Noticias del futuro. Federico Soriguer

Días pasados se publicó en Diario Sur una tribuna que yo llamaría Carta desde el futuro. La redactó Federico Soriguer. Os la transcribo

Noticias del futuro

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FEDERICO SORIGUER / MÉDICO. ACADEMIA MALAGUEÑA DE CIENCIAS 

El otro día recibí una carta de mi nieto mayor. Estaba fechada el 14 de agosto de 2050. Era el día de su cumpleaños y acababa de cumplir 37 años. 

Querido abuelo, hoy cumplo la promesa que te hice hace tanto tiempo. Creo que lo que voy a contar te va a gustar. Contra todo pronóstico España ha conseguido resolver su problema territorial. Poco a poco los independentistas se han ido dando cuenta de que son más las cosas que nos unen que las que nos separan, que el identitarismo historicista es una forma de aberración predemocrática y que el federalismo está siendo una alternativa que satisface todas sus aspiraciones, especialmente ahora que la UE ha recuperado el impulso fundacional y el protagonismo mundial, muy especialmente después de que Gran Bretaña haya vuelto a pedir el ingreso en la UE. Tampoco va mal la economía.

Llevamos ya varios gobiernos con la misma política sobre lo que en vuestra generación llamabais 'nuevas tecnologías' que han convertido a España en un líder mundial de lo que ahora se llama 'la revolución limpia'. La consecuencia más inmediata es que el paro se ha reducido de manera importante, lo que ha aumentado el bienestar social. Me imagino tu cara al escuchar estas buenas noticias. No, no ha sido un milagro. Simplemente hemos aprendido la lección.

Hay ahora una gran estabilidad política, sobre todo después de haber cambiado la ley electoral, aunque esto se logró porque ya los partidos estaban dispuestos a grandes pactos nacionales. Por otro lado España está en este momento a la cabeza de los índices de transparencia y eficiencia política. La lucha contra la corrupción que vosotros iniciasteis, por fin ha dado sus frutos.

Todo esto ha hecho posible acuerdos sobre la educación gracias a los cuales hay un aumento continuado de la inversión en educación y en ciencia. De hecho España comienza a ser respetada en el concierto internacional tanto por su empeño en la lucha contra el cambio climático, como por sus contribuciones a la ciencia. El mejor ejemplo es que dos de los premios Nobel de Ciencia de los últimos cinco años han sido españoles.

Pero lo más importante es, si acaso, que hay en el país un cambio de 'humor' que ha permitido una especie de pacto social y una mayor confianza en el futuro a los que no son ajenas la disminución de las desigualdades, consecuencia entre otras cosas de una eficiente política educativa y laboral que fomenta el 'ascensor social'. Un círculo virtuoso lo ha llamado el relator de la ONU que analiza la situación española.

Hay también otras noticias de interés. Hemos tenido ya dos mujeres al frente del Gobierno y hace ya un par de legislaturas que la jefatura del Estado la encarna una joven reina. También o quizás por eso la obsesión por las políticas identitarias ha disminuido. Ah, se me olvidaba, también ha desaparecido del imaginario de los científicos y de los biotecnólogos el sueño de inmortalidad transhumanista. Todo esto está haciendo que los ciudadanos y los políticos miren más al suelo que al cielo. La esperanza de vida en las mujeres está ya cercana a los 90 años y la mitad de la población tiene más de 65 años. Los sociólogos dicen que gracias a este envejecimiento de la población se ha enlentecido la vida cotidiana y por ello se valora más el bienestar, relacionado con la cultura, que el confort tan vinculado a la tecnología. La lentitud no es un defecto sino una propiedad de la vejez y era lógico que el mundo se enlenteciera cuando la mayoría fueran viejos.

Nada de esto hubiera sido posible sin el gran desarrollo tecnológico que ha tenido lugar, pero por primera vez desde hace mucho tiempo la tecnología no va delante de los deseos de los ciudadanos sino detrás de sus necesidades. No puedo contártelo todo en una carta pero basta que sepas que ahora solo se puede pasar de secundaria si se han leído y analizado al menos estos cinco libros: el poema épico de Gilgamesh, en donde se aprende a renunciar al sueño de la inmortalidad y a disfrutar del placer de la vida; el ensayo de Cicerón 'De senectute', ahora que sabemos que la vejez no es el pasado de los jóvenes sino nuestro futuro; el precioso librito de Delibes 'Un Mundo que agoniza', pues la crisis climática sigue sin resolverse ya que los GEI que vosotros acumulasteis siguen con nosotros y dos libros que se estudian en sociales, 'El naufragio de las civilizaciones', de Amin Maalouf, y 'Por qué fracasan los países', de Daron Acemoglu y James A. Robinson, pues no queremos que se olvide lo mal que lo hizo tu generación.

Como te decía hemos aprendido de los errores del pasado. ¿No era tan complicado, no te parece abuelo? En septiembre hubieras cumplido 103 años. No sé donde andarás ahora pero estoy seguro de que habrás disfrutado leyendo esta carta. No olvido cómo me contabas que somos polvo cósmico, por eso mientras escribo esta carta me parece descubrirte en estos puntitos minúsculos que se hacen visibles flotando en el aire cuando un rayo de luz de este septiembre primaveral atraviesa la ventana de la habitación desde la que te escribo. 

Un beso.