Relato corto: Obviedad

-->

Obviedad

No es lo mismo estar sano que enfermo, tener trabajo que carecer de el, estar solo o en compañía, ser joven o anciano, tener muchos proyectos o solo los de retrasar la vejez, en fin, todo esto y muchas cosas más pueden hacer que al leer una brillante obra literaria la podamos sentir, apreciar o degustar de forma diferente.

Lo anterior parece una obviedad y lo es. Pensaba en todo esto cuando desde la ventana de mi dormitorio observaba el día gris, frío, ventoso y con escasa luz que se infiltraba dentro de mi hogar mientras leía una novela que unos años antes me había conmovido por su belleza y profundidad. En aquella oportunidad la había leído bajo la intensa luz del sol de julio, en  una playa que irradiaba vida y teniendo a mi lado a mis hijos aún pequeños que alternaban sus juegos y baños con la lectura que a ellos  siempre les había atraído.

Somos química del big bang pero inestable y esta inestabilidad se traduce en nuestros sentimientos reflejando diferentes niveles de serotoninas, dopaminas y otras moléculas  que nos alejan o acercan a momentos de felicidad.

Quizás en estos instantes tendría los niveles alterados ya que dejé con disgusto la relectura. Hoy no era como en el pasado.

En esos momentos sonó el teléfono. Eran mis dos entrañables amigos que me llamaban desde otro continente. El sentimiento genuino de la amistad reequilibró los neurotransmisores. Ellos estaban de vacaciones de verano y yo desde aquí en invierno y en mi rutina apática, los escuchaba. Tras colgar el teléfono me sentí más animado y retomé la lectura. Ahora sin duda creo que me gustará. Pensé que  mis amigos disfrutarían al leer esta obra sobre todo en el ambiente cálido y festivo en el que están. Pero eso no es todo, ya que en este ambiente invernal empujado por las emociones de la amistad comienzo ya a disfrutar otra vez de la magia de la literatura.

 Hay muchos factores que nos hacen percibir diferente la realidad, por ello según las circunstancias que nos rodean podemos sentir de un modo u otro. No es lo mismo… Vaya obviedad!!

Carlos Bustamante