Alimentación, disruptores endocrinos y riesgos para la salud
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Días pasados se publicó en El País una entrevista sobre riesgos de la
alimentación y del medioambiente que podrían favorecer enfermedades. Es un
artículo interesante y que seguramente llevará a la controversia o a
matizaciones sobre este importante tema.
“La recomendación de que los niños no coman
atún llega 20 años tarde”
Miguel
Ángel Medina entrevista a Nicolás Olea
NICOLÁS OLEA Catedrático de la Facultad de
Medicina de Granada
“Estamos expuestos a productos que tienen
disruptores endocrinos a diario” “Pueden causar cáncer de mama, endometriosis e
infertilidad”
El Ministerio de Sanidad aconsejó recientemente a
niños y embarazadas no consumir ni atún ni pez espada por la presencia de
mercurio en estos pescados. “Esa recomendación llega 20 años tarde”, se queja
Nicolás Olea (Granada, 65 años). El catedrático de la Facultad de Medicina de
Granada lleva dos décadas estudiando el impacto de los disruptores endocrinos (sustancias químicas que alteran el
equilibro hormonal) en la población. Uno de ellos es el mercurio, pero hay
muchos más, presentes en objetos de consumo cotidiano. El científico acaba de
publicar Libérate de tóxicos (RBA), donde exige más regulación para estas
sustancias.
Nicolás Olea, en la feria Biocultura en Madrid a principios de noviembre. (Foto
de Kike Para)
Pregunta. ¿Dónde están los disruptores endocrinos?
Respuesta. Hay productos que contienen disruptores
endocrinos, es decir, que afectan y alteran el sistema endocrino, y estamos
expuestos a ellos a diario. Están en los pesticidas y herbicidas usados en la
agricultura, en los plásticos del envase alimentario, en el papel y cartón
reciclado, cosméticos, productos de higiene...
P. ¿Cómo los ingerimos?
R. Cuando bebes café de la máquina estás
ingiriendo polietileno del vaso. Las cremas solares también los contienen,
mientras que los polibromados, presentes en la electrónica, afectan a la
tiroides. Los perfluorados aparecen en el recubrimiento antiadherente de las
sartenes y en el papel resistente a la grasa que te dan en la carnicería o la
pescadería, y producen obesidad en los niños. El bisfenol A está, por ejemplo,
en los tiques de caja térmicos, aquellos que no tienen tinta. Si se tocan con
las manos húmedas y luego se come, se produce una exposición oral y dérmica.
Hay muchas mujeres jóvenes trabajando de cajeras, y este tóxico puede afectar a
la fertilidad. Y los ftalatos, que son ablandadores de plásticos, se usan en
cosmética para retener el aroma.
P. ¿Qué efectos tienen?
R. Afectan sobre todo a las mujeres, hay relación
con más casos de cáncer de mama, endometriosis e infertilidad. En los niños
causan déficit de atención e hiperactividad. Cualquier sistema hormonal se
puede ver dañado por estos contaminantes ambientales, que causan problemas de
tiroides, diabetes u obesidad.
P. ¿Qué estudios realizan en la Universidad de
Granada?
R. Hemos analizado la orina de 3.600 niños durante
19 años y hemos visto la exposición real a estos disruptores endocrinos.
También tenemos grupos de embarazadas. Hacemos encuestas epidemiológicas y
hábitos de consumo y vemos qué enfermedades aparecen. Hemos medido los
pesticidas persistentes y no persistentes, los residuos del plástico, de los
cosméticos y de los textiles.
P. ¿Son los niños los más perjudicados?
R. Sí. Las fases de mayor susceptibilidad son
embrión, feto y primera infancia, cuando los sistemas hormonales son más
frágiles y se están formando. Hemos comprobado el alto nivel de mercurio. Peces
como el atún, pez espada, emperador, marrajo, pintarroja... tienen altas
cantidades y muchos niños con déficit de atención o hiperactividad han tenido
más exposición durante el embarazo.
P. ¿Por qué la normativa no protege a los más
vulnerables?
R. Los cambios son muy lentos. La Agencia Española
de Seguridad Alimentaria acaba de desaconsejar el consumo de pescados grandes
para embarazadas y niños menores de 10 años, pero hay estudios que ya lo
indicaban hace 20 años. La Unión Europea ha presionado a España para lograrlo.
Los niños están orinando más mercurio del recomendado, además de plástico, que
viene del consumo alimentario, sobre todo del bisfenol A. No admitimos que nos
digan que es normal orinar plástico. La Unión Europea va a prohibir el bisfenol
A en enero. Pero en Francia lo hizo en 2013.
P. ¿Cómo deberían actuar los consumidores?
R. Deberían informarse sobre lo que comen y
consumen. Si esperamos a que los legisladores actúen, pasan años.
P. ¿Y qué debería hacer el Gobierno?
R. Hay que actuar con cautela y de forma
preventiva. Cuando no hay pruebas suficientes, mejor ser cauteloso porque si
no, en unos años, el daño será irreversible. Hay que anticiparse a los riesgos.
Tardar tanto en decidir que el pescado con mercurio es malo me parece un
delito. La evidencia que había entonces es la misma que hay ahora. ¿Y ahora qué
haces con este tipo de pescado? ¿Solo se permite a adultos bajo su
responsabilidad?
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