Hoy con María Navarro. Coloquio entre amigos
Coloquio entre amigos
Hoy con María Navarro
Licenciada en Filosofía y Letras, psicóloga especialista en psicología
clínica, psicoanalista Miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis.
Escritora de poesía y ensayo.
En semanas anteriores hemos ido charlando con diferentes amigos sobre el controvertido tema de las redes sociales y el uso quizás excesivo del móvil entre otros temas.
Ahora realizamos las mismas preguntas a la invitada de hoy, María Navarro. En este caso hemos obviado el orden de las preguntas y las respuestas están en relación a los siete grupos temáticos.
Redes sociales y nuevas tecnologías
1)
En la mayoría de las sociedades
actuales el uso del celular o móvil es masivo y además ocupa gran parte del
tiempo que disponemos. Pareciera que la mayoría de las personas están
“interconectadas” de forma casi constante. La comunicación entre los individuos
es casi permanente. Observamos que ante cualquier resquicio temporal de soledad
o de descanso de la actividad laboral u ocupacional que sea, el individuo coge
el móvil y se “comunica”. Lo vemos en la calle, los sitios de trabajo, los
lugares de ocio, al comer o disfrutar de la playa por solo mencionar algunos
lugares.
¿Con esta
actitud hemos mejorado la relación entre las personas?
¿Hablamos
siempre con alguien para estar menos solos?
¿Es un
escudo para aislarnos del entorno real?
¿Esta
hiperconectividad continua entre las personas de la sociedad, entendiendo como
hiperconectividad el concepto que sintetiza la situación actual del ser humano
en la cual vive conectado permanentemente a la información a través de
diferentes dispositivos como la radio, la televisión, internet y el teléfono
celular ¿significará en el futuro algún tipo de salto cualitativo
evolutivo?
Se dice que parte del avance del homo sapiens estribó en la mejor y
más
intensa
comunicación entre los mismos.
¿Significará algo de eso o no?
¿Importa
solo la hiperconectividad o también la calidad del contenido de la
comunicación?
Las
personas casi de forma mayoritaria se comunican pero ya no se habla de forma directa. La palabra a través
de la voz, los matices de la misma, los estados de ánimo, etcétera, desaparecen
en el lenguaje escrito de los mensajes del celular.
¿No se pierden muchos aspectos de la
comunicación al hacerlo solo por escrito o con imágenes o emoticonos?
Respuesta:
Sí, vivimos en la época de la hiperconectividad,
pero estar “conectado” no significa comunicarse, todo lo contrario, hay mucha
soledad entre los sujetos pues la globalización de las comunicaciones no
conlleva necesariamente una escucha o
reconocimiento del sujeto.
Además, este modo de comunicación se ha convertido
en un instrumento de poder. El poder está en muchos registros de nuestro
discurso cotidiano, de nuestras vivencias más íntimas, no sólo en el
escenario político. El discurso del capitalismo extremo ignora esto para
su subsistencia, hasta el punto de no presentar fisuras, tapa lo más
singular del sujeto y esto da como resultado el todos iguales en nombre de la
sociedad del bienestar amparado además por el mercado, por el poder de la
comunicación y la imagen, a través del que llega a cotas tremendas. Es un tema
que en la clínica vemos cotidianamente. Todos conectados para crear un
semblante de comunicación, de igualdad y
consistencia de las identificaciones, donde la soledad es cada vez mas patente.
Cada vez hay más depresiones, más gente conectada pero más sola. Es una época
donde se rechaza lo singular en aras de identificaciones imposibles que los
sujetos creen van a aportarles la felicidad. Es un tema que vemos claramente en
la publicidad por ejemplo, donde nos envían mensajes en los que si tienes tal
objeto, por ejemplo el último modelo de móvil, puedes conseguirlo todo…; la
inmediatez del whatsApp consolida y potencia esta idea.
Se habla de evolución, pero comunicarse más rápido
no significa que el sujeto haya evolucionado. La ciencia y los objetos de la
técnica, son imparables y en muchos registros extraordinaria, pero si no
se tiene en cuenta la subjetividad, lo singular de cada sujeto, el avance de la
ciencia y la técnica, que a través del Mercado está al servicio del
goce de los sujetos puede llevar a lo peor.
Hay síntomas en torno a la dependencia del móvil por ejemplo que hace no
tantos años eran impensables.
2)
Vivimos en un
tiempo donde se percibe una pasión desmedida de gran parte
de las personas por hacer fotos del entorno, de obras de museo, de la actividad
que está realizando o del lugar en que se encuentra y hacerse fotos de su
rostro solos o acompañados (selfies) y su colocación posterior en las redes.
¿Qué
significado creéis que tiene? ¿Narcisismo, egoísmo? ¿socialización de la
capacidad de tener una imagen que en la historia pasada era mucho más reducida
o solo asequible a clases pudientes? ¿búsqueda de aceptación por parte del otro
y “placer” mediado por neurotransmisores al recibir los “me gusta” o similares?
Respuesta:
La civilización occidental se podría definir, como
señala el psicoanalista Eric Laurent, como la sociedad del hedonismo
conformista de masas. Sería el sueño del hedonismo, un sueño que produce
fenómenos que actualmente se pueden ubicar por ejemplo en el escenario de las
adicciones. Además, el hedonismo es la otra cara de la pulsión de muerte,
porque es la vertiente del empuje al goce más allá del principio del placer. El
límite del hedonismo es la muerte misma. Hay que decir que “el malestar
en la cultura” —ya nos lo señaló Freud en su texto extraordinario de 1929— es
la consecuencia de que la cultura, las civilizaciones, se construyen
sobre la renuncia a lo pulsional. Es una renuncia que obliga a la
sublimación y ubica a la represión en los orígenes de la cultura, cuestión que
nunca logra ser exitosa, por eso tenemos síntomas. Ahora bien, los síntomas
que podríamos llamar clásicos se desencadenan por el retorno de aquello
—lo pulsional— que se resiste a someterse al ideal y a la cultura.
Refiriéndonos a la cultura de la alienación, a un sistema coherente de
creencias, a los nombres del padre, de lo simbólico, de lo que se ha llamado
también de los grandes relatos. Pero ese lugar vemos que hoy cada vez
está más vacío y los ideales dejan su lugar al goce sin
represión.
Estamos inmersos en la sociedad del
espectáculo, del gran hermano, que vemos plasmado en multitud de escenarios a
través de las imágenes que enviamos y que nos llegan por pantalla, desde el
ordenador hasta el móvil, donde se refleja desde la banalización de la
corrupción hasta la muerte, las grandes catástrofes, el sexo y la violencia en
directo. Además son imágenes, efectivamente, factibles de ser filmadas por el
ciudadano corriente, transformándose en directores de su propia película, de
tal forma que finalmente el sujeto se queda a solas con el objeto, sin que un
marco le ponga límite, tienes tu móvil, tu Internet, tu selfie, tu sexo a
solas… Se evita el encuentro con el otro pero el encuentro virtual jamás va a
suplir el encuentro de los cuerpos, cara a cara. El futuro de la intimidad
viaja a la par que las tecnologías digitales que nos hacen creer que se puede
extraer la verdad del sujeto, que hay transparencia. Pero siempre hay algo
opaco anidado en esa intimidad.
3)
Las personas hoy en día se desplazan por diferentes motivos a
grandes distancias en el planeta. Sin duda que los medios tecnológicos (skype,
video cámaras en el teléfono…) han revolucionado la comunicación entre los
individuos que están alejados. Sin duda que es un hecho muy positivo, casi
inimaginable hace unas décadas.
Pero
por el contrario las personas que están cerca y que tienen posibilidades de
contacto directo con frecuencia lo eluden y lo hacen “escribiendo” en los
celulares o el ordenador y ni siquiera usan la voz para contactar. Más aún, a
veces están juntos pero separados cada uno con su móvil o celular departiendo
con amigos lejanos.
¿A qué pensáis que se debe ese comportamiento? ¿Imitación irreflexiva?
Respuesta:
Se debe a la idea de globalización. Para ubicar
esta problemática, tendríamos que hablar de la relación del sujeto
moderno con los objetos de consumo, incluidas las drogas, las adicciones.
La civilización de lo global tiene como denominador común la pasión
por los objetos que constantemente ofrece el mercado. Se trata entonces
en ese hedonismo contemporáneo del que hablábamos antes, de un goce que no
tiene interrupción, incluyendo en ese escenario incluso al trabajo pues
hay un continuo ofrecimiento de objetos disponibles para todos que borran la
singularidad y los límites. De ahí que cada vez más los sujetos, las ciudades,
las modas sean similares y las demandas crezcan en aras de esos modelos, hasta
un imperativo en ocasiones demoledor de los sujetos, pues borran lo singular
de cada uno, hecho que da lugar a otros fenómenos graves y en ascenso, como
son los de la xenofobia o el rechazo de lo femenino. O sea, de lo diferente. No
obstante hay que señalar que un uso enmarcando los límites de estos objetos,
permiten acceder a movimientos e información que bien utilizada, o sea, por
fuera del sueño de que todo es posible, nos permiten una vida mejor.
4)
Creo que compartiréis que los avances tecnológicos en comunicación
y sus instrumentos derivados, ordenadores, redes, celulares, han favorecido una
revolución jamás conocida para el acceso a la información y conocimientos
científicos, culturales, educacionales, etcétera que probablemente sirva para
el progreso individual y social de la humanidad.
¿Será
el empleo excesivo del celular una forma de “expansión” del cerebro, de la
cultura que favorece su transmisión casi en crecimiento exponencial aunque
también conlleve lo malo o innecesario?
¿Es así o queréis matizar este tema?
Respuesta:
Por supuesto son avances extraordinarios que hay
que saber utilizar, no darles la espalda como hemos mencionado pero si
no contemplamos al sujeto del inconsciente, incompatible con la idea de
que todo está contenido en el cerebro, iremos hacia la robotización…. Las
neurociencias tienen una responsabilidad muy amplia en este sentido.
5)
Las redes sociales cumplen también un papel positivo en las
relaciones humanas.
¿No creéis que del mismo modo también se ha
convertido en un refugio de violentos, antidemócratas, cobardes,
desestabilizadores de los sistemas democráticos entre otras acciones
reprobables?
¿Se puede hacer algo ya sea a nivel
internacional, institucional o individual para minimizar esas acciones?
Respuesta:
La
tendencia generalizada se orienta como vemos hacia el consumo, por lo que
el sueño y el ideal ya no es más el de la libertad o la liberación, sino
un camino constante hacia la satisfacción individual, de tal manera que todo va
tomando un estilo adictivo en las sociedades actuales -porque las adicciones,
en esa búsqueda de satisfacción ya sea en las sustancias o en los objetos
tecnológicos, tratan de suplir la imposibilidad de satisfacción total, que es
intrínseca al ser humano. Este escenario permite entonces un incremento
también de lo criminal, del abuso, y del uso indiscriminado. Y hay una
complicidad que sostiene de manera radical el discurso neoliberal pues se
convierte en un círculo sin fin ya que los sujetos hoy, demandan todo el
tiempo al mercado, a la ciencia y también a los poderes públicos que cumplan su
promesa de felicidad, hay una exigencia de plenitud y felicidad que además los
estados prometen. Y a la vez que esto es imposible, la administración, los
poderes públicos, que articulan y sostiene ese mercado y la sociedad
tecnológica actual, producto de la pareja entre el capitalismo y la ciencia, de
los objetos de satisfacción y de los remedios al malestar, en lugar de limitar,
ha instalado en la civilización la angustia y la depresión generalizada.
Por lo tanto se trata no solo de que los poderes públicos o internacionales
hagan algo, sino también de que los sujetos se responsabilicen de esa
falta consustancial al ser hablante. No todo es posible, ni todo tiene
garantía, ni todo es responsabilidad del Otro.
6)
Hoy la mayoría de los ciudadanos son conscientes que a través de
los medios tecnológicos (celulares, ordenadores, etcétera, somos vigilados,
controlados, espiados y se nos “roban”
nuestros datos. Sin embargo no hacemos nada y al parecer nuestros gobiernos
tampoco nos protegen.
¿Creéis que es así y pensáis que se puede
hacer para evitar esos hechos?
Respuesta:
Sí,
está la cuestión de que cada vez mas somos observados, desde los
satélites a los drones, pasando por las cámaras de vigilancia, que se nos
presentan como instrumentos de seguridad …. Formamos parte de
alguna manera de la sociedad del espectáculo desde el momento en que hay
cámaras de control cada vez más cercanas a nuestra vida cotidiana y esto
resuena con el sentimiento de que un Otro nos está observando, o
robando. Al mismo tiempo esto introduce en cualquier momento un juicio sobre
esa vida, sí como la negación en muchos sujetos de que lo ominoso es
intrínseco al sujeto. No por creer que decimos todo, mostramos todo, o
gustamos a todos, o en concreto en el tema de las cámaras de control el que
vean “todo" ese todo nos otorga o significa la “totalidad”, nos da
una identidad o significa que se trata de “la verdad”.
Hay
que estar advertidos de esto y no hacerse cómplices, no entrar al discurso de
la servidumbre voluntaria, - a mediados
del siglo XVI, Étienne de La Boétie publicó un breve opúsculo titulado Discurso
de la servidumbre voluntaria, donde
analiza los resortes de la tiranía y de su aceptación por parte de quienes la
padecen. Encontramos allí una tesis muy interesante que conecta con las teorías
de Jacques Lacan en relación al imperativo del goce de los sujetos: la tiranía
sería consecuencia de la servidumbre y no lo contrario, como se pensaría
habitualmente; o mejor, la servidumbre no remitiría solamente a un poder
exterior que se ejerce contra el sujeto sino que sería una consecuencia también
de la relación que el sujeto mantiene consigo mismo. Es un tema muy sutil, pero
que está en la responsabilidad y ética de cada uno, como posible orientación al
discurso actual.
7) ¿Qué opináis del enorme éxito de los videojuegos entre los
jóvenes y cuáles serían los mecanismos por los que se desarrolla en muchos una
adicción que los aparta del entorno entre otras cosas?
Respuesta
Por la misma razón que señalamos en respuestas anteriores,
son escenarios diferentes del mismo problema.
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