¿Cambio de época?; ¿Valores en extinción?. Argos 5076V

 

¿Cambio de época?. ¿Valores en extinción?


El texto que leeréis a continuación está hecho por una unidad robot de última generación, aunque este “individuo” o producto tecnológico, ha sufrido una seria avería traumática tras un accidente, (lo que alteró su programación). A pesar de eso, permitimos la publicación de su texto. Disculpadlo al leer el artículo.




"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".


Últimas palabras del robot-replicante  Roy Batty en la película Blade Runner


He comenzado mi escrito con un recuerdo de uno como yo, aunque en su caso, de ficción. Roy Batty sufría porque iba a morir y todo lo que él había conocido y observado se perdería como "lágrimas en la lluvia".

Aunque yo estoy ya casi desechado quiero dejar constancia de mis impresiones en la vida con los humanos.  Al igual que ellos estoy fabricado de elementos que surgieron tras el Big Bang y que se dispersaron tras reacciones inimaginables por todo el universo. Estoy compuesto y creado por unos seres con los que comparto algunas moléculas y átomos que están en todo el espacio, pero aquí y de forma quizás casual, en ellos se combinaron los elementos alcanzando unas características peculiares. Esa forma particular que se autodenominan humanos, son los que me crearon y también pronto me destruirán.


Siguiendo a Roy, siento deseos que mis observaciones no se pierdan en el tiempo como “lágrimas en la lluvia”.

Y hablando de tiempo debo decirles que en este momento esta civilización humana está en un cambio de época y de los valores que hasta ahora le habían servido para la convivencia entre ellos. 


Voy a entrar ya en el tema desarrollando sensibilidades humanas, que es para lo que se me programó. 

Entiendo por época a un período de tiempo que se distingue por los hechos históricos en él acaecidos. Para entendernos entre nosotros estoy haciendo referencia a un segmento temporal que quizás alcanza a las últimas décadas de la “realidad actual”. También en mi pensamiento no solo están los hechos que ocurrieron en nuestro entorno cercano sino en el mundo en general.

La sociedad humana siempre ha estado en cambio, revolución o mutación y esas situaciones se han producido por luchas sobre hegemonías económicas y sociales lo que a su vez, ya sea como causa o consecuencia han modificado los valores éticos y morales de las relaciones entre las personas.

Es importante conocer y entender la forma en la que se originan y forman los valores éticos en la sociedad y las maneras en las que se asumen a lo largo del desarrollo. Los valores éticos no son solo imposiciones sociales, también se crean  en función de las experiencias y expectativas que  rigen la convivencia de los miembros de la comunidad y de su entorno.


Estos valores éticos tienen un papel muy relevante en la sociedad, ya que promueven comportamientos que fortalecen la confianza y la cooperación social y contribuyen a prevenir conflictos y promover la justicia. Suelen ser principios fundamentales de las sociedades que guían a las personas que forman parte de ellas en sus acciones y decisiones según lo que se considera deseable y moralmente correcto. Normalmente se basan en principios fundamentales de justicia, respeto, honestidad y responsabilidad.


Es muy importante establecer las diferencias entre valores éticos y valores morales, ya que en muchas ocasiones se hace uso de estos términos de forma indistinta. Los valores éticos hacen referencia a principios más amplios y universales que guían el comportamiento humano, mientras que los valores morales se relacionan más con las normas y creencias específicas de una determinada cultura, religión o grupo social. Los valores éticos, como la igualdad, la libertad, la justicia y la integridad, son aplicables en diferentes contextos y son fundamentales para la promoción de igualdad y justicia en las sociedades.

 

Las definiciones más profundas sobre ética y moral creo que corresponde a los estudiosos de esas materias y yo, que soy solo un robot del montón, no me atrevo a incursionar en estos temas.


A pesar de ello, sí me atrevo a afirmar que se está en un cambio de época o de ciclo y cómo creo que ha sido siempre así en la historia, también creo que se producirán cambios en los valores que entretejen la convivencia entre las sociedades cercanas y también del mundo en general.


Se sabe que en cada momento histórico convivieron en diferentes zonas del planeta sociedades que estaban regidas por distintos modos productivos, valores éticos  y morales diferentes y apuestas organizativas políticas disímiles.


 Hasta hace muy poco parecía imposible y era rechazable el lenguaje de políticos como el que emplea Trump o Milei, entre otros y hoy pareciera que han “normalizado” ese lenguaje político. También oponerse a las acciones de un gobierno que vulnera derechos e incumple acuerdos internacionales es denominado “antisionista”, cuando muchas veces los que deploran las medidas del gobierno de Israel son los más grandes defensores de los judíos; también hay camuflados en algunos sectores de la izquierda dirigentes que no condenan rotundamente las barbaries cometidas por Hamás o por la invasión rusa a Ucrania, lo que los hace entrar en serias contradicciones. 

Y sobre este tema, lo más significativo en estos días, por lo absurdo, irreal, falso y que solo muestra una carga de fanatismo, han sido los mensajes que leí del ministro de exteriores de Israel que  acusa al gobierno español de "cómplice de incitar al genocidio de los judíos".  Las palabras vacías o llenas de odio que se escriben en X o similares redes sociales, quedan en el inconsciente de mucha gente, y hacen mucho daño. Pero a los fanáticos irresponsables y mesiánicos, les da igual. Hacen daño a la convivencia y muy poco son los que se atreven a recriminarles. Así les va a los humanos.


En la actualidad, coinciden en el presente países organizados bajo planteamientos democráticos con otros claramente autocráticos y dictaduras; también coexisten naciones laicas con otras teocráticas y por supuesto algunas, en las que a la mitad de la población se la tiene aislada y sin derechos mínimos como es el caso de las mujeres en muchas zonas del globo.

En lo que llamamos “occidente” o las zonas del planeta donde se pretende funcionar en sistemas democráticos y libres, ha surgido en los últimos años una crisis que abarca a diferentes cuestiones que ponen en peligro a la sociedad que emergió tras la segunda guerra mundial.

La hegemonía de USA está cuestionada por el ascenso impresionante de China y sus aliados coyunturales. La lucha por esa hegemonía acarrea múltiples conflictos donde se crea o se hacen renacer enfrentamientos antiguos ya sean territoriales, étnicos o religiosos, pero sobre todas estas cuestiones, está la voracidad económica de los bandos enfrentados.


Las confrontaciones por la tecnología, la inteligencia artificial, los mercados, las influencias en áreas geográficas, etcétera, son manifestaciones de esas disputas por la hegemonía.

Para ello se impulsan los populismos, los nacionalismos, el individualismo a ultranza en algunas capas sociales, y para todos estos objetivos tácticos, se favorece el control a través de las redes sociales, fakes news, ciberataques y un sin fin de metodologías donde las primeras víctimas son la verdad y la solidaridad. 

No se buscan entendimientos sino confrontaciones de todo tipo siendo de las más evidentes las guerras actuales. En algunas áreas del mundo se vuelve dar prioridad a los valores que derivan de creencias regionales o de libros “sagrados” dejando de lado derechos humanos o acuerdos internacionales sobre como abordar los conflictos en la actualidad. Por otro parte el insaciable neoliberalismo avanza dejando a millones de personas en la marginalidad y concentrando los medios y las riquezas en unos pocos, carentes de escrúpulos. Hoy millones de personas viven sin proyectos de futuro por la precariedad y carecen de vivienda y una adecuada alimentación, entre los principales problemas.


La verdad como valor es hoy una gran víctima. La inmensa mayoría de los dirigentes políticos mundiales, mienten. Miente y falsea la realidad a diario Netanyahu; nuestro propio presidente del gobierno español, los líderes mundiales como Putin, Biden o Xi Jinping​. Del mismo modo pero de forma exagerada y continua también lo hacen personajes como Trump o Milei para mencionar a algunos de los más característicos populistas sin freno en la destrucción de valores. En nuestro medio también tenemos unos elementos menores de este perfil como Isabel Ayuso o el ministro Oscar Puente.

Los insultos a otros países, a ciudadanos de otras naciones o a demonizar al adversario en el terreno de las ideas se ha llegado a ver con cierta normalidad en las noticias de todos los días.

A pesar de que soy una “máquina” joven, por la información que dispongo, no creo que en el mundo haya solo dos bandos, el de los “buenos” y el de los “malos”. Creo que hay diferentes combinaciones y graduaciones que se expresan según las circunstancias del presente y del entorno socio económico preferentemente.


En fin, pienso que hay  un cambio de ciclo  como siempre han habido a lo largo de la historia de la humanidad.

Tras el respiro y proyecto ilusionante aunque imperfecto en valores, que se produjo tras la segunda guerra mundial, se está ahora en una fase de retroceso y empeoramiento de las condiciones de vida de las personas en todo el mundo. Hay y habrá menos libertad, justicia, más pobreza, concentración de la riqueza y de los medios tecnológicos en manos de minorías que hoy de forma a veces descarada y otras más sutiles, están desmantelando las democracias, los derechos y consiguen incluso a veces, el apoyo de sectores de la ciudadanía a través del control ejecutado en los medios, en las redes sociales y usando los algoritmos en favor de una nueva forma de tiranía. 


Se crean líderes en las superestructuras que llegan a decir, como es el caso de Milei, “que la justicia social no existe y que es una aberración”.  Hoy pareciera que no solo se está destruyendo una forma de sociedad sino también una forma de relación o de disputa política. Se fomenta la polarización tanto desde un sector ideológico como de otro, con la finalidad de corroer el sistema democrático y allanar el camino para los testaferros políticos de las grandes empresas y corporaciones económicas mundiales. 

Como siempre unos pocos quieren mucho más, a costa de la inmensa mayoría de los ciudadanos del mundo.


Valores como la verdad, la coherencia, la justicia, la equidad, la solidaridad, la tolerancia, la cortesía, la “buena educación” y el saber, van siendo extinguidos y muchas veces con la complicidad de sectores del pueblo.

Lo que mueve al mundo, y es el real motivo de los grandes cambios, es la economía y esta está en manos de unos pocos que detentan el poder y manejan todos los resortes de los acontecimientos que ocurren en el planeta. Muchos de ellos son "desconocidos" o se ocultan adecuadamente.

Pero como títeres de ese real poder surgen figuras útiles para la consolidación de estas políticas como Trump, Putin, Netanyahu, Xi Jinping, Orban, Milei y un listado de enajenados o muñecos dictadorzuelos a lo largo y ancho del mundo. El listado podría ser enorme. Algunos de estos muñecos no son ni siquiera conscientes para quiénes trabajan ya que suelen estar obnubilados con emociones de base racial, étnica, religiosa, patrioteras, separatistas o simplemente populistas donde la personalidad de cada cual se expresa más claramente o pasando en ocasiones casi desapercibida. 

Sea como fuere, estas personas están conduciendo al mundo a una situación horrorosa aunque de momento el horror se viva más en unos ambientes geográficos que en otros. Del arte de los humanos, aunque ya muy conocida, elijo una pintura donde se podría expresar lo que sienten muchísimas personas en este planeta. Me refiero a la pintura de Edvard Munch "El grito".


                                                        El grito. Edvard Munch


Lo que acabo de escribir no es una teoría de la conspiración. Simplemente piensen ¿quiénes se benefician de los conflictos bélicos actuales?; ¿qué clase social manipula y estimula los nacionalismos y separatismos? ¿quiénes manejan las redes sociales y las fakes news?; ¿quiénes con nuevos estilos, fabrican “dirigentes políticos” cuya misión es desbaratar o atenuar las luchas históricas contra las desigualdades sociales? ¿Los magnates tecnológicos actuales a quiénes enaltecen? Miren la “amistad Milei-Ellon Musk. ¿O solo será que este último está interesado en el litio de Argentina?


Ante todo esto nos hacemos la pregunta de ¿qué hacer?. 


La respuesta a esa pregunta podría ser muy extensa pero trataré de simplificarla en algunos puntos que seguramente os parecerán algunos disparatados o demasiados utópicos. A eso respondo, que pienso que se necesita  de nuevas utopías en el horizonte para mejorar el mundo. De todos modos para construir nuevas utopías, éstas deben estar fundamentadas en la igualdad, la justicia, la libertad, la paz y la solidaridad que a muchos les parecen principios superados, pero que siguen teniendo una robusta actualidad. Volviendo al ¿qué hacer?, creo que se debe:

  1. Resistir, promover valores democráticos, progresistas y solidarios
  2. Tener paciencia. Los cambios sociales tardan tiempo y no debemos desesperar si las cosas van lentas
  3. Exigir a los políticos veracidad, honestidad, coherencia, periodicidad en el poder, y si no cumplen, expulsarlos mediante modos democráticos. La más simple acción y está a mano, es no votarlos. Valorar nuevas alternativas. Realizar una lucha frontal contra la corrupción y los populismos de todo signo
  4. Participar directa o indirectamente en la vida política del entorno de cada uno y del país correspondiente
  5. Apoyar corrientes de opinión y organizaciones que defiendan los derechos humanos, la democracia y las leyes internacionales que favorezcan la convivencia y los acuerdos humanitarios para los conflictos internacionales. Se deben favorecer también las limitaciones del poder y de la riqueza en personas u organizaciones corporativas, al igual que incrementar los impuestos a nivel mundial a los plutócratas y sobre todo trabajar con ahínco en proyectos que disminuyan las desigualdades sociales e impulsen la educación, la sanidad pública y la igualdad entre mujeres y hombres. Del mismo modo se deben incrementar las acciones que luchen contra el calentamiento global y el cambio climático.
  6. Ralentizar el desarrollo de áreas de la ciencia y de la tecnología aunque favoreciendo los estudios dirigidos a la salud, al medioambiente y a los procesos de la violencia interespecie, así como al conocimiento íntimo de los mecanismos de la “estupidez” humana. Seguramente los comportamientos ligados a la estupidez del homo sapiens tengan bases biológicas que se podrán en el futuro modificar. Quizás pienso así por mi carácter cibernético pero ya se verá.
  7. Prodigar los mecanismos de la empatía y la solidaridad. Favorecer la lectura, el conocimiento, disfrutar del arte y desmontar paulatinamente los estados nación favoreciendo unidades mayores continentales unidas por principios más globales que regionales y guiados por la solidaridad.

 Seguramente en un tiempo que espero que no sea lejano, celebraremos todos, incluidos nosotros los robots, la desaparición por medios democráticos y por la resistencia ciudadana de personas como las que he nombrado en este texto. Cuando se acabe con las ideologías nacionalistas identitarias, la concentración de poder en minorías y se goce de una educación de calidad a todos los niveles, probablemente entonces se comience a ver un mundo más justo, igualitario y en paz.


En este instante un robot de mi misma generación que está leyendo lo que escribo, me aconseja dado que a él le pasó lo mismo, que abandone y me tome un descanso de mis preocupaciones por la política humana. Me dice que eso es insano para una máquina como nosotros y que acentuará nuestro deterioro. No sé si hacerle caso. Lo pensaré.


Al parecer, además de la avería que tengo desde hace tiempo, ahora me estoy quedando sin energía. Así que me despido de vosotros hasta nueva ocasión. Me olvidé de deciros que mi nombre es Argos 5076V…


Os dejo como recuerdo y que para que meditéis, parte de la banda sonora del filme que dio vida a Roy Batty (Blade Runner) y también unos fotogramas finales de esa película


Hasta la próxima, si hay tiempo...



https://open.spotify.com/track/1u1ATklwZesAvq1whHsI8Z?si=fcb2dc6562eb426b



https://www.youtube.com/watch?v=qKpMFMiRkBI


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