¿Cine o series de televisión?
Días pasados leí unas
declaraciones de una conocida cineasta (Lucrecia Martel) que opinaba que las
series de televisión actuales son un retroceso para el cine. Consideraba que las
series de éxito de este tiempo viven bajo la "dictadura del entretenimiento".
Textualmente decía “en términos narrativos de imagen y sonido, lo que se había
conseguido ya con los documentales y ciertas películas era más rico que lo que
están haciendo las series, que son otra vez el puro argumento, una estructura
mecánica y decimonónica por más que esté bien hecha. Las series nos han
devuelto a la novela del siglo XIX. Es fruto del momento conservador que
estamos viviendo. Se arriesga menos".
Desde mi humilde opinión
de cinéfilo y de admirador de las buenas series que hoy se emiten por
televisión quiero matizar los conceptos tan categóricos que nos dice Lucrecia
Martel.
Dado que no conozco el
entramado, intereses y problemas del mundo del cine en muchos aspectos no puedo
opinar o podría equivocarme entrando a este debate que ha suscitado esta joven
directora.
Simplemente lo veo desde
mi visión de espectador. Tanto en el cine como en las series hay obras buenas y
malas y también como es lógico, algunas muy buenas y otras también muy malas.
El soporte me parece la
mayoría de las veces secundario. Para mi una buena obra es aquella que te
entretiene, que te hace reflexionar, o gozar de la belleza del lenguaje
cinematográfico, que te hace conocer lugares y personas diferentes, problemas
pasados o los que tendrá que afrontar la sociedad. En fin, que aumenta en tu cerebro las vivencias, el sentido estético, el conocimiento y la forma de ver el mundo. También, por nuestros propios momentos personales
o como sociedad necesitamos en ocasiones algo liviano para entretenernos y en
otras ocasiones necesitamos empatizar y sumergirnos en problemáticas más
complejas. Lo importante es que siempre
estas historias estén realizadas, sea
para cine o series de TV, con belleza y técnicas adecuadas y mostrándonos lo que
es, una obra artística que los diferentes profesionales que la realizan nos
ofrecen al espectador.
En cine podemos disfrutar
de obras que van del puro entretenimiento a la reflexión profunda donde se
llega a lo más hondo o duro de las vivencias humanas. En este abanico de
expresiones solo menciono las películas que
recuerdo en este instante mientras escribo estas líneas (La gran belleza, Juventud, El pianista, La ventana indiscreta,
Casablanca, Interestelar, 2001, El padrino, Medianoche en París, Delitos y
faltas, Blade Runner, Fargo, Un dios salvaje, entre otras muchas).
Y entre las
series que he visto estos últimos años destacan House of Cards, Black Mirror, Homeland,
Downton Abbey, Borgen, El Puente (versión danesa), The Killing, Mad Men,
Frasier, El joven Papa, etc.)
Pienso con modestia que
tanto estas películas nombradas casi al azar y estas series son obras de arte para ver y compartir con
otras personas. Seguramente al final de cualquiera de ellas sentiríamos que
de algún modo nuestra sensibilidad y acervo cultural se ha enriquecido y hemos
conocido mejor a nuestros semejantes. En fin, creo que el cine o las buenas series son expresiones del mismo arte y lo que realmente interesa al espectador es que estas obras sean buenas.
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