Literatura: Nueva novela de Vargas Llosa




Tiempos recios

Novela. Autor: Mario Vargas Llosa

Los tiranos que con tanta frecuencia hemos conocido en los países de habla hispana han propiciado una prolífica literatura propulsora de una auténtica modalidad narrativa, la novela del dictador.
Entre los escritores que abordaron este tema ocupa un lugar sobresaliente Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936) con uno de sus libros mayores, La fiesta del Chivo, donde desmenuza la dictadura en la República Dominicana bajo el desalmado Rafael Leónidas Trujillo. A uno de los personajes que circula por esta historia de corrupción y pasiones, Johnny Abbes García, volvemos a encontrarlo con un papel principal en Tiempos recios que es la última novela del autor y que comentaremos a continuación.
Ahora lo tenemos a este individuo novelesco en una trama conspiratoria y en la que andan en juego la vida del presidente demócrata de Guatemala, Jacobo Árbenz, y el golpista que lo depuso en 1954, Carlos Castillo Armas, asesinado en 1957.
El hilo conductor del coronel Abbes García nos lleva a la cadena de militares golpistas y de déspotas que engarza la historia hispanoamericana a mediados y finales del siglo pasado porque la novela tiene voluntad panorámica, de diagnóstico global del subcontinente, aunque parta de unos hechos específicos donde casi siempre está la presencia explícita u oculta de los Estados Unidos de Norteamérica.

En Tiempos recios, como en toda buena novela histórica, la realidad documentada va de la mano de la invención y los sucesos tienen el soporte de unas sólidas historias humanas. En el centro argumental se encuentra un relato de corte popular en las fronteras del melodrama. Se trata de la historia de Marta Borrero, una atractiva mujer que se convirtió en amante del dictador Castillo Armas. Aún añadió nuevos jalones a una trayectoria en la que la máscara de víctima inocente esconde a una seductora sin escrúpulos. Un golpe de efecto cierra la novela: el propio autor se entrevista con la ya octogenaria Marta Borrero para completar la  intrahistoria de aquellos “recios tiempos”.
En primera instancia, Vargas Llosa elabora una novela de personaje. La figura redonda de Marta, emparentada por su solidez con la Urania de La fiesta del Chivo, va en compañía de varios buenos retratos, los de Árbenz, Castillo Armas y Johnny Abbes; y de la también inolvidable semblanza del golpista embajador americano, John Peurifoy.
En la obra se desarrollan intrigas sangrientas de los diversos conjurados, actos de deslealtad de seres taimados y muchos métodos temerarios y sangrientos utilizados. Por contraste, vemos el idealismo, rectitud y candidez del matrimonio Árbenz. Con independencia de la verdad histórica, aparece un mundo un punto maniqueo, solo lo justo para dotar de cualidad emocional a la dramática historia conjunta.
Una estructura de comedida complicación, con saltos en el espacio y el tiempo, habitual en la narrativa del autor que sujeta al lector en el vértigo de las peripecias. Con este bucle de recursos monta Vargas Llosa una trama anecdótica sugestiva que sirve de colchón para la verdadera finalidad de Tiempos reciosconstruir una novela política y exponer una argumentación ideológica en torno al medio siglo de la anterior centuria.

Con arrojo admirable denuncia Vargas Llosa el imperialismo americano y los métodos brutales con que sus gobiernos lo ejecutan. No queda atrás la acusación a las oligarquías del capitalismo feroz y a la complicidad de la Iglesia católica.
También se deduce como en Hispanoamérica se creó a través de décadas una demonización del “comunismo” que con alta frecuencia era una forma de eliminar cualquier resistencia a la opresión de los más poderosos. Las ambiciones personales y el fantasma del poder completan la estampa de la injusticia y la opresión de los débiles.
Tiempos recios queda por debajo de las obras maestras del hispano-peruano, pero, por suerte, devuelve a un narrador con brío y a un intelectual ejemplarmente comprometido, se coincida o no con él,  con la causa de la justicia y la libertad.


Tiempos recios se divide en dos partes de tamaño muy desigual: la primera, ‘Antes, contiene todas las historias, reales o imaginarias, que conforman esta novela fascinante, casi hipnótica; la segunda, ‘Después, cuenta que uno de los personajes que parecía de ficción pertenece al reino de lo real… Tan real como lo es el arranque de la novela en forma de un ameno ensayo de historia política: el encuentro de los judíos emigrados a Estados Unidos —el creador de la empresa United Fruit y el inventor de las public relations—, que fue la causa primera de que en 1954 el Gobierno de Estados Unidos acabara con la presidencia progresista de Jacobo Árbenz en Guatemala.

Resumen: Una novela muy entretenida y que refleja momentos históricos reales y desgraciadamente frecuentes de Hispanoamérica. Algo inferior a La fiesta del Chivo pero recomendable para leer y conocer aspectos de la historia y de la idiosincrasia americana.

(Opinión de JP y resumen de diferentes artículos críticos de la obra)

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