50 aniversario de Mayo del 68. Visión desde el presente
1968:
Intento de alcanzar las utopías
50 años después
Mayo del 68 francés
Se conoce como Mayo francés o Mayo
del 68 a la cadena de protestas que se llevaron a cabo en Francia y,
especialmente, en París durante los meses de mayo y junio de 1968. Esta serie de
protestas fue iniciada por grupos estudiantiles de izquierda contrarios a
la sociedad de consumo y al sistema político vigente, a los que posteriormente
se unieron grupos de obreros industriales, los sindicatos y el Partido Comunista Francés. Como resultado,
tuvo lugar la mayor revuelta estudiantil y la mayor huelga general de
la historia de Francia y posiblemente de Europa Occidental, secundada por más de nueve millones de trabajadores. El
movimiento estudiantil tuvo influencias de toda la intelectualidad de entonces y también de las ideas del movimiento hippie que
se extendía entonces desde otras latitudes.
La magnitud de las protestas no había sido prevista
por el gobierno francés, y puso contra las cuerdas al gobierno de Charles de Gaulle, que llegó a temer una insurrección de carácter
revolucionario tras la extensión de la huelga general. Sin embargo, la mayor
parte de los sectores participantes en la protesta no llegaron a plantearse la
toma del poder ni la insurrección abierta contra el Estado. El grueso de las protestas finalizó cuando De Gaulle anunció las elecciones
anticipadas que tuvieron lugar el 23 y 30 de junio.
Los sucesos de mayo y junio en Francia se
encuadran dentro de una ola de protestas protagonizadas, principalmente, por sectores
politizados de la juventud que recorrió el mundo durante 1968. Estos sucesos se
extendieron por la República Federal Alemana, Suiza, España, México, Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Checoslovaquia e Italia entre otros.
Europa y
el mundo percibieron cómo durante el mayo 68 parisino la historia podía
volverse a reescribir. Que había posibilidades de cambios estructurales para
construir un mundo mejor y más justo. Fue la puesta en tela de juicio de una
sociedad que parecía comenzar a aceptar el cambio frente al inmovilismo.
Los primeros días de mayo de 1968 el cierre de
la Universidad de Nanterre y posteriormente el desalojo de la Sorbona inicia un
espiral de luchas callejeras entre jóvenes y fuerzas de seguridad que terminan
extendiéndose durante todo el mes a las grandes ciudades de Francia perdiendo
en algunos casos el estado, el control de transitorio de las mismas.
La actividad académica quedó paralizada en
toda Francia. Había manifestaciones multitudinarias para pedir la libertad de
los estudiantes detenidos pero al mismo tiempo se rechazaba la guerra de
Vietnam y todo el sistema de relaciones sociales jerárquicas heredados de las
generaciones anteriores y que eran el sostén de la sociedad capitalista de ese momento.
En un
clima de bienestar económico que se había conseguido superada la postguerra
mundial, las nuevas ideas que se iban introduciendo en la sociedad en los años
sesenta tanto en Europa como en Estados Unidos sentaron las bases para un ansia
generalizada de cambio, partiendo de la era Kennedy, con una etapa de amplio
despliegue de movimientos reivindicativos por la justicia y los derechos civiles y expresiones de protesta, reflejados
en la música y en las universidades, en el pacifismo y oposición a la guerra de
Vietnam. La revolución musical acentuó su impacto popular con los Beatles y los
Rolling, con Bob Dylan, con Joan Baez y otros más. La píldora anticonceptiva marcó un cambio
en las relaciones sexuales. Renació en el este de Europa una presión para intentar
ablandar a los regímenes soviéticos, singularmente en Polonia y Checoslovaquia.
Hasta la Iglesia parecía salir con Juan XXIII de un estancamiento secular. Las
utopías del 68 son el fruto de ese complejo de cambios que se vivían en
aquellos tiempos. (A. Elorza).
En aquel año, además del 68 francés ocurrieron otros hechos de gran importancia que reflejan el momento socio-político que se vivía (muerte del Che Guevara, asesinato de Robert Kennedy, la primavera de Praga, comienzo del declive de Estados Unidos en la guerra de Vietnam, movilizaciones masivas juveniles en casi todo occidente y la mirada con admiración y esperanza hacia la revolución cubana que parecía una forma diferente de socialismo aunque más tarde se constataría que no era así).
En aquel año, además del 68 francés ocurrieron otros hechos de gran importancia que reflejan el momento socio-político que se vivía (muerte del Che Guevara, asesinato de Robert Kennedy, la primavera de Praga, comienzo del declive de Estados Unidos en la guerra de Vietnam, movilizaciones masivas juveniles en casi todo occidente y la mirada con admiración y esperanza hacia la revolución cubana que parecía una forma diferente de socialismo aunque más tarde se constataría que no era así).
En
Francia, durante aquellas movilizaciones de mayo, se dio un desafío abierto a una
jerarquía académica muy conservadora,
actitud que se apoyó en lo que será otra idea clave del movimiento sesentaochista: la contestación, esto es, la puesta en
tela de juicio de todo aquello que se basa en el principio de autoridad. La
ruptura parece espontánea y no lo es. Responde a un proceso de diferenciación
de la juventud respecto del orden de sus mayores.
Como
decía antes, un acontecimiento irrelevante puede actuar como detonador del
movimiento social. Para el mayo francés ese papel fue desempeñado por el
malestar de los estudiantes relegados fuera de París, al campus aislado de
Nanterre. Uno de los dirigentes más conocidos en esta revuelta fue Daniel Cohn-Bendit que anunció los objetivos de los estudiantes: "Nos negamos a convertirnos en ejecutivos
para la explotación de los trabajadores".
La
rebelión abría paso a la utopía, creándose una auténtica Comuna universitaria.
“Lo que sucede hoy”, resumía entonces Cohn Bendit, “es que toda una juventud se expresa
contra una determinada sociedad”. El 13 de mayo, la huelga general fue prólogo
de la alianza con los sindicatos obreros,
que por unos días estuvo a punto de derribar al Gobierno, hasta que De Gaulle
emplazó a los partidarios del orden, que al día siguiente llenaron los Campos
Elíseos en una manifestación multitudinaria. Convocó elecciones y las ganó. La
utopía parecía desvanecerse.
El valor del mayo francés no residió en los
miles de eslóganes difundidos, en la oposición a los exámenes, etc , sino en la
puesta en cuestión de una sociedad, de su concepto de la jerarquía y de los
usos sociales; en la negativa juvenil a aceptar un amor y una libertad
estrictamente regulados. La rebelión de mayo hizo que la juventud impusiera su
presencia en la vida privada, en la cultura, y legitimase la innovación frente
al statu quo.
No fue
la única utopía del 68. La voluntad de ruptura alcanzó a otros lugares, como
México u otros países de Hispanoamérica. También en España llegó al mundo
universitario que tras meses de agitación se produjeron diversos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de la dictadura sobre todo en Madrid.
En otras áreas del mundo, la primavera de Praga, hasta su aplastamiento, alentó el sueño de un
comunismo democrático, donde la justicia social fuera compatible con el
pluralismo y la libertad intelectual. Fue también un ensayo utópico,
radicalmente enfrentado al poder soviético.
Volviendo
al mayo francés, una vez restablecido el orden y ganadas las elecciones por De
Gaulle, las promesas de reforma cedieron paso a la denuncia del comunismo y a
la persecución de los izquierdistas. En Praga, los tanques del Pacto de
Varsovia impusieron su ley y solo fue cosa de tiempo regresar al patrón
soviético. Peor fueron las cosas en México, donde en las matanzas de Tlatelolco
y más tarde del Corpus, acabaron con las movilizaciones estudiantiles y populares
Para
algunos críticos de la izquierda, los estudiantes sesentaochistas no se
atrevieron ni pudieron ir más lejos ya que realmente no creían en un cambio radical de la sociedad. Solo especulaban con ella hasta verla reducida
a simple "divertimento". La ausencia o poca fortaleza de un proyecto social fue
la causa por la que el mayo francés cayese derrotado políticamente. Sin embargo
venció en lo cultural y muchas de sus ideas guiaron a generaciones durante
estos cincuenta últimos años.Javier Flores Fernández Viagas
El
anhelo intenso de lograr un mundo mejor fue perdiendo fuerza y aún parcialmente
derrotado, siguió movilizando conciencias en otros países muy lejanos de
Francia y con condiciones socio-económicas muy diferentes. Los principios
revolucionarios de muchos de estos jóvenes fueron abrazados por otros similares
en entornos muy dispares.
Creo que el movimiento nacido del 68 francés y que tuvo diferentes representaciones en las distintas geografías del mundo, a pesar de sus limitaciones y errores, reabrió la ilusión por los cambios sociales que conducirían a un mundo mejor. Ese contagio ideológico no se circunscribió al año 1968 si no que durante los años siguientes se fueron plasmando en revueltas sobre todo en latinoamérica. En Argentina su influencia más notable se vio desde los años 1969 en adelante.
Muchos de los militantes de esos años terminaron asesinados o en la cárcel; otros pasaron a ser los políticos "asimilados" o no, al sistema en las décadas posteriores. Algunos hicieron una labor admirable por desarrollar el estado del bienestar y quizás los menos conocidos y ahora con más edad son los que están hoy en las calles reivindicando los derechos de los jubilados y la igualdad de hombres y mujeres.
Lo que
si han producido siempre las ideas sesentaochistas es un rechazo visceral de
todos los ideólogos de derechas de nuestro entorno socio-cultural. Probablemente esas diferencias tengan como sustrato el enfoque antagónico de los conceptos de igualdad, cambio, libertad y justicia de esas ideologías opuestas.
El efecto "contagio" del mayo del 68 en el resto del mundo se manifestó con matices distintos según las condiciones políticas y económicas del entorno. Quizás en los jóvenes franceses predominaron las reivindicaciones de la libertad individual y el rechazo a la jerarquía mientras que en los jóvenes hispanoamericanos fue un grito y sublevación contra el colonialismo estadounidense y las dictaduras de turno y así mismo, como una expresión de las ansias de libertad y progreso de esa sociedad. En Estados Unidos nutrió de ideas a los movimientos que estaban contra la guerra de Vietnam.
Las ideas de los sesentaochistas perduraron y creo que aún perduran en muchos de los movimientos progresistas de occidente. Con matices diferentes y con cambios, producto de los acontecimientos históricos, se reflejan en las luchas por la igualdad, la justicia, la oposición a las guerras y las reivindicaciones de los más desamparados. Hubo errores y muchos en este movimiento, pero la historia no avanza de forma lineal y sin las ideas gestadas en aquellos años pienso que hoy el mundo sería aún peor de lo que es. Las fuerzas que en la actualidad se enfrentan a la desigualdad de género, a la xenofobia, a los nacionalismos excluyentes, a las guerras y a las consecuencias de las políticas neoliberales tuvieron su origen e impulso en aquellos años en los que se sentía que se podía construir un mundo diferente.
El efecto "contagio" del mayo del 68 en el resto del mundo se manifestó con matices distintos según las condiciones políticas y económicas del entorno. Quizás en los jóvenes franceses predominaron las reivindicaciones de la libertad individual y el rechazo a la jerarquía mientras que en los jóvenes hispanoamericanos fue un grito y sublevación contra el colonialismo estadounidense y las dictaduras de turno y así mismo, como una expresión de las ansias de libertad y progreso de esa sociedad. En Estados Unidos nutrió de ideas a los movimientos que estaban contra la guerra de Vietnam.
Las ideas de los sesentaochistas perduraron y creo que aún perduran en muchos de los movimientos progresistas de occidente. Con matices diferentes y con cambios, producto de los acontecimientos históricos, se reflejan en las luchas por la igualdad, la justicia, la oposición a las guerras y las reivindicaciones de los más desamparados. Hubo errores y muchos en este movimiento, pero la historia no avanza de forma lineal y sin las ideas gestadas en aquellos años pienso que hoy el mundo sería aún peor de lo que es. Las fuerzas que en la actualidad se enfrentan a la desigualdad de género, a la xenofobia, a los nacionalismos excluyentes, a las guerras y a las consecuencias de las políticas neoliberales tuvieron su origen e impulso en aquellos años en los que se sentía que se podía construir un mundo diferente.
Artículo elaborado de forma personal y con documentación
de obras de Javier Flores Fernández- Viagas, Antonio Elorza, Historia Universal
Salvat y wikipedia
Para los
que no conocieron las consignas estudiantiles de esa época os transcribo a
continuación un pequeño listado de frases que adornaban las paredes de las
universidades francesas de aquel año.
“Pintadas” durante el mayo
68 francés
La
imaginación al poder (Sorbona)
La
violencia es la partera de la sociedad en génesis (Marx) (Sorbona)
El
patriotismo es un egoísmo de masa (Sorbona)
¡El
fascismo al inodoro de la historia! (Nanterre)
Tomen
sus deseos por realidad (Sorbona)
La
revolución debe hacerse en los hombres antes de realizarse en las cosas
(Sorbona)
Las
armas de la crítica pasan por la crítica a las armas (Odeón)
La nueva
sociedad debe estar fundada sobre la ausencia de todo egoísmo, de toda
egolatría. Nuestro camino será una larga marcha de fraternidad (Sorbona)
Olvídense
de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar (Sorbona)
No puede
volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos
El sueño
es realidad (Censier)
Decreto
el estado de dicha permanente (Ciencias Políticas)
Ser
libre en 1968, es participar (Ciencias Políticas)
Nuestra
esperanza sólo puede venir de los sin esperanza (Ciencias Políticas)
El
derecho a vivir no se mendiga, se toma (Nanterre)
Prohibido
prohibir. La libertad comienza por una prohibición (Sorbona)
Cambiar
la vida. Transformar la sociedad (Ciudad Universitaria)
Heráclito
retorna. Abajo Parménides. Socialismo y libertad (Sorbona)
La
acción no debe ser una reacción sino una creación (Censier)
¡Viva la
comunicación! ¡Abajo la telecomunicación! (Odeón)
Ni
robot, ni esclavo (Censier)
La
emancipación del hombre será total o no será (Censier)
La
novedad es revolucionaria, la verdad también (Censier)
Un
policía duerme en cada uno de nosotros, es necesario matarlo (Censier)
La
revolución, es una iniciativa (Odeón)
Fronteras
= Represión (Bellas Artes)
Cuanto
más hago el amor, más ganas tengo de hacer la revolución. Cuanto más hago la
revolución, más ganas tengo de hacer el amor (Sorbona)
Abraza a
tu amor sin dejar tu fusil (Odeón)
La
libertad de los otros prolonga la mía hasta el infinito (Bakunin) (Condorcet)
La
imaginación toma el poder (Sorbona)
Creatividad.
Espontaneidad. Vida (Censier)
Queda
estrictamente prohibido prohibir (Ley del 13 de mayo de 1968) (Sorbona)
La
obediencia comienza por la conciencia, la conciencia por la desobediencia
(Censier)
Para
poder discutir la sociedad en que se “vive”, es necesario antes de ser capaz de
discutirse a sí mismo (Odeón)
Corre
camarada, el viejo mundo está detrás de ti (Sorbona)
El
levantamiento de los adoquines de las calles constituye la aurora de la
destrucción del urbanismo. Acumulen rabia (Nanterre)
No hay
pensamiento revolucionario. Hay actos revolucionarios (Nanterre)
Desabrochen
el cerebro tan a menudo tan a menudo como la bragueta (Odeón)
Cuestionamiento
permanente (Ciencias Políticas)
El deber
de todo revolucionario es hacer la revolución (Ciencias Políticas)
Si lo
que ven no es extraño, la visión es falsa (Sorbona)
Un
pensamiento que se estanca es un pensamiento que se pudre (Sorbona)
Seamos
realistas, ensayemos lo imposible (Censier)
Proletario
es aquel que no tiene ningún poder sobre el empleo de su vida y que lo sabe
(Censier)
¿Vamos a
pasarnos el tiempo especulando sobre la revolución? ¿O vamos a poner nuestros
actos de acuerdo con nuestras palabras? (Censier)
La
publicidad te manipula (Barrio Latino)
Bajo los
adoquines está la arena (Barrio Latino)
No se
reivindicará nada. No se pedirá nada. Se tomará. Se ocupará
Vivid
sin tiempos muertos, gozad sin obstáculos (Sorbona)
Los que
trabajan se aburren cuando no trabajan. Los que no trabajan no se aburren nunca
(Sorbona)
Queremos
las estructuras al servicio del hombre y no el hombre al servicio de las estructuras.
Queremos tener el placer de vivir y nunca más el mal de vivir. (Odeón)
El
enemigo del movimiento es el escepticismo. Todo lo que se ha realizado proviene
del dinamismo que surge de la espontaneidad (Lenguas Orientales)
Si
pienso que nada debe cambiar soy un imbécil. Si no quiero pensar soy un
cobarde.
Si pienso que tengo interés en que nada cambie soy un puerco. Si soy un
imbécil, un puerco y un cobarde... Estoy por de Gaulle. (Facultad de Medicina)
Sean
realistas: pidan lo imposible (Censier).
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