Otros relatos breves de Elsa Bueno y Carlos Bustamante

A continuación se transcriben algunos relatos de Elsa Bueno Gaona y una obra enigmática titulada Memoria Ágrafa (El silencio)  de Carlos Bustamante.

Relatos Elsa Bueno Gaona


Z O M B I S

Hay que seguir creyendo en él, en la ausencia de daño consciente o alevosía en sus actos, en su presunta inocencia; aunque lo señalen evidencia, testigos y pruebas; aunque lo condenen a la silla eléctrica o a perpetua; aunque sea él, el asesino que te ha matado y lo sepas con certeza. El mismo homicida te hará regresar de entre los muertos y hará brotar en tu pecho la vida de nuevo. 
Él siempre existe. Es eterno, imperecedero, perpetuo, infinito, inmortal. Y anda por ahí, con su flor en una mano y en la otra su guadaña; con la adoración en la mirada y en su boca, un requiebro o la parca. 
Y resulta que pasamos la vida entre muertos vivientes y nunca me había parado a pensar en ello…

 Elsa Bueno Gaona




S I N C E R I C I D I O

Sentía y escribió. Vivía y escribió. Se rompía y escribió.
En los espacios entre letras fue dejando gotas de su ser, de su querer como un ciclón que él no supo ver. Y siguió sintiendo y lo escribió.
Se abrió en canal palabra a palabra, sin peros, sin miramientos, sin protección; derramándose hasta quebrarse tras cada punto, tras cada acento, tras cada coma. Aires de puntuación, interrogantes inhalados con su nombre a pleno pulmón la dejaron sin respiración.  
Nunca aprendió a leerla por eso jamás entendió qué la mató. 

Elas Bueno Gaona





Memoria Ágrafa (El silencio)
Carlos Bustamante

Carlos se sentía abatido, confuso, en cierto modo frustrado al ver que sus proyectos individuales y grupales se desvanecían en la nada o caían como un castillo de naipes. También estaba abstraído y preocupado por el paso del tiempo no solo como una vivencia personal si no también social.
Era consciente que a pesar de todo era un privilegiado en este mundo de comienzos de siglo. Había vivido muchas cosas y decidió escribirlas. Lo más queridos, como ocurre casi siempre, por la biología y el tiempo escapaban ya a sus deseos y planes. Le mantenía con ganas de seguir adelante los sentimientos que lo unía a su pareja y también a algunos de sus amigos. Le entristecía la imbecilidad humana a nivel de los poderosos, los políticos y los que miraban hacia otro lado con los cambios inducidos por el hombre en el planeta. La desigualdad, la injusticia, la maldad y la falta de libertades le dañaban su optimismo. Sus propios errores, limitaciones y desencantos lo torturaban.
Decidió escribir sus pensamientos en una obra que tituló  Memoria Ágrafa (El silencio). Era esta transparente, diáfana, casi imperceptible salvo para algunos. A continuación se transcribe, aunque tú también puedes escribirla aprovechando esos espacios vacíos y sentimientos compartidos. El autor te invita a completar el texto, aunque advierte que no todos pueden visualizar el manuscrito…


Memoria Ágrafa (El silencio)

En un balance de la …    ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------  ... Fin.




Tras todas estas páginas dio punto final a sus reflexiones. Se despidió esperando que lo comprendiesen desde la crítica empática  hacia un escritor mediocre pero sincero. Después se puso a leer lo que habían escrito sus lectores.

Carlos Bustamante




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