Reflexiones de un ciudadano. ¿Izquierda-derecha?
Tras leer los periódicos y escuchar las noticias bosquejo en mi diario en borrador, algunas reflexiones que sin ser definitivas quiero compartir con vosotros.
Ricardo Ponce
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En fin, creo que sigue existiendo una mirada de izquierda y otra de derecha para afrontar los problemas de la sociedad y es importante en su momento remarcarlos por lo que en sí mismo significan esas diferencias pero lo que intento transmitir a través de esta reflexión es que pienso que hay un excesivo empleo de esos términos que son usados conscientemente o no para inclinar a los ciudadanos hacia posiciones sin un análisis crítico profundo y por el contrario haciendo una apelación al cerebro emocional sin más. Tras las palabras izquierda o derechas lo que hacen muchos políticos es suscitar emociones sin explicar en concreto los proyectos y acciones políticas.
R.P
Ricardo Ponce
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Izquierda
- derecha: ¿Excesivo empleo de esos términos?
A mi parecer, tantos los
políticos como los medios de comunicación hacen un excesivo empleo de los
términos ideológicos de izquierda o derecha. Persuaden, inclinan o crean
prejuicios cuando a determinados hechos políticos o propuestas para la sociedad
previamente las han etiquetado de un modo u otro. Esto a su vez posiciona sin
un análisis objetivo las ideas de muchos ciudadanos que por historias
personales o políticas anteriores ya se encorsetan en opiniones o
descalificaciones sin que haya mediado un análisis crítico de los temas en
cuestión. Quizás a muchos os parezca que
lo que digo es exagerado pero poned un poco de atención a los telediarios o
tertulias políticas y después haced también una valoración en vuestro entorno
de sus efectos. Existen prejuicios en la ciudadanía sobre lo que es ser de
izquierdas o de derechas.
En España, a pesar
de los años transcurridos desde la guerra civil mucha gente sigue viviendo a nivel
emocional lo de vencedores y vencidos. También influye las historias familiares
vividas en esa fratricida contienda y después de cuarenta años de
adoctrinamiento del nacional catolicismo se encasilla a la gente en algunas de
esas corrientes que ahora se expresan en diferentes partidos políticos.
Con frecuencia los
dirigentes apelan a las emociones aún latentes en nuestros cerebros de aquellos
terribles años de la guerra civil y de la posguerra.
Insistir tanto en
izquierdas o derechas por parte de los partidos o de los propios medios de
comunicación no me parece adecuado ni progresista ya que por la propia
insistencia en los términos se deja de lado la comprensión de los reales
contenidos de la política que se quiere llevar a los ciudadanos.
En el mundo actual
globalizado las manifestaciones de la izquierda o de la derecha tiene
diferentes connotaciones y matices según en qué
país del mundo o continente estemos considerando.
En la España actual el
considerar a alguien de izquierdas o de derechas tiene que ver también con la
evolución que esas tendencias han tenido en los últimos cuarenta o cincuenta
años, ya sea se asocie a conservadurismo económico y social o a políticas de
progreso en la esfera de los derechos y la oposición a la desigualdad.
En otras latitudes, por
ejemplo en Hispanoamérica, el ser de izquierdas o comunista es para muchos sinónimo
de “maldad” o de alguien peligrosísimo para la sociedad. Sin duda que en eso ha
influido la colonización ideológica y cultural realizada durante muchas décadas por los Estados Unidos
de Norteamérica en asociación con los estamentos oligárquicos y por los sectores
reaccionarios de la iglesia católica y ahora también con la presión de los grupos
“evangélicos”.
Creo que sería más
atinado para la comprensión efectiva de los contenidos políticos, económicos y
sociales hablar de conservadores y de progresistas matizando a los extremos de
ambas tendencias. Obligaría a explicar mejor los contenidos que se plantean a
la sociedad y no apelar a la sumisión de nuestro cerebro emocional que está
asociado más a los términos izquierda o derecha.
A continuación trataré
de resumir el origen y significado de esos términos que oímos a diario y que
con frecuencia nos sumamos a ellos.
Izquierda y derecha política
El concepto de izquierda hace
referencia a una clasificación sobre las posiciones políticas que agrupan
a corrientes de pensamiento que tienen como punto central la defensa de
la igualdad social. Frente a esta posición está el de la derecha política que
considera las diferencias sociales casi como algo inevitable, normal o
natural. La derecha da menos
importancia a la estructura socio-política como causa determinante de la
desigualdad social, precisamente lo contrario que sostiene la izquierda. Para
la derecha todo depende más de la voluntad y del individuo que de la sociedad
en su conjunto. Obviamente esta es una reducción de los conceptos pero que puede
valer para comprender las diferencias. La izquierda política se divide
actualmente en una multitud de ramas ideológicas que se pueden agrupar en la
izquierda democrática-reformista, la izquierda “revolucionaria” y corrientes
del anarquismo. La derecha también tiene muchos matices, extrema derecha, ramas
más conservadoras y democráticas y otras autoritarias, racistas y xenófobas. La
izquierda de siempre al menos en lo teórico, ha defendido la igualdad de
hombre-mujer y la derecha lo ha mantenido más en duda a este principio y cuando
se ha sumado a ese discurso lo ha hecho por “arrastre” de la propia evolución
de la sociedad. La izquierda en general defiende la laicidad del estado y la
derecha lo vincula con fuerza a la religión e iglesia dominante.
Origen del término
El término izquierda política,
como el de derecha política, tiene su origen histórico en la votación que
tuvo lugar en julio de 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente surgida de la
Revolución Francesa en la que se discutía la propuesta de un artículo de
la nueva Constitución en la que se establecía el veto absoluto del
rey a las leyes aprobadas por la futura Asamblea Legislativa. Los
diputados que estaban a favor de la propuesta, que suponía el mantenimiento de
hecho del poder absoluto del monarca, se situaron a la derecha del
presidente de la Asamblea. Los que estaban en contra, y defendían que el rey
sólo tuviera derecho a un veto suspensivo y limitado en el tiempo poniendo por
tanto la soberanía nacional por encima de la autoridad real, se
situaron a la izquierda del presidente.
Estas manera de sentarse se trasladó a la Asamblea
Legislativa que se reunió por primera vez el 1 de octubre de 1791. Los
diputados sentados a la derecha pertenecían a las clases altas y defendían esos
intereses. En el centro figuraban diputados independientes, carentes de
programa político definido. A la izquierda diputados inscritos en el club de
los jacobinos y otros grupos que representaban al pueblo llano
parisino.
Así el término “izquierda” quedó
asociado a las opciones políticas que propugnaban el cambio político y social,
mientras que el término "derecha" quedó asociado a las
que se oponían a dichos cambios.
Ambas corrientes históricamente se han enfrentado.
La izquierda en general ha defendido el progreso de la sociedad en lo que
llevaba implícito la disminución de la desigualdad, la defensa de las
libertades y los derechos de los más desfavorecidos y la derecha ha actuado
casi siempre como una oposición al progreso y ha primado la defensa de los
intereses de los más pudientes de la sociedad.
El equilibrio de ambas tendencias quizás ha sido
necesario para el progreso de las sociedades.
Tanto la izquierda como la derecha han dejado
también sus tristes y dolorosas páginas en la historia cuando de forma
totalitaria impusieron al resto de la sociedad sus principios (Stalinismo, Nazismo, Fascismo y dictaduras recientes como las de Franco, Videla,
Pinochet o incluso Fidel Castro aunque esta última inicialmente a nivel mundial
gozó de unos apoyos significativos por la esperanza de una nueva forma de
sociedad.
Cada periodo histórico y dependiendo del lugar, los conceptos de
izquierda o derecha se han manifestado y se manifestarán a través de diferentes formas de expresión de esas
tendencias.
Ambas en los últimos años han sido “contagiadas” por otras
ideologías políticas o corrientes sociales como los populismos, caudillismos
personalistas o los nacionalismos, que para mi humilde opinión son en la izquierda la desvirtuación de esta corriente ideológica.
Dejo de lado hoy en este borrador el análisis de la extrema derecha y extrema izquierda ya que probablemente en los países democráticos y con un estado de derecho sea un retroceso histórico significativo). Sin ir más lejos actualmente ha irrumpido en España aupado por los medios y errores de los partidos clásicos una organización de extrema derecha que aún no reconoce ni la igualdad de género y que defiende la ideología política y social de la dictadura franquista. Fenómeno similar pero con las características de su entorno lo representa el actual presidente Bolsonaro en Brasil. La mayoría de las tendencias en Europa de la extrema derecha son xenófobas, racistas y nacionalistas. Para los progresistas es una urgencia entender por qué han surgido esas corrientes otra vez y saber dar alternativas a sus propuestas.
Dejo de lado hoy en este borrador el análisis de la extrema derecha y extrema izquierda ya que probablemente en los países democráticos y con un estado de derecho sea un retroceso histórico significativo). Sin ir más lejos actualmente ha irrumpido en España aupado por los medios y errores de los partidos clásicos una organización de extrema derecha que aún no reconoce ni la igualdad de género y que defiende la ideología política y social de la dictadura franquista. Fenómeno similar pero con las características de su entorno lo representa el actual presidente Bolsonaro en Brasil. La mayoría de las tendencias en Europa de la extrema derecha son xenófobas, racistas y nacionalistas. Para los progresistas es una urgencia entender por qué han surgido esas corrientes otra vez y saber dar alternativas a sus propuestas.
A mi modo de entender las corrientes que podríamos llamar
progresistas hacen avanzar la sociedad sobre todo aspirando a la igualdad
social y a la consolidación y logro de libertades y derechos. Esto no quiere
decir que históricamente y en momentos concretos no hayan cometido errores
significativos que han llevado también a un retroceso de su propias finalidades
ideológicas.
Los grupos conservadores en general están más cerca de defender a
los que más tienen y casi siempre, aunque con retraso terminan sumándose a
muchos logros conseguidos por los progresistas en el terreno de los derechos y
libertades. Estos comportamientos se producen sobre todo en países que tienen
un marco democrático y defienden un estado de derecho.
La historia zigzaguea, no siempre avanza en línea recta. Es más
importante explicar contenidos que abanderarlos en términos que sin estar en
absoluto obsoletos enturbian y falsean un análisis objetivo de la política
nacional y mundial.
En fin, creo que sigue existiendo una mirada de izquierda y otra de derecha para afrontar los problemas de la sociedad y es importante en su momento remarcarlos por lo que en sí mismo significan esas diferencias pero lo que intento transmitir a través de esta reflexión es que pienso que hay un excesivo empleo de esos términos que son usados conscientemente o no para inclinar a los ciudadanos hacia posiciones sin un análisis crítico profundo y por el contrario haciendo una apelación al cerebro emocional sin más. Tras las palabras izquierda o derechas lo que hacen muchos políticos es suscitar emociones sin explicar en concreto los proyectos y acciones políticas.
R.P
Exelente artículo, permiso para compartir.
ResponderEliminarLos artículos de Sinapsis son para compartir. Me alegro que te haya gustado. Un saludo
EliminarNo estoy totalmente OK con tu reflexión. Lo que dices de que la izquierda aboga por la igualdad social y la derecha está más por la lucha individual y demás es cierto, pero es la consecuencia de sus postulados, no la causa de éstos, que es más profunda. Por otro lado, lo que dices de las derechas racistas y demás es desacertado, pues la derecha en sí (liberalismo y neoliberalismo económico) no puede serlo por definición, y los movimientos fascistas no eran derecha, sino una combinación de ultraderecha y extrema izquierda.
ResponderEliminarhttp://sentenzyablog.blogspot.com/2016/11/que-es-ser-de-derechas.html?m=0
Te dejo un artículo con mi propia reflexión sobre el tema-
En realidad y esquema, derecha no es más que darwinismo social, e izquierda la oposición a éste. En sus extremos (ley del más fuerte para la derecha, protección a ultranza del débil para la izquierda), ambas ideologías resultan inviables.
ResponderEliminarhttp://sentenzyablog.blogspot.com/2017/06/eran-de-derechas-los-regimenes-fascistas.html?m=0