Editorial: "La concepción del tiempo y nuestra respuesta al cambio". José Herrera Peral


La concepción del tiempo y nuestra respuesta al cambio

“En tres tiempos se divide la vida: en presentepasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto.”

LUCIO ANNEO SÉNECA

Corduba, 4 a.C. Roma,65 d.C




                                                        Caos. Pintura de Rick Smith

Queridos amigos:

En estos días dado los cambios que se avecinan en el mundo y la enorme preocupación que me embarga al respecto, me he visto conducido a considerar las respuestas individuales y colectivas respecto a esta situación en el contexto del tiempo y sus variantes culturales. Lo escribí extenso ya que lo hice de una sola vez y sin ganas de corregir o reducir el texto. Quizás sea una manifestación anímica derivada del desasosiego. Os pido disculpas.

Este texto no homogéneo y algo plasta, me surgió tras leer los resultados de una encuesta realizada en muchos países por la Universidad de Oxford y el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores sobre el advenimiento de Donald Trump. Según esta encuesta la mayoría de los ciudadanos de India, Arabia Saudí, China, Brasil y Rusia aplauden la victoria del republicano. Los únicos que lamentan de forma mayoritaria que Trump presida Estados Unidos son los ciudadanos de la Unión Europea, Reino Unido y los de Corea del Sur.

Todo ello me llevó a reflexionar sobre los cambios socio-políticos, el tiempo en general, las concepciones diferentes según las culturas sobre lo temporal, la amenaza que tenemos enfrente y también sobre si algo podemos hacer para obstaculizar esa tendencia peligrosa para la humanidad.

Los humanos en general hemos acordado que el tiempo (del latín tempus) es una magnitud física con la que se mide la duración o separación de acontecimientos. Para cada observador, el tiempo medido  le permite ordenar los sucesos en tres conjuntos: un pasado, un futuro y un tercer conjunto de eventos ni pasados ni futuros respecto a otro. En mecánica clásica a esta tercera clase se llama presente y está formada por eventos simultáneos a uno en particular. En mecánica relativista el concepto de tiempo es más complejo. De todo ello podemos por razones de magnitud crear por acuerdo, las horas, los años, los siglos, los milenios, etcétera. El tiempo ha sido un importante tema de estudio en la religión, la filosofía y la ciencia.

La manera en que las distintas culturas perciben el tiempo puede afectar significativamente las decisiones y comportamientos de los individuos. La percepción del tiempo varía considerablemente entre culturas orientales y occidentales. En las culturas occidentales, el tiempo tiende a ser visto como lineal y cuantificable, una secuencia de momentos que avanzan de manera continua y uniforme. En contraste, muchas culturas orientales perciben el tiempo de manera más cíclica y fluida, integrando pasado, presente y futuro en una experiencia más holística. La importancia de la percepción del tiempo se refleja en la estructura social y en las interacciones diarias. Investigaciones realizadas por psicólogos interculturales han revelado que estas diferencias en la percepción del tiempo pueden influir en diversos ámbitos, desde la educación hasta el entorno socio-económico y político.

En resumen, la percepción del tiempo no es universal; varía de manera significativa entre culturas orientales y occidentales. Comprender estas diferencias es crucial para mejorar la comunicación intercultural y para la toma de decisiones en un mundo cada vez más globalizado. Por ejemplo, en culturas como la china y la japonesa, hay una gran valorización de la paciencia y la perseverancia. Las decisiones no se toman apresuradamente; en cambio, se ponderan cuidadosamente con una perspectiva a largo plazo. La importancia de los rituales y las tradiciones son un testimonio de cómo estas culturas valoran la repetición y la continuidad. Las festividades anuales, los ciclos agrícolas y los aniversarios son observados con rigor, subrayando la importancia de la repetición y la constancia.

En el ámbito de las relaciones internacionales, las diferencias en la percepción del tiempo pueden influir en el ritmo y la dinámica de estas relaciones. Los occidentales pueden esperar decisiones rápidas y directas, mientras que los orientales pueden preferir tomarse más tiempo para deliberar y construir relaciones. La paciencia y la falta de prisa, tanto como la programación y espera en el largo plazo quizás sean características de los orientales que en occidente son menos vistas y valoradas. De todos modos pienso que la globalización está imprimiendo algunos cambios respecto a estas concepciones clásicas. No hay que descartar también la influencia de las situaciones políticas y socio-económicas que anteceden a los diversos análisis y posicionamientos sobre la realidad.

Las sociedades siempre han estado gestando y realizando transformaciones que a lo largo de la historia han producido cambios en la forma de vivir y en la convivencia de los humanos. Desde hace no muchos siglos se produjeron modificaciones  que situaron al individuo en el centro de la atención confiriéndole a éste derechos, anhelos y nuevos valores que se plasmaron en organizaciones de los territorios como estados y con la firme aspiración a las formas democráticas de convivencia.

Para desarrollar esos anhelos hubo que batallar contra los intereses de los poderosos y elitistas que realizaban un freno a ese desarrollo de las estructuras políticas basadas en las libertades, los derechos y la ciencia impregnada de humanismo. Con enormes dificultades y errores se consiguió en zonas del planeta afianzar la democracia e incluso en algún continente iniciar lo que se dio en llamar estado del bienestar.

En el presente se está produciendo un profundo cambio en la sociedad. 

Hoy hay ya muchas personas que perciben que el mundo ha tenido o está teniendo un cambio intenso en poco tiempo y que los valores que sostenían la sociedad democrática están en una crisis profunda. También hay millones de personas que aún no sienten con claridad que se ha producido ese cambio y se comportan con una inercia que quizás haga, desgraciadamente,  que ese cambio se acelere.

Al realizar este escrito me preguntaba si ya estamos en una sociedad diferente o distópica. Para ello recuerdo que se entiende por distopía a la representación ficticia o falsa de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana. Cuando observo la sociedad del presente dudo que lo que observo sea ficticio, falso o del futuro. Lo constato hoy, y aprecio que hay un crecimiento intenso y acelerado de autocracias dictatoriales extremas con una pérdida de libertades y derechos conseguidos en décadas pasadas y un incremento espectacular de las desigualdades sociales y económicas entre los ciudadanos. 

Desde hacía más de dos o tres siglos habíamos incorporado el deseo de vivir en democracia y sustentada esta con principios de igualdad, fraternidad y libertad afianzando el concepto de ciudadanía como constituyente esencial del sistema de gobierno. 


Tras las aberraciones de la  Segunda Guerra Mundial y después de la caída de la Unión Soviética se pensó que el mundo se encaminaba a una etapa de afianzamiento de las libertades, de la tolerancia y de la disminución de la hostilidad entre los países y también una disminución de las desigualdades sociales. 

Pero no ha sido así. Actualmente la fortuna de los milmillonarios está creciendo a un ritmo de 2700 millones de dólares al día, al mismo tiempo que al menos 1700 millones de trabajadoras y trabajadores viven en países en los que la inflación crece por encima de los salarios.
 El 1 % más rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada desde 2020 a nivel global (valorada en 42 billones de dólares), casi el doble que el 99 % restante de la humanidad, según lo releva un nuevo informe de Oxfam. Durante la última década, el 1 % más rico ha capturado alrededor del 50 % de la nueva riqueza. 

El populismo, las mentiras difundidas por las redes sociales, el apoyo de los milmillonarios y los errores de los demócratas, han llevado a que el país más poderoso del mundo vaya a ser gobernado por Donald Trump, delincuente multimillonario, misógino, xenófobo, potenciador de fakes news y ahora también imperialista.


 Desde que ganó las elecciones, el mandatario electo de Estados Unidos, ha sugerido que podría hacer uso de la fuerza militar y la presión económica para lograr la anexión de Groenlandia y el control efectivo del canal de Panamá, ha insistido en su ambición de que Canadá se convierta en el 51º Estado de su país y ha anunciado que renombrará el Golfo de México como "Golfo de América"entre otras sandeces habituales en él y también ha amenazado con lenguaje de matón a los palestinos que intentan defenderse del genocida Netanyahu.


Todos los grandes y poderosos de USA se han volcado a apoyar a este individuo. Destaca sobre todos estos, un ciudadano, que por cierto es el milmillonario más poderoso del planeta. Se llama Elon Musk quién últimamente ha demostrado un apoyo decidido a partidos de extrema derecha en Europa. Apoya también a los herederos de los nazis y desde su red social X manipula a grandes sectores de la población mundial colaborando en la desestabilización de estados democráticos. Además se ha lanzado desde sus empresas a la conquista del espacio y a la experimentación tecno-neurobiológica lo que le hace aumentar su grado de peligrosidad social contra la especie humana en su conjunto. La inteligencia artificial, uno de los grandes logros actuales de la humanidad, en manos de los poderosos puede ser un arma de "destrucción masiva" de las democracias y libertades en el mundo.


Musk tiene como función asignada en el nuevo gobierno de Trump, la de reducir o desmontar el estado y dejar en la calle a miles de trabajadores. Probablemente sus motivaciones no sean solo ideológicas si no fundamentalmente económicas como los demás secretarios y funcionarios que ha designado el presidente electo. Casi todos ellos multimillonarios en un país que sigue sin dar una apropiada cobertura sanitaria y educativa a la mayoría de la ciudadanía incrementando a medida que pasa el tiempo las desigualdades sociales en este país de América. Además de un currículo vergonzoso o al menos muy controvertido, estos miembros del futuro gobierno de Trump se aprestan a destruir lazos que sostenían la convivencia en su país y además se convierten en arietes agresivos hacia cualquier sistema basado en el estado de derecho o en desarrollo de lo que conocemos como estado del bienestar. Como botón de muestra tenemos al candidato a dirigir la sanidad en USA que es un militante anti vacuna y anti ciencia. Además del peligrosísimo Elon Musk se han sumado a la corte trumpista, Bezos, fundador de Amazon y Zuckerberg propietario de Facebook e Instagram. 


La sumisión total de Mark Zuckerberg a los designios de Donald Trump resulta más que evidente. No solo ha fichado para la junta de su compañía tecnológica a Dana White, experto en artes marciales y fiel amigo del próximo presidente de Estados Unidos, sino que  en estos días anunció que pone fin a la política de verificación de hechos para los post que circulan en Meta, sobre todo en sus joyas de la corona, Facebook e Instagram.

Su decisión también es una ataque contra los medios tradicionales de comunicación que tratan de certificar las informaciones que difunden. Todo ello nos lleva a que millones de personas en todo el mundo puedan ser manipuladas por las redes sociales que están en manos de estos plutócratas que están llegando al poder para desmontar la democracia y el estado de derecho.

La novedad que anuncia Trump, por el momento, es hacer grande a Estados Unidos a costa de debilitar a gobiernos aliados democráticos.

Trump no camina solo. Como dije antes le acompaña Elon Musk, el personaje más rico del mundo, que tiene más de doscientos millones de seguidores en su plataforma X, antes Twitter, y que difunde su apoyo al partido ultra Alternativa para Alemania (AfD) que va segundo en las encuestas para las elecciones federales del 23 de febrero. El magnate de las nuevas tecnologías también ataca descaradamente al Gobierno británico acusando al primer ministro de hipotéticas malas prácticas cuando era fiscal y pidiendo al rey Carlos III que convoque nuevas elecciones.

 El problema es que tanto Trump como Musk tendrán un gran poder y quieren cambiar el mundo con criterios no compartidos por los aliados clásicos de USA. El desconcierto es considerable en una Europa frágil políticamente frente a una Rusia autoritaria y guerrera y una China que dis­puta la hegemonía militar y tecnológica a Estados Unidos. Trump ha tendido puentes con la Europa de Giorgia Meloni, Viktor Orbán y muchos partidos de derecha radical que pretenden cambiar el paisaje político y social de Europa y del mundo. También está en marcha una batalla “cultural” en el seno de las democracias occidentales, que es más bien una batalla ideológica para restringir derechos y libertades que costaron muchos sacrificios conseguir.

Creo que con las cuestiones que resumo a continuación se puede pensar que estamos ya en una distopía o al borde de caer en ella. Consideremos lo siguiente:

El país más poderoso del mundo va a ser dirigido por un delincuente condenado, xenófobo, misógino, negacionista del cambio climático que en las elecciones pasadas no aceptó el resultado electoral y mandó a masas violentas a invadir el Capitolio para impedir la certificación de los resultados electorales. Ahora este individuo se distancia de sus aliados democráticos y de Europa y manifiesta políticas imperialistas como la anexión de Canadá, la “compra” de Groenlandia o la toma si es necesario por la fuerza del Canal de Panamá. Forma un gobierno de multimillonarios con currículos impresentables y se rodea transfiriendo poder a individuos como Elon Musk que se ha convertido en un desestabilizador de naciones democráticas y en apoyo de movimientos de extrema derecha en el mundo. 

En este panorama se suman en el contexto internacional, una dictadura que parece extraída de un libro de ficción como es Corea del Norte, otra que dice ser comunista pero que es la encarnación del capitalismo más duro (China), también una autocracia imperialista dictatorial presidida por Putin y otros genocidas y dictadores que se apoyan en última instancia en algunos de los anteriores, tal es el caso de Netanyahu, que arrastra a su país por un camino de sangre y destrucción. En este escenario se mueven también dictaduras como la de Maduro en Venezuela, guerras en África, odios e intolerancias  religiosas, hambre, pobreza y en muchas zonas del planeta un sojuzgamiento terrorífico a las mujeres como es el caso de Afganistán entre otros.

Algunos países rompen con las normas del derecho humanitario internacional y la regulación del uso de la violencia en el mundo. El caso más flagrante son las acciones lideradas por Netanyahu en próximo oriente y la invasión de Ucrania por Putin. La destrucción de valores morales y éticos a veces son masivas y otras puntuales tal es el caso del cierre realizado por Milei de un museo (ESMA) donde se recordaba a millares de víctimas de la genocida dictadura militar argentina de los años 70.

Mientras ocurre todo esto en las sociedades humanas de este planeta, el cambio climático avanza incontenible y seguimos sin hacer nada bloqueados por los intereses económicos de los países más poderosos y de sus plutócratas.

En la política de “casa” o más cercana, como es el caso de España,  los representantes de la ciudadanía gozan en la polarización, en la creación de “enemigos” o en el victimismo, mientras el mundo democrático y el estado de bienestar se tambalea. Los objetivos de la mayoría de los políticos pareciera que es mantenerse o ganar las siguientes elecciones y para ello ya no hay principios, ya que todo se puede vender o ceder por unos votos en el parlamento. Tal es el caso de Sánchez en el contexto de España o de Feijó o Abascal a nivel de las comunidades autónomas. El diálogo o el consenso están muertos.

En nuestra vida cotidiana, muchos estamos absortos en nuestras problemáticas individuales y atontados por las redes sociales y las llamadas nuevas tecnologías que parecen ser el opio del pueblo en estos tiempos. Debemos ser conscientes que la historia de la humanidad ya tiene unos cuantos miles de años pero sin embargo desde solo hace unas dos o tres décadas estamos obnubilados y alelados por las nuevas tecnologías que nos dan la sensación de que estas son imprescindibles. Tenemos que tener en cuenta en manos de quiénes están estas nuevas tecnologías y cuáles son sus objetivos últimos. 

Lo peor que puede pasar es que los populistas antidemocráticos sostenidos por los plutócratas se instalen en el poder mundial. Echarlos de allí costará mucho tiempo e intensos sufrimientos dando un retroceso histórico incontrolable de gran extensión temporal.

¿Qué podemos hacer simples ciudadanos ante este panorama tan deprimente y amenazante? 

La respuesta a esta pregunta  la deben contestar los expertos en política, sociología, historia y ciencia entre otros. Pero desde mi humilde opinión de septuagenario jubilado con mínima formación en estas temáticas creo que probablemente aquí se manifieste las dos percepciones del tiempo que tenemos los occidentales y los orientales. Si actuamos como occidentales, algunos no harán nada porque lo ven ya todo perdido o ejercerán una resistencia en corto tiempo y al ver no plasmados sus objetivos se darán por vencidos por la típica “ansiedad” histórica de las prisas y de la inmediatez de los occidentales. Esperarán a un “salvador” lo que incrementa el riesgo de los caudillismos totalitarios.

Si reaccionamos más en el sentido de las culturas orientales deberemos entender que la lucha y la resistencia contra la plutarquía tecnológica reaccionaria será larga y en multitud de frentes. Por lo que hay que perseverar y evitar las prisas. Algunos de esos frentes estarán en nuestra propia conducta individual y personal aunque esta sea minúscula, otras veces en nuestra esfera de influencia política ya sea esta regional, nacional o hacia sectores más internacionales. Ejemplos de estas mini o maxi resistencias son: 

Interesarnos por la política ya que ésta influirá en nuestras vidas y en las de nuestros hijos o nietos

Apoyar y defender la democracia y el estado de derecho independiente de nuestra sensibilidad política partidaria nacional

Votar, apoyar y exigir a nuestros representantes que trabajen por la unidad europea y por la ONU

Realizar acciones individuales para junto a otros millones de personas, debilitar el poder de los milmillonarios y de las oligarquías tecnológicas. Para ello, no fortalecer monopolios y oligopolios comerciales como Amazon, Meta, X o similares. Dejar redes sociales, como X, o META que sirven hoy a la extrema derecha populista, retrógrada y antidemocrática.

Exigir a nuestros representantes que abandonen las redes asociadas al populismo retrógrado. Disminuir el consumo de ropa, carne y la explotación desmedida de los animales, luchar activamente contra el cambio climático disminuyendo todos los factores que lo intensifican como el exceso de uso del petróleo, carbón y apostar por las energías renovables. 

Reducir al máximo las compras virtuales que fortalecen a los poderosos, y a la explotación de los trabajadores, así como incremento de la huella de carbono con este tipo de comercio evitable.  Apoyar a los que impulsen políticas para que la conquista y la exploración del espacio exterior o del cerebro humano, no estén en manos de particulares, multimillonarios o empresas que escapen a los controles éticos y científicos. Esas parcelas deben estar en manos de las naciones y con controles  dependientes de organizaciones internacionales. 

Reivindicar y defender a muchas de las organizaciones ecologistas que existen en la sociedad. Denunciar en nuestro entorno, para concienciar a la ciudadanía, todas las maniobras políticas, sociales, culturales y económicas que provengan del actual “eje del mal” que son los plutócratas antidemocráticos y antiecologistas que están iniciando este brutal cambio reaccionario en el mundo.

En lo cercano, apoyar con decisión la sanidad pública, la educación pública, la ciencia y los valores humanistas.

No debemos sentirnos rehenes de los políticos que nos defraudan. Sea de nuestro partido afín o no, debemos rechazarlos y considerar nuevas alternativas si éstas son democráticas y defienden la pluralidad y el estado de derecho.

En fin, amigos, resistir exige esfuerzos y algunos pequeños sacrificios. No hacer nada es colaborar con una nueva sociedad que pretende destruir la democracia, el bienestar de las mayorías, las libertades y que solo beneficia a los plutócratas o a sus representantes como Trump, Musk, y un listado de milmillonarios y autócratas diseminados por el mundo. No solo está en juego nuestro presente sino también el futuro de nuestros hijos y nietos.

Un abrazo a todos.

Pepe

 *Os invito para cambiar de "tercio" a leer una breve columna de Manuel Vicent en la que se pregunta ¿Dónde están los sabios?". Pregunta que me hago yo sobre muchos intelectuales occidentales que los percibo muy callados para enfrentar nuestro presente. También comparto con vosotros un poema de Ángel González, para después escuchar jazz con  John Coltrane y J. Hartman y finalmente mirar una viñeta de El Roto.

¿Dónde están los sabios?

  • MANUEL VICENT

Hay sabios que todo lo que saben es porque lo han leído; hay sabios que todo lo que saben es porque lo han vivido. Ignoro qué da más profundidad a la vida, si leer a Shakespeare u oler una hogaza de pan candeal recién salida del horno. Puede que ese perfume del pan posea más hondura que el monólogo de Hamlet, puesto que permanece arraigado en el cerebro hasta la muerte, mientras las dudas de aquel príncipe de Dinamarca se las lleva el viento. Creo que el triángulo que el panadero traza sobre la corteza crujiente de una hogaza de pan de pueblo tiene más verdad que aquel equilátero que contenía el ojo vigilante de Jehová. Si algún joven aspirante a escritor me pidiera un consejo le diría: “Lee a Horacio, lee a Shakespeare, lee a todos los grandes, pero después abre la ventana, asómate a la calle y disponte a oír el grito del chatarrero”. Al llegar a cualquier ciudad desconocida visita antes el mercado que la catedral, antes los bares que los museos, y en lugar de ir al teatro prueba a sentarte en una terraza soleada para ver pasar el río de la gente. Cada persona lleva un mapa en la cara que te remite a regiones ignotas del alma humana. En este año que empieza no formules ningún propósito, salvo el de pasar los días un poco entretenido en medio del disparate de la vida que nos rodea. Busca la compañía de los científicos y de los sabios que lo saben todo por experiencia, pero no de los intelectuales cabreados que cambian de garita para disparar sin saber que lo hacen sobre su propio cabreo. ¿Dónde están los sabios de antaño? Aquellos labriegos herméticos, aquellos marineros cocidos por el sol de la mar, hay que ir a buscarlos en las tabernas del puerto o en las solanas de los pueblos abandonados. Allí se ven algunos viejos con el bastón entre las piernas luciendo una camiseta de la Harvard University. Se la ha mandado su nieto que está haciendo un máster en Estados Unidos. Tal vez de su boca salga alguna sentencia parecida a las de Epicteto o de Marco Aurelio.


Otro tiempo vendrá (Poema de Ángel González)

Otro tiempo vendrá distinto a éste.
Y alguien dirá:
«Hablaste mal. Debiste haber contado
otras historias:
violines estirándose indolentes
en una noche densa de perfumes,
bellas palabras calificativas
para expresar amor ilimitado,
amor al fin sobre las cosas
todas».

Pero hoy,
cuando es la luz del alba
como la espuma sucia
de un día anticipadamente inútil,
estoy aquí,
insomne, fatigado, velando
mis armas derrotadas,
y canto
todo lo que perdí: por lo que muero.


Jazz (John Coltrane)

https://open.spotify.com/track/7981FAW8DbDs1ueK4Ha8R2?si=e1bfadaac2f2448a


Viñeta de El Roto (Publicada en El País)


La viñeta de El Roto del 16/1/25 me hace pensar en las negociaciones de paz de Biden,Trump, Netanyahu, líderes de Hamás, Putin o Zelenski. Mujeres, niños, soldados, rehenes, mueren mientras los "negociadores" viajan en grandes aviones, se alojan en los mejores hoteles y disfrutan de seguridad y confort mientras negocian con la vida y la muerte de los ciudadanos. 

Comentarios

Entradas populares