ENTRETENIMIENTOS DEL SIGLO XIX
El cuestionario de Proust
En el siglo XIX como todos sabéis los
entretenimientos eran muy diferentes a los de ahora. No existían el cine, la
televisión, las redes sociales como las entendemos hoy y la gente elegía otros
medios para el ocio, el acercamiento y conocimiento entre las personas.

Por tanto, ni Proust fue el autor del cuestionario, aunque tradicionalmente se
le ha atribuido por haber mantenido viva su popularidad; ni hay uno solo sino que existen dos series de preguntas: las del
álbum inglés, Confesiones; y las del francés, Confidencias.
Las diferencias entre las respuestas de uno y otro son las que caben esperar
teniendo en cuenta que el primero lo escribió un niño de trece años y el
segundo un joven de veinte. El primer Proust es tierno, soñador e inteligente;
el segundo es irónico y atestigua el despertar sexual. Aunque es evidente el
cambio de gusto estético con el paso de los años, su madre aparece como
referencia vital en ambos cuestionarios.
Décadas más tarde el periodista
francés Bernard Pivot rescató lo que ya por aquel entonces se conocía
como Cuestionario de Proust para su programa de entrevistas a
personalidades del mundo de la cultura titulado Apostrophes, que se
emitió entre 1975 y 1990. Entre los escritores que pasaron por el Cuestionario
de Proust se encuentran Susan Sontag, Milan Kundera, Nabokov, Norman
Mailer, Marguerite Yourcenar, Marguerite Duras, Umberto Eco o Tom Wolfe, entre
otros. Además, también lo hicieron importantes líderes políticos como el Dalai
Lama o François Mitterrand, cineastas como Roman Polanski o François Truffaut y
otros intelectuales como Claude Lévi-Strauss o Pierre Bourdieu.
Cuestionario de Proust actual
Inspirado en Pivot, el periodista
James Lipton adaptó una versión del cuestionario en 1994 para que sus invitados
lo respondieran al final de su programa Inside the Actors Studio.
Además, en 1993 la revista Vanity Fair también lo incorporó con la
colaboración de Theodore Johnson, profesor de la Universidad de Kansas y
reconocido estudioso de Proust, y lo ha venido utilizando desde entonces para
entrevistar a todo tipo de personalidades e incluso es posible hacer uno mismo
una versión on line. Además de ser utilizado por multitud de revistas y
semanarios, el cuestionario también se usa a menudo como herramienta en cursos
de escritura creativa y en institutos y universidades.
Sin duda si hoy empleásemos este tipo de cuestionario habría que actualizar y modificar muchas de las preguntas del original. A pesar de todo es un entretenimiento interesante y si se realiza el cuestionario sin aviso previo y se responde con espontaneidad obliga al interrogado a hurgar en si mismo para concretar las respuestas. Pruébalo.
Sin duda si hoy empleásemos este tipo de cuestionario habría que actualizar y modificar muchas de las preguntas del original. A pesar de todo es un entretenimiento interesante y si se realiza el cuestionario sin aviso previo y se responde con espontaneidad obliga al interrogado a hurgar en si mismo para concretar las respuestas. Pruébalo.
Las
treinta preguntas del Cuestionario de Proust, en su segunda versión
‒que es la más popular‒, son las siguientes:
1. ¿Principal rasgo de su carácter?
2. ¿Qué cualidad aprecia más en un hombre?.
3. ¿Y en una mujer?
4. ¿Qué espera de sus amigos?
5. ¿Su principal defecto?
6. ¿Su ocupación favorita?
7. ¿Su ideal de felicidad?
8. ¿Cuál sería su mayor desgracia?
9. ¿Qué le gustaría ser?
10. ¿En qué país desearía vivir?
11. ¿Su color favorito?
12. ¿La flor que más le gusta?
13. ¿El pájaro que prefiere?
14. ¿Sus autores favoritos en prosa?
15. ¿Sus poetas?
16. ¿Un héroe de ficción?
17. ¿Una heroína?
18. ¿Su compositor favorito?
19. ¿Su pintor preferido?
20. ¿Su héroe de la vida real?
21. ¿Su nombre favorito?
22. ¿Qué hábito ajeno no soporta?
23. ¿Qué es lo que más detesta?
24. ¿Una figura histórica que le ponga mal cuerpo?
25. ¿Un hecho de armas que admire?
26. ¿Qué don de la naturaleza desearía poseer?
27. ¿Cómo le gustaría morir?
28. ¿Cuál es el estado más típico de su ánimo?
29. ¿Qué defectos le inspiran más indulgencia?
30. ¿Tiene un lema?
El material de este artículo está tomado fundamentalmente del blog La piedra de Sísifo que os invito a leer.
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