuestro espacio cultural la gente utiliza ambos medios de comunicación. El de siempre y el virtual. . A la gente le gusta salir, conversar hablar y lo hacen con un oído en el chat y otro en la conversación de la terraza. Lo que sí parece  es que el uso excesivo de la comunicación virtual trivializa la información y sus contenidos. Pero es cierto también lo contrario. Gente que antes no hubiera jamás leído un libro, ni ahora tampoco,  pero que ahora a través de la información virtual le llegan noticias de cosas que antes no le hubieran llegado. El problema es que hoy, ya lo sabemos, muchas de estas noticias no son solo información sino unidades de desinformación (noticias falsas) al servicio de intereses ocultos, (los ejemplos  políticos son los más claros pero no los únicos).
Un ejemplo más de la importancia de mantener de forma paralela un sistema educativo que entrene a la gente en el pensamiento crítico. Algo que para las grandes masas de población hasta ahora ha sido imposible de conseguir.



2)    P. Vivimos en un tiempo donde se percibe una pasión desmedida de gran parte de las personas por hacer fotos del entorno, de obras de museo, de la actividad que está realizando o del lugar en que se encuentra y hacerse fotos de su rostro solos o acompañados (selfies) y su colocación posterior en las redes. Pareciera que el gozo mayor está en ser “visto”, hacerse “viral” o buscar un reconocimiento.

 ¿Qué significado creéis que tiene?

¿Narcisismo, egoísmo? ¿socialización de la capacidad de tener una imagen que en la historia pasada era mucho más reducida o solo asequible a clases pudientes? ¿búsqueda de aceptación por parte del otro y “placer” mediado por neurotransmisores al recibir los “me gusta” o similares?

Respuesta:

Siempre ha habido necesidad de representar la imagen corporal. En muchos lugares aun todavía se fotografían a los muertos como una manera de inmortalizarlos. El autoretrato precursor del moderno selfie era uno de los mayores retos del cualquier pintor.  La tecnología hoy permite que la imagen se reproduzca al instante.  Se viaja a lugares lejanos, se fotografía, se hacen selfies posando con  el paraíso a las espaldas y se envía, sin haber vuelto la mirada. Es un ejemplo de que los viajes ya son otra cosa, pues ya no quedan tierras ignotas.  Lo importante es la vuelta. Del “Yo estuve allí”, lo importante es el “Yo”. Los jóvenes y no tan jóvenes, hombres y mujeres, posan con descaro profesional y se gustan. Disfrutan con su imagen y con su cuerpo. Este descaro es mejor que el puritanismo antiguo. El problema no es el disfrute con la búsqueda del mejor esquema corporal posible.  El problema es que la mirada no penetra y se queda en la superficie. La superficialidad de buena parte de la sociedad. Pero tampoco antes era muy distinto. La mayoría de los humanos no son “profundos”. Son simplemente humanos. Ahora la relación con el cuerpo se vive más desdramatizadamente. El problema son los patrones estéticos coercitivos a los que tanta gente se ve empujada por el marketing. Pero el gregarismo de las modas tampoco es nada nuevo. La impresión que me da es que aunque hay mucha gente que vive dramáticamente la relación con su cuerpo, la mayoría han conseguido desdramatizarla, exhibiendo su cuerpo con  una frivolidad que al ser compartida, pierde buena parte de su carácter negativo para convertirse en una forma de comunicación gestual festiva. Un nuevo hedonismo visual que hace que mucha gente que no se ve físicamente con frecuencia envejezca al mismo tiempo, evitando así esa sorpresa (¡nada agradable¡) a la que tantos nos hemos visto enfrentados cuando nos hemos encontrado con nuestros compañeros de promoción así que han pasado tantos años.


3)    P. Las personas hoy en día se desplazan por diferentes motivos a grandes distancias en el planeta. Sin duda que los medios tecnológicos (skype, video cámaras en el teléfono…) han revolucionado la comunicación entre los individuos que están alejados. Sin duda que es un hecho muy positivo, casi inimaginable hace unas décadas.
 Pero por el contrario las personas que están cerca y que tienen posibilidades de contacto directo con frecuencia lo eluden y lo hacen “escribiendo” en los celulares o el ordenador y ni siquiera usan la voz para contactar. Más aún, a veces están juntos pero separados cada uno con su móvil o celular departiendo con amigos lejanos.

          ¿A qué pensáis que se debe ese comportamiento? ¿Imitación irreflexiva?

Respuesta:

Pues no lo sé. A veces es más cómodo decirle algo a alguien virtualmente que en persona. No obstante cuando se le quiere dar un abrazo a alguien no sirve el móvil. Personalmente prefiero la comunicación inter-personal, tanto laboral como socialmente. También parece ocurrirle a la mayoría de las personas a juzgar por cómo están siempre las calles de abarrotadas. Me gusta que me atiendan los dependientes en las tiendas antes que ir a un gran almacén o a una nave a buscar el objeto de mi interés en una estantería, pero mucha gente prefiere esto último. Hay gente que le gusta hacer ellas las cosas por sí solas. Cuando dos personas tienen real interés una por la otra,  se buscan. Pero es verdad que con mucha frecuencia se ve en un restaurante a una pareja  en el que cada uno está mirando el móvil y el niño pequeño en su trona entretenido con alguna peliculita sobre la mesa. A  mí me parece más un problema estético que de otra naturaleza. Pero todos lo hemos hecho (creo) en alguna ocasión. Mantener una conversación las 24 horas del día es difícil. El onanismo virtual comunicativo puede ser una manera de gestionar los largos silencios que con tanta frecuencia hay entre las personas que conviven a tiempo completos.

4)    P. Creo que compartiréis que los avances tecnológicos en comunicación y sus instrumentos derivados, ordenadores, redes, celulares, han favorecido una revolución jamás conocida para el acceso a la información y conocimientos científicos, culturales, educacionales, etcétera que probablemente sirva para el progreso individual y social de la humanidad.

¿Será el empleo excesivo del celular una forma de “expansión” del cerebro, de la cultura que favorece su transmisión casi en crecimiento exponencial aunque también conlleve lo malo o innecesario?

¿Es así o queréis matizar este tema?

Respuesta:

Es parte de lo que Bartras, un antropólogo mejicano llamo exocerebro y Ortega ya en los años treinta del pasado siglo quiso decir al definir a los humanos como “centauros ontológicos”. Desde la revolución cognitiva y de manera exponencial desde el neolítico hasta nuestro tiempo la tecnología no ha sido más que el instrumento que ha utilizado el cerebro para cubrir sus limitaciones. (disculpe el posible lector el estilo finalista de esta conversación, inapropiado para hablar de la evolución)  Como todas las tecnologías su uso no es neutral ni indiferente.  En este caso son muchos los problemas que plantea. Citamos en este momento la enorme distancia que se está generando entre la información y el conocimiento. Una persona culta es una persona cultivada. No por tener más información se es más culto ni más inteligente. Haber leído  20 o 30 buenos libros en tu vida y asimilado,  te puede convertir en una persona cultivada. Tener la biblioteca universal en la memoria del móvil no te aporta nada más que ruido en la velocidad de procesamiento del trasto.
No me resisto a copiar en este momento (con un clik del teclado) el poema LA ROCA de T.S.Elliot  premio Nobel de literatura en 1948:

Se cíerne el águila en la cumbre del cielo,
El cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
Trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;
Conocimiento del habla, pero no del silencio;
Conocimiento de las palabras e ignorancia de la Palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
Toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
Pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
Nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.


5)    P. Las redes sociales cumplen también un papel positivo en las relaciones humanas.

¿No creéis que del mismo modo también se ha convertido en un refugio de violentos, antidemócratas, cobardes, desestabilizadores de los sistemas democráticos, pederastas, acosadores, entre otras acciones reprobables?

Respuesta:

Sin suda. La manipulación de las gentes forma parte de la historia universal de la infamia De la tentación de todas las tiranías. Las modernas tecnologías permiten ahora hacerlo de manera masiva. Universal. Estamos comenzando a tomar conciencia de ello ahora. Mucho hemos tardado. Los casos de USA, GB o Cataluña, en Occidente son claros. La sociedad civil, los tecnólogos y teóricos de la información, los filósofos y sociólogos,  y, sobre todo,  los políticos demócratas, deben tomar nota y poner en marcha medidas para contrarrestar el control social y la generación de noticias falsas capaces de construir opiniones públicas toxicas. Probablemente sea este, junto con la lucha contra las desigualdades evitables,  el más importante reto de las actuales democracias. No será fácil. Las nuevas tecnologías que se anuncian como las llamadas 5G (que no sé muy bien en qué consisten), lo van a poner cada vez más  complicado.

P. ¿Se puede hacer algo ya sea a nivel internacional, institucional o individual para minimizar esas acciones?

Respuesta:

Se puede y se debe. La UE ya lo está intentando. La primera medida debería ser la lucha contras los oligopolios informativos. Otras como la “localización” frente a la “deslocalización” de las empresas de lo virtual, el pago de impuestos reales en función de beneficios, etc, se están comenzando ya a aplicar.

6)    P. Hoy la mayoría de los ciudadanos son conscientes que a través de los medios tecnológicos (celulares, ordenadores, etcétera, somos vigilados, controlados, espiados y se nos “roban” nuestros datos. Sin embargo, no hacemos nada y al parecer nuestros gobiernos tampoco nos protegen.

¿Creéis que es así y pensáis que se puede hacer para evitar esos hechos?

Respuesta:

Parece que es así, pero para los  ciudadanos tomados uno a uno es difícil de percibir. Hay muchas cosas que se podrían hacer. Algunas arriba comentadas. El debate en este punto es el de la inteligencia artificial (IA)  como nuevo competidor del mercado global. Hay tal fe en los big data que la gente comienza a matarse por ellos como antes lo hacía por el oro, los diamantes o el petróleo. Pero los big data no son más que basura espacial.  Hoy las grandes compañías creen que pueden gestionar los deseos de las personas y sustituir buena parte de su productividad con los algoritmos generados a partir de los big data. Hay un viejo dicho medieval que dice que si a un odre de vino se le añade basura el resultado es basura y que si a un cubo de basura se le añade un buen vino el resultado también es basura. Así con los big data.

7) P. ¿Qué opináis del enorme éxito de los videojuegos entre los jóvenes y cuáles serían los mecanismos por los que se desarrolla en muchos una adicción que los aparta del entorno entre otras cosas?

Respuesta:

No sé nada de videojuegos. Nunca he jugado. Apenas se nada de los jóvenes. Solo sé que es una etapa que suele ser breve. Como he comentado antes,  los humanos tenemos tendencias adictivas. He leído que los jóvenes se enganchan a los videojuegos. Pero por lo general suelen salir cuando les llega la hora de trabajar. Si es que tienen trabajo, que ese sí que me parece un problema grave.
Lo que sí me parece un  problema es la dificultad que tiene hoy la gente para atender, para concentrarse, para estar atentos, para el silencio. Esto es nuevo en la historia de la humanidad.  He leído que los altos ejecutivos de Sillicon Valley les tienen prohibido a sus hijos el uso de móviles y otros cacharros, y los llevan a caros colegios en donde por contrato se obligan a no usar tecnologías virtuales hasta cumplir por lo menos los 16 años. Ellos conocen bien los efectos adversos del mal uso y del uso precoz e inmaduro de toda esta cacharrería. El uso acrítico de toda esta tecnología ha llevado a que los mismos que prohíben a sus hijos utilizarla hayan convencido a todos los papanatas del mundo, incluido los países en vías de desarrollo que no tienen para comer,  que deben tener en sus escuelas móviles y ordenadores para que sus hijos no sean analfabetos digitales. No me explico la prisa de estas sociedades para dejar de ser “nativos” y pasar a serlo “digitales”. Parece más importante aprender a escribir sin faltas de ortografía, saber construir frases correctamente, aprender a expresar conceptos con claridad y cosas así, que aprender a conectarse a internet. Algunos  hemos aprendido cuatro cosas de internet con 50 años, en una época heroica en donde los ciudadanos éramos utilizados como cobayas de experimentación por los programadores,  ¿porqué no puede entonces esperar un niño un poco antes de convertir en un internauta?.

Pero, en realidad,  la verdad es que de todas las preguntas que me has hecho con una confianza en mi opinión que solo la amistad de Sinapsis  justifica, solo hubiera cabido una respuesta. No tengo ni idea de lo que estoy diciendo. 


Nota: La próxima semana continuaremos este coloquio con el escritor Víctor Frías Jiménez.


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