La amistad y la genética
En la sección Scilogs de la Revista de Investigación y Ciencia de este mes se ha publicado un artículo curioso sobre las relaciones entre amistad y genética. Más abajo está el el enlace del artículo y un comentario de Julio Rodríguez al respecto.
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https://www.investigacionyciencia.es/blogs/medicina-y-biologia/27/posts/los-amigos-son-ms-similares-genticamente-entre-ellos-que-con-los-dems-17264?utm_source=boletin&utm_medium=email&utm_campaign=Psicolog%C3%ADa+y+neurociencias+-+Marzo
Los amigos son más similares
genéticamente entre ellos que con los demás
02/03/2019 Scilogs .
Revista de Investigación y Ciencia
Julio Rodríguez
Científico,
Biólogo, Doctor en Medicina Molecular, psicólogo, escritor y divulgador. Hago
diagnóstico genético en la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica
(FPGMX).
Fui
investigador en genética de trastornos psiquiátricos en la Fundación Instituto
de Investigación Sanitaria (FIDIS) y la Universidad de Santiago de Compostela
(USC).
Trabajé un tiempo en la Universidad de Oxford y en el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid.
Foto tomada de Clarín
Es bien sabido que los seres humanos tienden a agruparse con otros humanos con los que comparten gustos, aficiones, opiniones o características. Pero hasta ahora no se sabía si esta elección de amigos era debida a un factor ambiental (trabajar en el mismo sitio, vivir en el mismo sitio, ir a los mismos eventos, etc...) o mediada por los genes.
Es bien sabido que los seres humanos tienden a agruparse con otros humanos con los que comparten gustos, aficiones, opiniones o características. Pero hasta ahora no se sabía si esta elección de amigos era debida a un factor ambiental (trabajar en el mismo sitio, vivir en el mismo sitio, ir a los mismos eventos, etc...) o mediada por los genes.
En un estudio publicado en la revista The
Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), se muestra
que el factor genético es muy importante a la hora de elegir amistades.
En dicho estudio, los autores demuestran que los grupos de amigos comparten
un patrón genético similar, lo que sugiere que a la hora de
"escoger" a nuestros amigos, nuestros genes tienen "algo que
decir".
Para realizar el estudio, los investigadores,
liderados por James Fowler, del departamento de sociología de la Universidad de
California en San Diego, analizaron los patrones de variación genética en
un grupo heterogéneo de 9000 hombres y mujeres entre los que se incluían amigos
y extraños. Los genes estudiados fueron cuidadosamente seleccionados ya que se
había visto previamente que estaban implicados en el comportamiento
social.
Después de realizar diversos análisis, los datos
arrojaron un resultado positivo. En el caso del gen DRD2 los
amigos poseían la misma variante genética mientras que los extraños poseían la
variante contraria. Además, esta correlación se producía incluso teniendo en
cuenta el sexo, raza o cualquier otro posible factor que pudiese influir.
El gen DRD2 codifica para el
receptor D2 de la dopamina. La
dopamina es un neurotransmisor, es decir, un mediador de comunicación entre
neuronas. De hecho está implicada en procesos de comportamiento y cognición,
como el aprendizaje, la atención, el humor, la motivación o el sueño. Estudios
recientes han descubierto que participa en los fenómenos de aprendizaje y
adquisición de nuevos comportamientos, ya que es liberada cuando se consigue un
objetivo positivo, activando los circuitos cerebrales de recompensa, lo que
provoca una sensación de bienestar o placer. Teniendo esto en cuenta, su
papel en los procesos sociales y de establecimiento de amistad es
bastante razonable.
Lo más importante de este trabajo no es el
hallazgo en sí, sino sus implicaciones indirectas. Estos resultados concuerdan
perfectamente con las teorías elaborada por el genial biólogo británico Richard
Dawkins. Según esta teoría, nuestros genes guían nuestro comportamiento con
el único objetivo de pasar a la siguiente generación. De esta manera, nosotros
cuidaríamos más a un familiar que a un extraño porque el familiar tiene más
genes parecidos a los nuestros que el extraño. Si sobrevive el familiar,
sobreviven nuestros genes. Según los resultados de este estudio, también escogeríamos
a nuestras amistades según si tienen genes parecidos a los nuestros o no,
en último término como una medida de "protección" para nuestros
propios genes.
Esto que en principio parece tan extraño, no lo es
si lo pensamos detenidamente. Los genes que tenemos influyen en nuestro comportamiento, en nuestro
carácter, en nuestros gustos, en nuestras aficiones,... y esto hace que
elijamos unas cosas u otras a lo largo de nuestra vida. Si esto lo hace el
resto de la gente, al final nos acabamos juntando los que tenemos genes
parecidos. Por ejemplo, nuestros genes nos hacen que seamos más arriesgados,
eso hace que nos guste el deporte de riesgo, asistimos a eventos en los que se
practiquen deportes de riesgo, y allí conoceremos a gente que también le gusta
los deportes de riesgo, por lo tanto, acabaremos siendo amigos de esa gente.
Este ejemplo se puede extrapolar a gente que tenga talento musical (irá al
conservatorio con otros como ellos), que posea una capacidad intelectual
elevada (se acabará relacionando con gente de su mismo nivel intelectual),
gente que posea una capacidad de resistencia física especial (acabarán metidos
en equipos de atletismo con gente como ellos), gente que posea una sensibilidad
especial con el resto de seres vivos (acabará metida en un grupo ecologista con
otros como ellos)... Como consecuencia, sin saberlo, nuestros genes nos
llevan a conocer a gente que posee genes similares a los nuestros.
Harán falta nuevos estudios que corroboren lo que
han encontrado estos investigadores americanos, pero en principio los
resultados obtenidos son alentadores ya que tienen sentido desde el
punto de vista evolutivo. Por supuesto, nada en la naturaleza pasa por
casualidad, todo tiene una explicación. Si nuestros genes nos guían para que
nos juntemos con otros individuos que tienen unos genes similares es por una
razón, y esta razón es que un grupo cohesionado es un grupo fuerte, y
un grupo fuerte, en un entorno natural, tiene muchas más opciones de sobrevivir
que un grupo pequeño o débil. Más posibilidades de sobrevivir implican
más probabilidades de reproducción y de supervivencia de la descendencia, lo
que a fin de cuentas implica que los genes aumentan sus copias y pasan a la
siguiente generación. Todo se reduce a eso, así de simple y así de complicado.
Referencias
Fowler, J., Settle, J., & Christakis, N.
(2011). Correlated genotypes in friendship networks. Proceedings of the
National Academy of Sciences DOI: 10.1073/pnas.1011687108
Domingue, B. W., Belsky, D. W., Fletcher, J. M.,
Conley, D., Boardman, J. D., & Harris, K. M. (2018). The social genome of
friends and schoolmates in the National Longitudinal Study of Adolescent to
Adult Health. Proceedings of the National Academy of Sciences, 115(4),
702-707.
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