Cine recomendado para estos días

 

CINE

En estos días estarán en nuestras carteleras algunas películas que son dignas de verse. Entre éstas tenemos Parthenope de Paolo Sorrentino y Cónclave de Edward Berger. Las dos cuentan con buenos intérpretes.


Parthenope 

Tráiler

https://youtu.be/SYk9-Zt0I0A?si=X1eSRQgqVnk2Isue


Sinopsis y comentarios

Trata del largo viaje de la vida de Parthenope, desde su nacimiento en 1950 hasta hoy. Una epopeya femenina desprovista de heroísmo pero rebosante de una pasión inexorable por la libertad, Nápoles y los rostros del amor, todos esos amores verdaderos, inútiles e indecibles. El perfecto verano de Capri, el desenfado de la juventud, que acaba en emboscada. Y luego todos los demás: los napolitanos, hombres y mujeres, observados y amados, desilusionados y vitales, sus olas de melancolía, sus ironías trágicas y sus miradas abatidas. La vida, ordinaria o memorable, sabe ser muy larga. El paso del tiempo ofrece un vasto repertorio de emociones. Y ahí al fondo, tan cerca y tan lejos, está Nápoles, esa ciudad inefable que hechiza, encanta, grita, ríe y siempre sabe cómo hacerte daño. 

 Luis Martínez, crítico de cine de El Mundo nos expone sus impresiones de este filme que transcribo algo reducido: “En el orden natural de las ciudades italianas y del mundo, Nápoles es la más sucia y la más bella, la más ruidosa y la más armoniosa, la más locuaz y la más triste. Se diría que vivir a los pies de un volcán amenazante y activo hace coincidir la ceniza con la sangre. Si se mira de cerca, Nápoles es una ciudad empapada de muerte y, por ello, entregada a la vida. Todo en Nápoles se antoja un homenaje sagrado y profano a la vez a lo que, después de brillar en un instante sublime de belleza, se desvanece. Para siempre”.

“Y se habla de Nápoles porque la última película de Sorrentino no es nada más que Nápoles. Recuérdese, Parthenope es el nombre mítico de la sirena que fue a morir en la playa a los pies del Vesubio. Aquí la belleza camina al lado de la muerte. Se cuenta la vida de una mujer de nombre Parthenope desde su nacimiento hasta casi el fin, desde los años 50 al último Scudetto ganado por el equipo local. Aunque en realidad sería más apropiado decir que lo único que verdaderamente narra la película es a sí misma. Toda ella vive pendiente de la mirada, el cuerpo y lo más íntimo de alma napolitana de su protagonista a la que da vida la recién llegada Celeste Dalla Porta. Y ahí se queda a vivir. De verano en verano, de callejón en callejón, de tristeza en tristeza. Por la pantalla desfila un rosario perfecto de hedonismo triste y de libertad, de barroco infectado de ruido y de sexo, y de silencio". 

“Sorrentino se entrega a una bacanal de sí mismo sin el menor amago de pudor, sin freno, sin consideración para nada más que un mundo tan cerrado alrededor de él que se diría opaco y perfecto. Todo resulta tan fútil e imprescindible como la propia ciudad de Nápoles; metáfora de casi todo y alegoría de un vacío que todo lo desestabiliza, lo llena de vida y, finalmente, lo pudre.

Cuesta navegar por la primera mitad de la película detenida en la biografía de un personaje que nunca queda claro si es relevante de verdad o simple excusa. Y, por momentos, desazona. Y hasta cansa e irrita. Demasiado Sorrentino. En un momento de la película, uno de los personajes se pregunta qué significa ver verdaderamente. Ver, dice, es lo más difícil, porque solo se ve con corrección cuando todo el resto desaparece. Y el resto es la juventud, la pasión y, por qué no, el amor. Hay demasiadas distracciones en Nápoles para ver bien. Y, en realidad, eso es lo que hace la propia película: aprender a ver, aprender a verse, después de expurgar de la mirada todo lo que, en verdad, la hace posible. Ahí está la contradicción y ahí, a su modo, el milagro; el milagro del cine, de la vida y, claro está, de la propia ciudad que nos ocupa. El resultado es una película desordenada, incómoda, condescendiente en extremo y feliz en cada unos de sus muchos errores. Pero es una película que quiere y se empeña en aprender a ver hasta que el caos, dentro del orden milimetrado de cada plano, se apodera del argumento”.


Coincido con muchas de las observaciones de Luis Martínez. Sin embargo, yo que quedé subyugado con películas anteriores  de Sorrentino como “La Gran Belleza” y  “Juventud”, salí algo decepcionado del cine tras ver “Parthenope”. Creo que la extraordinaria belleza de los fotogramas de la película más la beldad envolvente de la protagonista deja de lado el guión, la historia y todo se convierte en un estímulo sugerente de asociaciones libres motivadas solo por esas imágenes. Cada espectador puede tener interpretaciones distintas de lo visto. Esto no es en sí negativo pero es muy pobre como historia que debiera vertebrar el esfuerzo realizado, seguramente inconmensurable, para conseguir esta película tan bella pero tan vacía en muchos aspectos. Es como si el director hubiese decidido que es el espectador el que debiera completar el contenido. Quizás esta forma de hacer cine sea una expresión postmodernista y descomprometida del arte. Esa es la parte que a mí no me gustó. En resumen, volví a admirar aspectos del cine de Sorrentino pero me dejó algo vacío y decepcionado. Tampoco me gustaron excesivamente otras obras del autor como “Il divo” o “Fue la mano de Dios”. Recuerdo de la series The New Pope o The Young Pope, también de este cineasta, unas sensaciones algo parecidas a las que tuve con Parthenope (extraordinaria belleza y escaso contenido o solo sugerencias veladas de guión concordante con el filme).

En resumen, se trata de  una obra sorrentiniana con fotogramas bellísimos donde se exalta la estética sugiriendo metáforas entre la protagonista femenina y la ciudad de Nápoles pero que desde mi opinión, no lo consigue, haciéndose evidente la pobreza del guión y de la historia quedando sólo presente la hermosura de las imágenes y encuadres. Si recordamos las grandes obras de este cineasta, esta película deja algo decepcionados a los admiradores de Sorrentino. 

A pesar de estos comentarios, creo que no dudaría en ir otra vez a ver cualquier otra película de este director ya que siempre sorprende y suelen ser un estímulo estético y a veces también un acicate para la reflexión de temas importantes de la vida.  JHP                                                               

                                                                 ***                                               


Cónclave 

Tráiler

https://youtu.be/hxXSeCbqtD4?si=on4S1l1opbzKwwt4



Sinopsis y comentarios

Tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, el cardenal Lawrence es designado como responsable para liderar uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección de un nuevo Papa. Cuando los líderes más poderosos de la Iglesia Católica se reúnen en los salones del Vaticano, Lawrence se ve atrapado dentro de una compleja conspiración a la vez que descubre un secreto que podría sacudir los cimientos de la Iglesia.           

“Cónclave” funciona por la agilidad del guion, por su dinamismo y por su ingenio. También por sus interpretaciones. Berger va sobre seguro al apostar por grandes nombres, pero no es fácil que todas las piezas de un reparto coral brillen por igual y encajen como lo hacen aquí. Pero lo más atractivo del filme es cómo está rodada, cómo recrea Berger el Vaticano y dispone la intriga que tiene lugar allí. El cineasta pone en escena con elegancia, hace un uso expresivo interesantísimo del color y coreografía con suma precisión y habilidad los movimientos de los protagonistas de la historia. (Desirée de Fez. El Periódico)


Creo que es una buena película de intriga y suspenso con una excelente interpretación de Ralph Fiennes. Entretiene, trae a la palestra temas que la iglesia católica debiera tratar y tiene un final que sorprende aunque que es otra cuestión pendiente de la institución papal. Vale la pena ir al cine para ver esta película a pesar de algunos errores o gestos del cine comercial sobre todo en la última parte. JHP                                


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