Breves comentarios sobre literatura y cine




Breves comentarios sobre obras literarias y cine

Recientemente he leído La muerte del comendador (Volúmenes 1 y 2) de Haruki Murakami y La noche de la Usina de Eduardo Sacheri. En cine vi los filmes La caída del imperio americano y La espía roja.
Os expongo mi opinión de lector asiduo y de cinéfilo aficionado sin formación profesional alguna. De todos modos pienso que las obras van destinadas a los ciudadanos de a pié y no a expertos en esas disciplinas. Ese convencimiento me lleva a compartir con vosotros mi opinión.



La muerte del comendador, obra de Murakami, me defraudó notablemente. Con Murakami he sentido el placer de la lectura en Kafka en la orilla, en algunos de sus cuentos y he notado su simpleza narrativa pero muy positiva en De qué hablo cuando hablo de escribir. Hay otras obras suyas que las abandoné en el proceso de lectura.
En La muerte del comendador vi una prosa muy simple y podría decir que “mala” a la que atribuí que podría deberse a la traducción. Pero eso no lo consideré tan importante. Aunque algunos críticos de esta novela “veían” metáforas diversas en la temática y en las características de los personajes como el proceso de creación artística y la visión de mundos que no vemos, a mi me pareció soporífera, artificial, inconsistente y con un intento de lograr una “fantasía” mágica que bordea el ridículo. Además en ningún momento el lector empatiza o comparte las vicisitudes de ninguno de los personajes. En fin, creo que su lectura puede significar una pérdida de tiempo.


Pasado unos días de la lectura anterior, me regalaron una novela de un escritor argentino, Eduardo Sacheri que se titula La noche de la Usina.
Fue un antídoto de la anterior obra comentada en el sentido del entretenimiento. La leí en dos días. Me reí, me divertí y también me trasladé en el tiempo a aquel triste y duro periodo del Corralito en Argentina producto de una de sus cíclicas crisis económicas. Los personajes de esta novela son entrañables y su “comportamiento, conversaciones y sabiduría” muy argentinas. Ese quizás sea un punto de debilidad para su lectura fuera del país sudamericano. Quizás requiere un conocimiento más profundo de esa idiosincrasia manifestada en los personajes de la novela. El autor de la misma ya nos había sorprendido hace años con una novela que también se llevó al cine titulada El secreto de sus ojos. Resumiendo es un buen entretenimiento, refleja una etapa difícil de Argentina y está cargada de humanidad que se expresa en sus personajes.

Aprovechando los festivos de semana santa fui al cine a ver dos películas.



La primera se titula La caída del Imperio americano. Pertenece al director Denys Arcand que, ya hace años, había realizado El declive del imperio americano ( 1986) y Las invasiones bárbaras (2003). Creo que la película actual es la más floja. Las dos previas y sobre todo la primera fueron con diferencia bastante mejores. Ambas reflejaban situaciones humanas para la reflexión en un entorno burgués ilustrado. Trataban de la vida, la muerte, errores, visiones diferentes del punto de vista del género, etcétera.
La caída del imperio americano está bien hecha, entretiene sin profundidad alguna y al salir de la sala te has olvidado de ella. Es de las películas que un día podríamos ver en casa si no tenemos otra cosa para hacer. Trata del tema de las elecciones en la vida donde los criterios de valor están siempre presentes.


La segunda película que vi estos días es La espía roja del director Trevor Nunn.
Es correcta, entretiene, está bien hecha y los protagonistas actúan bien. El defecto que tiene es que se parece a muchas otras películas similares ya vistas tanto por la época y por la temática que desarrolla. A pesar de ello, días después la he recordado sobre  todo por que si refleja los sacrificios que muchos hombres y mujeres hicieron durante la segunda guerra mundial y en la guerra fría posterior siguiendo a ideales que posteriormente vieron que no eran quizás los correctos. Es una película que apasiona por el tema pero está realizada de una forma tan convencional, casi melodramática y “muy vista” que hace desmerecer el tema en sí.
También para ver en casa y reflexionar sobre esta temática. La historia está basada en hechos reales.

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