Arcoíris en primavera y sentimientos dispares
Para que se forme un arcoíris, son necesarias ciertas condiciones: que el aire esté húmedo, es decir, lleno de pequeñas gotas; que el sol esté despejado para que sus rayos lleguen directamente a las gotas de agua; pero también que el sol esté en cierta posición para que sus rayos lleguen a las gotas con un ángulo determinado.
En el momento de observarlo uno no piensa en esas cosas ni tampoco en la reflexión y refracción de la luz sino que es invadido por la belleza y ello nos despierta sentimientos que quizás están muy anclados en nuestro paleocerebro desde el comienzo de la especie.
Hace unos días tras el final de una lluvia primaveral en Málaga pude observar este doble arcoíris desde la ventana de mi casa.
Este viaje de traslación de nuestro planeta nos lleva a esta zona del mundo a introducirnos en la primavera.
La primavera desde mi infancia significaba,sin que sepa bien porqué, esperanza y una transición hacia tiempos mejores y más alegres.
Hoy no lo siento así. En esta hermosa primavera y muy cerca nuestro llueven las bombas y misiles sobre Ucrania y donde habían miles de hogares ahora van quedando miles de ruinas. Esta guerra, como todas, solo dejará dolor, odio, pobreza de las mayorías y sufrimiento en millones de personas que quizás nunca se recuperen de su dolor.
Desde mi humilde análisis se que el llegar a esta situación ha sido provocada por diferentes intereses geopolíticos y de ideologías donde se priman más los intereses particulares sobre la dignidad humana. En fin, nada nuevo en este mundo. Sin embargo la vileza de Putin y su ejército nos recuerda tanto a los nazis de hace ochenta o noventa años. La Z del ejército ruso invasor es hoy la nueva esvástica. Los que no apostaron por la diplomacia ni lo hacen ahora como es el caso de los Estados Unidos, son también responsables en parte del sufrimiento de ese pueblo. Aunque suene tópico digo también que la historia los juzgará. Lo malo es que eso no restaurará el bienestar ni la vida de muchísimas personas.
Tenemos un panorama mundial amenazante y muy preocupante con el avance de la extrema derecha en Europa, el auge de los diferentes populismos, el aumento de la desigualdad social a nivel mundial y local y el cambio climático.
Hay quién me dice que me preocupo demasiado en lugar de vivir el presente con más optimismo y enrocarme en mi entorno más cómodo y seguro, al menos hasta ahora.
Quizás lleven algo de razón. Para dejaros algo más positivo os invito a escuchar a María Dueñas interpretando la bella composición de Vivaldi: Primavera.
María Dueñas tiene ahora solo 19 años y nos regala estas notas musicales. Pienso que a todos nos estimulará a pensar, recordar y sentir.
Podéis hacerlo en el enlace siguiente.
A continuación encontraréis en Sinapsis diferentes artículos para que os entretengan en estos días más relajados de Semana Santa.
Espero que estéis bien. Cuidaos. Un abrazo.
J.P
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