Cine y series para el verano.
I) Cine: Annette
Os recomiendo antes de leer los comentarios de la película que veáis el tráiler de la misma que está a continuación.
Tráiler de la película
Al final del texto tenéis la ficha de la película.
Días pasados fui al cine con mi mujer y una de mis hijas y salimos con opiniones encontradas sobre lo que habíamos visto.
Y es así porque Annette es una película divisiva. O puede gustarte mucho o la rechazas y te marchas del cine durante su proyección. De hecho es lo que ocurrió con algunos espectadores que estaban en la sala.
A mí me gusta el cine que cuenta historias que conmuevan, enseñen o que sean testigos de su tiempo. Valoro mucho también la fotografía, la música y la interpretación entre otras cosas. Se que es un error mío pedir al cine como obra de arte que es, que sea siempre un instrumento para hacernos mejores incluso señalando a menudo la maldad y la estupidez humana.
Fui al cine con cierto prejuicio ya que había leído algo sobre el filme donde comentaban que era una expresión de belleza postmodernista; también que era una muestra de una masculinidad agresiva y rechazable. En fin, no sabía bien a lo que iba.
Os adelanto que a mi mujer y a mi hija no les gustó nada. A mí, sin embargo me sorprendió desde el primer fotograma. Noté que estaba viendo algo nuevo, diferente, fuerte e intenso. A través de las más de dos horas del filme disfruté de la interpretación, de la belleza de muchos de sus fotogramas, de la música y de la originalidad de la introducción de uno de los personajes, precisamente de Annette. También debo deciros que me pareció algo desmedido el metraje y que el argumento básico no es muy fuerte y por ello ambas cosas hacen decaer la película. En resumen: Creo que es un cine diferente, innovador e intenso pero que le falta conseguir que el espectador se sienta más atraído por la historia que viven los personajes. De todos modos, pienso que a las personas que les gusta el cine debieran ver este filme independiente de que al encenderse las luces estén encantados o desilusionados. (J.P)
Ahora os transcribo otras opiniones extractadas de comentaristas profesionales del cine que muestran otros aspectos de la película.
Annette, parece ser el destino natural de una mirada que, tan escéptica como romántica, cuestiona el cinismo de estos tiempos que nos ha tocado vivir diseccionando la cara más siniestra del mundo del espectáculo, la fama narcisista y la paternidad tóxica. No estamos lejos de clásicos del musical como Ha nacido una estrella, solo que Annette, oscuro aquelarre en clave de ópera-rock por obra y gracia del libreto de los Sparks, acumula los hallazgos libérrimos del ‘poscine’ –puestas en abismo multiplicadas, desgarros brechtianos en forma de niñas-marionetas, canciones ahogadas en su propio bucle– en un gesto suicida típico de su autor.
A la autodestrucción de Henry McHenry (un Adam Driver entregado a la causa, pura fisicidad, un cuerpo tan gigante como su ego), cómico de escenario que milita en las filas de lo políticamente incorrecto, le corresponden las heterodoxias arrítmicas de la puesta en escena, que responden a los impulsos de grandiosidad irónica de la partitura de los Sparks con las convulsiones de un realismo mágico sin límites, que acepta en sus normas de estilo un decorado de ópera que se abre a la inmensidad de un bosque o un viaje marítimo azotado por los celos y la pulsión de muerte.
Annette es cualquier cosa menos una película cómoda: abrupta, redundante y pesimista, se empeña en lanzarse al abismo sin salvavidas. Es, en cierto modo, un antimusical, como aquellos que hacía Dennis Potter en la televisión británica, y que se han convertido en piezas de culto imprescindibles para entender que el género, sí, también puede ser autodestructivo. (Fotogramas. Sergi Sánchez).
Hay algo terriblemente perturbador e íntimo en 'Annette'. Una sensación incómoda de encontrarse ante una confesión o un perdón, personal, universal, transferible, como artista, como hombre, como muchos hombres o por todos los hombres. Léos Carax es, por primera vez quizás, sintético y claro en la narrativa: chico conoce chica —como su ópera prima de 1984—, se enamoran, pasan cosas. Pero, a su vez, el director construye un artefacto escénico con el que avisa al espectador de que lo que ve es una película, una representación, pero que bajo las representaciones subyacen, inevitables, las verdades. "A Nastya", dedica Carax. A su hija adolescente —fruto de su relación con Yekaterina Golubeva, que terminó cuando la actriz rusa se quitó la vida—, que aparece en los primeros compases —sí, porque nos encontramos ante una ópera pop-rock— de 'Annette'. Sentada, silenciosa, tras su padre, que aparece como el primer personaje sentado al mando de la mesa de mezclas de un estudio de grabación, donde esperan a grabar el dúo angelino Sparks —compositores y letristas de la banda sonora y, por ende, guionistas— el tema de introducción 'So May We Start' —algo así como 'Vamos a empezar'—. Y empecemos con un consejo: querido lector, no siga leyendo. Simplemente, vaya al cine y disfrútela a ciegas. Y luego, si quiere, vuelva a retomar esta lectura.
Él, Henry McHenry, es un exitoso monologuista, del tipo de cómico ácido que 'dice las verdades a la cara'. Carax lo caracteriza casi como un primate, comiendo plátanos y ataviado como un boxeador. Ella, Ann, llena el teatro de la ópera como una soprano de prestigio que, además, es carne de papel cuché. Driver canta —y lo resuelve sorprendentemente bien— con una voz grave, imperfecta y sugerente. Cotillard interpreta frágil y cristalina. Sus voces ya anticipan el balance de poder de esta pareja que acaba de nacer y que se esconde de los focos de los paparazzi. Carax vuelve a incidir en la idea de la representación dentro de la representación rodando a Driver en su primer número como cualquier realizador de monólogos, con apenas elementos. Sobrio y directo. A Cotillard la reviste de trágica elegancia, como el montaje contemporáneo de una ópera wagneriana. Pero, de repente, la escena se abre más allá del escenario. Y vuelve el 'leitmotiv', esta vez sugerido por las imágenes: "Pero ¿dónde está el escenario? ¿Está fuera o está dentro?".
Más profundo que la forma, está el fondo. Parecería una obviedad si no fuese habitual olvidarse de ello en el tipo de cine que proponen Carax y muchos más. Porque aquí vemos el nacimiento de un amor que aunque, al principio, responde al cuento de hadas, enseguida enciende las luces rojas. Me quema hablar más de la historia, concretar en cada encuadre, cada luz y sombra, cada mirada que anticipa más o menos sutilmente el devenir de los enamorados. Cómo las óperas que interpreta ella actúan de preludio o premonición. Pero es importante llegar más o menos virgen a 'Annette', dejarse sorprender por las propuestas arriesgadísimas del cineasta francés, por ideas que pudieran parecer absurdas hasta que todo, al final, acaba teniendo sentido. Porque quizás lo que cuenta Carax resulta tan doloroso que necesita símbolos artificiosos para poder contarlo. (Marta Medina. El Confidencial)
Ficha de la película Annette
Año 2021
Duración 140 min.
País: Francia
Dirección
Guion
Ron Mael, Russell Mael
Música
Ron Mael, Russell Mael, Sparks
Fotografía
Caroline Champetier
Reparto
Adam Driver, Marion Cotillard, Simon Helberg, Dominique Dauwe, Kait Tenison, Latoya Rafaela, Rebecca Dyson-Smith, Timur Gabriel, Kevin Van Doorslaer, Devyn McDowell, Ornella Perl, Christian Skibinski, Marina Bohlen, y otros más.
Productora
Coproducción Francia-Alemania-Bélgica-Japón-México;
Género
Sinopsis
Henry es un monologuista cómico de humor incisivo. Ann, una cantante de renombre internacional. Centro de todas las miradas, juntos forman una pareja feliz rodeada de glamur. El nacimiento de su primogénita, Annette, una niña misteriosa con un destino excepcional, les cambiará la vida.
Kate es interpretada por Charlotte Rampling y Geoff, por Tom Courtenay, logrando ambos verdaderamente un espléndido trabajo. Rampling está estupenda al dar vida a una maestra ya retirada, pero capaz y activa. Sobre ella ha caído, a lo largo de los años, el reto de construir un sólido matrimonio.
Lo que apreciamos en esta conmovedora historia, dirigida cuidadosamente por Haigh, sin caer en trillados clichés ni abusar del melodrama, es un amor trabajado, un amor del día a día, de rutina compartida, de entrega y sacrificios; erigido a base de dedicación incondicional, de compañerismo. Cuarenta y cinco años compartiendo los pequeños detalles de la vida, acompañándose en buenos y malos momentos.
Sin embargo, algo se ha movido de pronto, creando cierta inquietud, lo que contrasta con la dominante tranquilidad del paisaje y del entorno. Y es que es evidente que Kate considera a su esposo el amor de su vida, lo cuida y atiende, pero nos preguntamos si ella será lo mismo para él. Y la misma duda comienza a gestarse en el interior de la protagonista, a pesar de haber convivido con él por tantos años.
En fin, es la vida de una pareja y sus respuestas a vicisitudes del paso del tiempo. Bien dirigida e interpretada y con una historia que hace pensar sobre todo a matrimonios o parejas de larga duración.
Es lenta, sencilla pero profunda. Os la recomiendo.
Tráiler de la película
III) Otro disfrute con el buen cine lo tuve con Barn (Cuidado con los niños)
Cuidado con los niños ( Barn)
Título original: Barn (Beware of Children)
Año 2019
Duración 150 min.
País Noruega
Dirección: Dag Johan Haugerud
Guion Dag Johan Haugerud
Reparto
Henriette Steenstrup, Jan Gunnar Røise, Thorbjørn Harr, Brynjar Bandlien, Andrea Bræin Hovig, Hans Olav Brenner, Anne Marit Jacobsen, Ella Øverbye, Trine Wiggen, Adam Pålsson
Productora
Coproducción Noruega-Suecia;
Género
Drama | Política. Colegios & Universidad
Sinopsis
Durante un recreo en la escuela, Lykke, de 13 años, hija de un destacado miembro del Partido Laborista, hiere gravemente a su compañero de clase Jamie, hijo de un político de alto nivel de la derecha. Cuando Jamie muere más tarde en el hospital, las versiones contradictorias de lo que realmente sucedió corren el riesgo de empeorar una situación difícil y traumática. ¿Fue sólo un juego inocente? Liv, la directora de la escuela y amante secreta del padre de Jamie, debe encontrar la fuerza para enfrentarse a una comunidad en apuros, y a sus propias emociones, altamente conflictivas.
Aunque así sea la sinopsis del filme, la película trata de los problemas de la sociedad como la educación, el corporativismo, los enfrentamientos ideológicos sutiles pero firmes, las emociones, las relaciones de pareja, el manejo del dolor, el papel de los padres y de los educadores, el duelo y las secuelas de traumas secundarios a hechos inesperados en una sociedad democrática avanzada.
En suma, trata de la vida y de las personas y lo hace con sobriedad, serenidad y sin estridencias.
Es una película muy buena y recomendable. (Ver en versión original subtitulada)
***
IV) Vi en estos días regresando a una sala de cine El médico de Budapest
Es un entretenimiento mediocre. Tiene buena fotografía, música y adecuada interpretación pero la historia que al comienzo es muy prometedora (la jubilación inesperada de un médico que se ha dedicado en profundidad a su especialidad) pasa a convertirse a partir del segundo tercio de la película en una descripción de disputa pueblerina alejada de lo que al comienzo prometía. Decepcionante.
LA SENSIBILIDAD DE ZHAO
La directora se caracteriza por una gran sensibilidad a la hora de abordar sus obras. En Nomadland toca el tema de varias personas con edad de jubilación que ven tambalear sus vidas tras la recesión económica del 2008 y no tienen más remedio que sobrevivir buscando trabajos esporádicos viajando en la carretera.
LA INTERPRETACIÓN DE FRANCES MCDORMAND
La actriz estadounidense, que también ejerce de productora en la cinta, está magnífica en la piel de Fern, una viuda que deja su pueblo en Nevada y convierte su caravana en su nuevo hogar, vagando sin rumbo fijo por el oeste americano, donde conoce a otras personas en su misma situación y entabla amistad con ellas.
BASADA EN UN LIBRO
El filme está basado en el libro País nómada: supervivientes del siglo XXI, de la periodista Jessica Bruder, y editado en español por la editorial Capitán Swing. Bruder vivió como estos workampers para conocer mejor su situación y cómo habían acabado de esa manera.
UN EQUIPO PEQUEÑO
La película estuvo formada por un equipo minoritario, a penas 25 personas en el rodaje, convirtiendo la experiencia en un viaje íntimo.
ACTORES NO PROFESIONALES
Zhao contó con intérpretes no profesionales para la película. La excepción es la protagonista Frances McDormand y el actor David Strathairn.
EMPLEOS EVENTUALES
Para dotar de una mayor autenticidad a su personaje, McDormand trabajó en empleos eventuales reales mientras rodaba la película, como cualquier otra nómada.
FOTOGRAFÍA
Uno de los aspectos que más llaman la atención de la película es su asombrosa fotografía, realmente onírica y evocadora. Un trabajo sorprendente a cargo de Joshua James Richards.
UN GUIÓN QUE SE IBA REESCRIBIENDO
Zhao contó con un libreto ya terminado al empezar el rodaje, pero ella iba anotando cosas y ajustaba las escenas a diario, alimentando la historia.
UN RODAJE DE CUATRO MESES
La directora y la actriz viajaron durante cuatro meses por siete estados del oeste de los Estados Unidos subidas a una camioneta.
A mí me pareció una película que está bien filmada e interpretada y que a modo de casi un documental nos enseña cómo viven algunos sectores de la población en ese enorme Estados Unidos de Norteamérica. Debe tener algo que llega al subconsciente ya que a pesar de que no tengo una gran opinión sobre la película he seguido pensando varios días en ella.
Reconozco algunos de los valores que señala el artículo arriba citado pero por otro lado me ha costado creer que en esos colectivos haya ausencia de "maldad" o ausencia de manifestaciones de los defectos del ser humano en la convivencia social. En la película todos son encantadores, solidarios, amistosos y tienen casi una filosofía de vida muy empática y solidaria. Al parecer en los colectivos de nómades de carretera solo hay americanos blancos ya que no aparecen negros, ni hispanos ni aborígenes. En fin quizás sea así la realidad pero me cuesta creerlo.
A pesar de estos matices pienso que merece verse ya que aprendemos cosas de este mundo donde hay sectores marginados por las políticas del duro capitalismo y también porque es un filme con una belleza particular que no es frecuente en el cine americano.
Tráiler de la película
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