Ciencia: ¿Estamos más cerca de vencer al cáncer?

Interesante entrevista a una genetista especializada en cáncer. Transcribo a continuación.

“Nunca llegaremos a vivir sin cáncer, pero retrasaremos su aparición”

La genetista Serena Nik-Zainal

Escuchar a Serena Nik-Zainal hablar sobre cáncer llena a cualquiera de esperanza. “Ahora mismo cada célula de mi cuerpo está acumulando mutaciones, así que si viven lo suficiente será inevitable que acaben desarrollando un tumor”, reconoce esta médica y genetista de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). “Dicho esto, recordemos que un humano está hecho de 30 billones de células, todas acumulando mutaciones, y solo una de ellas dará inicio a un cáncer a lo largo de mi vida. Esto es sorprendente. Además, sabemos que solo una de cada tres personas desarrolla cáncer, lo que supone que en realidad hay una única célula cancerosa por cada 90 billones de células humanas sanas. Esto nos muestra que el cuerpo es bastante bueno a la hora de evitar el cáncer a pesar de acumular mutaciones. De hecho, es asombroso lo resistente que es”, resalta.


La explicación de esta maravilla es que dentro de cada una de nuestras células hay mecanismos que reparan el daño en el ADN que sucede por el simple hecho de estar vivos. El oxígeno y el agua que necesitamos para vivir dañan el ADN. El tabaco, el alcohol o la luz solar que nos llega del exterior, también. El cáncer desactiva esos mecanismos reparadores, lo que le permite acumular decenas, cientos, miles, millones de mutaciones que son su libro de instrucciones para generar un crecimiento aberrante y desaforado de las células malignas. Los humanos entendemos mucho mejor nuestro libro de instrucciones —nuestro genoma— que el del cáncer.


El empeño de Nik-Zainal, británica de origen malasio de 45 años, es llegar a entender esa programación aberrante. La investigadora acaba de coordinar la publicación del mayor catálogo de genomas del cáncer del mundo: la secuencia completa de los tumores que sufrieron más de 18.000 personas de varios países, incluida España. Los datos —publicados hoy en la revista Science— son el mayor compendio de mutaciones del cáncer al que la ciencia ha tenido acceso. En esta ingente base de datos Nik-Zainal busca marcas y patrones que pueden explicar por qué apareció cada cáncer y, sobre todo, si ya existe el fármaco que podría curarlo.


En esta entrevista explica las implicaciones de su trabajo para comprender el cáncer y la búsqueda de tratamientos, un asunto del que hablará hoy en un simposio organizado por la Asociación Española de Genética Humana.


Pregunta. ¿Qué sentido tiene estudiar todas las marcas que el cáncer deja en nuestro ADN y no solo las que sabemos que sirven para algo?


Respuesta. Esas marcas son como huellas en la arena. Vas a la playa y ves un montón de pisadas que parecen esparcidas al azar. Pero si te fijas bien puedes distinguir cuáles son de una persona y cuáles de un animal. Puedes saber cuáles son de perro y de pájaro. En las humanas, puedes saber si las dejó un adulto o un niño. Si andaban o corrían y hacia dónde. Estudiando esas marcas puedes averiguar si el tumor de una persona tiene un defecto genético que lo hace muy vulnerable ante un medicamento concreto. A todas esas marcas las llamamos firma genética del cáncer.


P. ¿En qué proporción de pacientes resulta informativa esta firma?


R. Si sufres un cáncer de ovario, te diré que tienes muchísimas probabilidades de mejorar si conozco la firma de tu cáncer. Lo mismo pasa con el cáncer de mama, de colon o de útero. Luego hay otros donde la firma no es tan útil por ahora, sobre todo los tumores en niños, porque tienen menos mutaciones.



P. En cáncer de mama usted descubrió la kataegis, ¿qué es?


R. Yo aún era estudiante de doctorado. Miraba todos los datos de los pacientes. En aquel momento solo teníamos 21 personas y aun así era un volumen de datos atroz. Lo primero que entendí es que cada paciente tenía un genoma de cáncer único, muy distinto del siguiente. Sin embargo, ¡todos recibían el mismo tratamiento! Había un paciente con una cantidad descomunal de mutaciones. Todas estaban agolpadas en una zona concreta de su genoma: el cromosoma seis. Las mutaciones estaban muy pegadas unas a otras. Eran erratas de una letra. El ADN tiene cuatro letras GATC, y aquí todas seguían el mismo patrón: la letra C, citosina, se volvía T, timinina. Eso tenía que significar algo porque en teoría cualquier letra puede mutar a cualquier otra. Era como si en este lugar del genoma hubiese una enorme tormenta, que en griego antiguo se dice kataegis.


P. ¿Y resultó ser algo importante?


R. Cuando miramos más pacientes que sufrían otros tipos de tumor encontramos la misma hipermutación. Ahora sabemos que kataegis es algo común en tumores de varios órganos distintos. Sucede porque una parte del genoma se parte. El sistema de reparación de la célula intenta volver a unirlo, pero al hacerlo se come otras letras adyacentes y causa más mutaciones.


P. ¿Es bueno o malo que un tumor tenga esta marca?


R. En cáncer de mama HER 2 positivo sucede mucho. Y cuando tienes este tipo de tumor de mama puedes recibir una terapia dirigida a esa proteína, lo que mejora mucho las posibilidades de supervivencia. Probablemente esta tormenta aumenta las copias de ciertos genes contra los que podemos dirigir una terapia. Pero también vemos estas hipermutaciones en otras zonas del genoma, en otros tumores, y no sabemos qué efecto tienen. Necesitamos estudiarlo más.


P. ¿Cuánto ayudan los datos genómicos en el tratamiento actual?


R. Ahora mismo todo el mundo recibe el mismo tratamiento. Si sé que conmigo no va a funcionar, no quiero recibirlo, porque supone muchos efectos secundarios. Por otro lado, puedes dar el fármaco al paciente cuanto antes, si es que es apto para ello, y aumentar sus posibilidades de supervivencia. Y el impacto económico es muy importante, porque puedes hacer que los pacientes mejoren antes con menos fármacos y reduces el gasto asociado a efectos secundarios de una droga que no funciona.


P. Estar vivo supone acumular mutaciones, lo que aumenta el riesgo de cáncer. ¿Será posible algún día eliminar este vínculo, evitar el cáncer al 100%?


R. ¿Podemos llegar al punto en el que no haya ni una sola célula cancerosa? Probablemente no. Pero creo que sí podemos retrasar la aparición de esa célula, de esos tumores. Nos queda mucho por delante y no tengo una bola de cristal para saber cuándo llegará, pero creo que podemos conseguirlo.


P. ¿Es posible evitar el cáncer antes de que ocurra?


R. Eso espero. Hay cánceres familiares que muestran una firma genómica clara antes de aparecer. Aunque aún no sabemos cómo evitar que suceda. Sobre esto hemos publicado la mayor lista de genomas completos del cáncer de todo el mundo en la revista Science. Hemos encontrado 58 nuevas firmas genómicas del cáncer. Hasta ahora conocíamos otras 51, así que con este trabajo doblamos la muestra. Algunas se originan por defectos genéticos ya existentes y otros por factores externos. No sabemos cómo se originan todos ellos, pero al menos ahora podemos verlos y estudiarlos. La lista de firmas no deja de crecer. Así que lo que hemos hecho también es crear una herramienta informática para que otros equipos puedan buscar nuevas firmas genómicas.

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