Reglas morales universales. Artículo recomendado

En marzo de este año se publicó en Tendencias 21 un artículo que trata el tema de los códigos éticos y morales que  ha desarrollado nuestra especie para la convivencia. Se transcribe a continuación para su lectura y análisis.

La humanidad comparte un código moral común

La ética evolucionó en nuestra especie para promover la cooperación


La humanidad comparte un código ético común basado en siete reglas que se siguen en todas las culturas: nos llevan a abordar de forma parecida los problemas sociales y a usar un conjunto similar de reglas morales para resolverlos.






Antropólogos de la Universidad de Oxford han descubierto lo que consideran las siete reglas morales universales que se encuentran en todas las sociedades del mundo.

Mediante una encuesta realizada a 60 culturas diferentes, han podido establecer que siete normas éticas son comunes a la humanidad: ayudar a la familia, a la comunidad a la que se pertenece, devolver favores, ser valientes, respetar a los mayores, distribuir de manera justa los recursos y respetar las propiedades de los demás.

Si buscábamos un marco ético común desarrollado a lo largo de la evolución humana, este es el perfil culturalmente aceptado por nuestra especie. Es la primera vez que se profundiza tanto en el ética humana, ya que anteriores estudios habían obtenido resultados parciales de los valores compartidos en diferentes culturas.

El nuevo trabajo, dirigido por Oliver Scott Curry, Daniel Austin Mullins y Harvey Whitehouse, es el estudio intercultural más grande y completo jamás realizado sobre el tema de la moralidad.

Código universal

“Personas de todo el mundo enfrentan un conjunto de problemas sociales de forma parecida y usan un conjunto similar de reglas morales para resolverlos. Como se esperaba, estas siete reglas morales parecen ser universales en todas las culturas. Todos compartimos un código moral común. Todos están de acuerdo en que cooperar y promover el bien común es lo correcto”, explica Oliver Scott Curry, investigador principal, en un comunicado.

El estudio probó la teoría de que la moralidad evolucionó para promover la cooperación, y que, debido a que existen muchos tipos de cooperación, existen también muchos tipos de moralidad.

De acuerdo con esta teoría de la moralidad como cooperación, la selección de parientes explica por qué sentimos un deber especial de cuidar a nuestras familias y por qué aborrecemos el incesto.

El mutualismo explica por qué formamos grupos y coaliciones (hay fuerza y ​​seguridad en los números) y, por lo tanto, por qué valoramos la unidad, la solidaridad y la lealtad.

El intercambio social explica por qué confiamos en los demás, correspondemos favores, sentimos culpa y gratitud, reparamos y perdonamos. Y la resolución de conflictos explica por qué nos involucramos en demostraciones costosas de destreza como la valentía y la generosidad, por qué respetamos a nuestros mayores, por qué dividimos los recursos en disputa de manera justa y por qué reconocemos la posesión previa.

Comportamientos moralmente buenos para todos

La investigación descubrió, primero, que estos siete comportamientos cooperativos siempre se consideraban moralmente buenos. Segundo, se encontraron ejemplos de la mayoría de estas actitudes éticas en la mayoría de las sociedades. Es más: no hubo ninguna sociedad en la que cualquiera de estos comportamientos se considerara moralmente malo. Y tercero, estas actitudes éticas se observaron con igual frecuencia en todos los continentes; no eran propiedad exclusiva de 'Occidente' o de cualquier otra región.

Así, entre los amhara de Etiopía, ignorar la obligación de parentesco se considera una desviación vergonzosa, que indica un carácter malvado. En Corea, existe una ética comunitaria igualitaria de asistencia mutua y cooperación entre vecinos y una fuerte solidaridad dentro del grupo.

La reciprocidad se observa en cada etapa de la vida de Garo, una etnia de Meghalaya, en La India, y tiene un lugar muy destacado en la estructura social de los valores de esta etnia. Entre los Maasai de Kenya,  los que se aferran a las virtudes de los guerreros siguen siendo muy respetados.

Los Bemba, un pueblo bantú del África austral, exhiben un profundo sentido de respeto por la autoridad de los ancianos. La idea de justicia de los Kapauku en Indonesia se llama 'uta-uta, media mitad, cuyo significado se acerca mucho a lo que llamamos equidad, según los investigadores. Y entre los tarahumaras, del norte de México, el respeto por la propiedad de otros es la clave de todas las relaciones interpersonales.

Variaciones

El estudio también detectó variaciones, ya que, aunque todas las sociedades parecían estar de acuerdo con las siete reglas morales básicas, variaban también en la forma en que las priorizaban o clasificaban.

El equipo ha desarrollado un nuevo cuestionario para recopilar datos sobre los valores morales modernos, y está investigando si la variación intercultural en los valores morales refleja la variación en el valor de la cooperación en diferentes condiciones sociales.

Según el coautor Harvey Whitehouse, los antropólogos se encuentran en una posición única para responder preguntas muy antiguas sobre los universales morales y el relativismo moral. “Nuestro estudio se basó en descripciones históricas de culturas de todo el mundo; estos datos se recopilaron antes e independientemente del desarrollo de las teorías que estábamos probando. Futuros trabajos podrán probar predicciones más precisas de la teoría mediante la recopilación de nuevos datos, incluso de manera más sistemática”.

 “Esperamos que esta investigación ayude a promover el entendimiento mutuo entre personas de diferentes culturas. Apreciamos lo que tenemos en común, y cómo y por qué somos diferentes", concluye Curry.

Referencia

Is It Good to Cooperate? Testing the Theory of Morality-as-Cooperation in 60 Societies. Oliver Scott Curry, Daniel Austin Mullins, Harvey Whitehouse. Current Antropology. Volume 60, Number 1, February 2019, 47-69. DOI: https://doi.org/10.1086/701478
 
Publicado en Revista Tendencias 21. Tendencias sociales. 11 de marzo de 2019

Comentarios

  1. Los resultados del estudio de los Antropólogos de la Universidad de Oxford son del mayor interés. Los autores creen haber descubierto los universales éticos y los reducen a siete. El estudio está abierto a interpretaciones y una de las primeras nos lleva a la pregunta de cómo siendo tan diversas las culturas y habiendo estado tan aisladas unas de otras, puede existir este universalismo ético. La respuesta solo puede venir desde el otro único común denominador de lo humano, la biología y la genética. Como se supone que la biología fue primero, la conclusión más inmediata sería que los resultados de este estudio soportarían las tesis que consideran que los valores, esas unidades del comportamiento que definen a lo humano, estarían determinados genéticamente. El descubrimiento en los animales superiores de rasgos primarios de las emociones humanas, seria la prueba del nueve de quienes consideran a la condición humana solo como el resultado de la expresión genética. Pero, ¿realmente es así? El cuerpo humano es un constructo que no solo integra aquello que hay debajo de la piel sino también otros mundos con los que cohabita como son los microbios (microbiota), pero también y sobre todo con el espacio que le rodea, llamado medio ambiente para el resto de los seres vivos pero que para los humanos es mucho más adecuado llamarlo cultura. Un espacio cultural sin el que los humanos no podrían sobrevivir. Un medio ambiente humano generado desde el cuerpo, y a su vez capaz de influir y moldear al mismo cuerpo. Hoy no podemos hablar de los genes sin hacerlo al mismo tiempo del medio ambiente específicamente humano: la cultura. Ambos, genes y cultura, están estrechamente relacionados, condicionándose mutuamente. Esto que es bien conocido para genes como el de la lactasa es en cambio ignorado para esos otros aspectos de la condición humana como son estos universales éticos hoy “descubiertos”. Porque lo que caracteriza al comportamiento humano es la enorme diversidad moral frente a la relativamente escasa variabilidad biológica. La investigación de cómo influye esta variabilidad axiológica en la corporalidad (incluida la genética o especialmente en la genética) es un campo de estudio apenas ahora iniciado. Por otro lado si existieran unos valores universales de la bondad (ética) es razonable pensar que deben existir también unos patrones universales de la maldad, que por las mismas razones que antes deberían también estar condicionadas genéticamente. ¿Existe un correlato genético para el comportamiento moral de Hitler y San Francisco de Asis? Y sobre todo existe un correlato genético para los millones de alemanes y no alemanes que lo siguieron o para los millones de personas que intentan vivir como Asis. Existe una explicación genética para todos aquellos millones de alemanes que habiendo abrazado las tesis nazis, en horas veinticuatro cambiaron su manera de interpretar el mundo y abrazaron los valores de sus enemigos demócratas?. ¿Y para aquellos que habiendo llevado una conducta intachable un dia rompen los moldes y hacen del mal su norte? ¿Será algún día posible explicarlos a todos ellos incluidos sus cambios de “condición” , solo como la expresión de una determinada enzima a partir de una determinada secuencia de bases púricas y pirimidínicas?. En ello están buena parte de la investigación neurobiológica. Les deseamos suerte, aunque algunos pensamos que sería un camino más corto volver la mirada a las estrechas, complejas y profundas relaciones entre la cultura y la biología, entre otras cosas porque mientras que la biología camina como una tortuga la cultura lo hace con los pies ligeros de un Aquiles, del que ya sabemos por la aporía de Zenón, que por mucho que corra nunca llegará a alcanzar a la perezosa tortuga. Un reptil simpático que ha sido capaz de sobrevivir millones de años con su lento y torpe caminar. Pero, no ¿sería más fácil y más útil que en lugar de intentar hacer de la tortuga una fórmula uno nos dedicásemos a desacelerar el ritmo de la historia humana?

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  2. Casi todos los valores, y normas éticas y morales, me parecen relativas a las circunstancias, y no absolutas, es una ética de la situación.

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  3. Solidaridad (depende de con quién seas solidario), Bondad (con algunos en algunos casos es mejor no serlo), Tolerancia (¿hay que ser tolerante con los intolerantes peligrosos?), No mentir (a veces es mejor mentir), No robarás (a veces está justificado hacerlo), No matarás (por supuesto, es una norma básica, la más básica pero ¿y si matando a Hitler y/o Stalin evitas grandes horrores, por ejemplo)...Y así con un larguísimo etc. Aunque también hay algunos valores o normas que pueden ser considerados como absolutos. No creo que haya nada que pueda justificar una violación o el abuso sexual a niños y niñas o el racismo o la desigualdad entre hombres y mujeres, por ejemplo. Pero la gran mayoría son relativos a las circunstancias, podrían ser absolutos en un mundo "ideal" pero no en el mundo real. Aunque como objetivo debemos tener el de acercarnos lo máximo posible a ese "ideal" inalcanzable.

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