Días de cuarentena (4)
Días de cuarentena (4)
El pensamiento racional o intelectual puede caer derrotado o sucumbir ante el desgaste invasivo de los estados de ánimo, sentimientos y emociones. Seguramente no le ocurre a todo el mundo pero a mí sí, en ocasiones. Es lo que en algún relato que escribí llamé ánimos en montaña rusa. Oscilo durante esta cuarentena entre un espíritu de resistencia y de análisis sosegado y lógico a un estado algo triste y pesimista sobre el presente y el futuro.
Mis valores y confianza en la ciencia, en la evolución positiva de los ciudadanos en su conjunto por la educación, la cultura y la mirada lúcida hacia atrás en la historia, a veces se desvanecen.
Solo llevamos apenas más de un mes de confinamiento y percibo cambios en mi entorno social.
Pasada la adictiva tendencia al “entretenimiento” de las primeras semanas pareciera que en determinados círculos ya se dejan invadir y modelar por los bulos, noticias falsas y envenenamientos políticos en las redes sociales.
Confiaba en que personas educadas en democracia como son los líderes políticos españoles, tuviesen éstos un comportamiento diferente del que estoy observando. No se ponen de acuerdo ni para reunirse por lo que veo imposible acuerdos para poder afrontar el futuro durísimo que se nos plantea desde el punto de vista económico y social.
Al autoexcluirse a participar de forma colaborativa y constructiva, el mayor partido de la oposición (PP) me lleva a considerar esta actitud como un abandono a las políticas de consenso y un daño irreparable a la ciudadanía. Otros, sin embargo como es el caso de Ciudadanos está respondiendo como lo que inicialmente pretendía ser, un partido de centro o bisagra para la gobernabilidad. De otras organizaciones como Vox, los independentistas y separatistas nunca he tenido ni tendré expectativas sobre su colaboración. Esos tienen otros proyectos rupturistas y trabajan con la mentira, el engaño, la insolidaridad y con el principio de “cuánto peor, mejor”. Están en lo que yo llamo grupo de políticos-hienas. Leo hoy en un periódico las declaraciones de una portavoz de Vox que hace responsable al gobierno actual de la muerte de 18.000 personas y lo acusa de hacer eutanasia. ¿Alguien con cerebro puede creer y seguir a esos políticos….? Lamentablemente parece que sí. Los de Podemos deberían recordar que forman parte de un gobierno de coalición y en un momento extraordinariamente delicado por lo que no se puede ni se debe hacer política marcando diferencias con sus socios para conseguir posicionamientos adecuados frente a sus seguidores. Estar en una coalición significa también fidelidad y responsabilidad con miras muy superiores.
Al gobierno actual, hay que criticarlo, marcarle sus retrasos y sus errores para que rectifique pero hay que ofrecerle también colaboración para que todos juntos podamos construir un programa consensuado para salir de la brutal crisis en la que entraremos en las próximas semanas y no bajar la guardia tampoco en el tema sanitario.
No es “patriota” (para los que hablan tanto de patria), buscar medrar en votos con medias verdades y calumnias que solo pretenden erosionar al gobierno constitucional y democrático que ahora tenemos fruto de la representación parlamanteria que la ciudadanía ha expresado en las convocatorias electorales. Nos guste o no este es nuestro gobierno democrático y es al que le ha tocado liderar este proceso tan complicado.
A nivel internacional es igual o más deprimente el panorama. Asombra las actitudes, aseveraciones y manejo político de individuos como Trump, Bolsonaro y en el comienzo de la crisis del brexista, Boris Johnson.
El mundo y también Europa está sin liderazgos claros sobre todo por una mala lectura de la gravedad del presente (se cometieron similares errores que en España) y también por que subyace en el fondo el sentimiento"nacionalista”. Pareciera que al igual que Trump todos dicen “nosotros primero”.
Como contrapeso a todos estos aspectos negativos comentados tenemos afortunadamente extraordinarias muestras de sacrificio y solidaridad realizados por diferentes sectores, organizaciones y ciudadanos para paliar o mitigar el azote de este virus y de sus consecuencias económicas y sociales.
Sería muy, pero muy importante que los filósofos, historiadores, políticos, científicos y economistas entre otros diseñaran una forma diferente de sociedad para el futuro y lógicamente no me refiero solo a España si no al mundo y a Europa en particular.
Debemos aprender de los errores, no olvidemos el cambio climático y las monstruosas desigualdades sociales que hoy imperan en el mundo.
En fin, os animo a todos los que leáis este apresurado vuelco al papel de ideas desordenadas que pujan en mi cerebro por salir, que mantengamos la resistencia a las adversidades, seamos exigentes con nuestros políticos y que actuemos lo más solidariamente posible con todas las personas que lo necesiten.
Debemos “resetear” nuestros modos de pensar en política; estamos hoy en otro tiempo. No lo olvidemos.
Voy a dejar este escrito y vuelvo a leer en este encierro obligado pero necesario, una obra literaria peculiar. Se trata de Alegría de Manuel Vilas.
Ojalá pronto vuelva la normalidad en nuestras vidas y que podamos trabajar, pasear, divertirnos y disfrutar con los amigos de una charla en un café o mirar el mar en silencio y soñar…
Para despedirme hoy y olvidar algo los temas tratados comparto con vosotros unas estrofas incompletas de un poema de Neruda que nos transmite optimismo
Oda al día feliz (Pablo Neruda)
Esta vez dejadme
ser feliz,
nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna,
sucede solamente
que soy feliz
por los cuatro costados
del corazón, andando,
durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy
feliz.
Soy más innumerable
que el pasto
en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo
en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra
el aire canta como una guitarra…
ser feliz,
nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna,
sucede solamente
que soy feliz
por los cuatro costados
del corazón, andando,
durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy
feliz.
Soy más innumerable
que el pasto
en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo
en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra
el aire canta como una guitarra…
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