ENTRETENIMIENTOS DEL SIGLO XIX

El cuestionario de Proust

En el siglo XIX como todos sabéis los entretenimientos eran muy diferentes a los de ahora. No existían el cine, la televisión, las redes sociales como las entendemos hoy y la gente elegía otros medios para el ocio, el acercamiento y conocimiento entre las personas.
 A finales del siglo XIX se empezó a poner de moda un juego de salón inglés que consistía en contestar a una serie de preguntas personales y anotar las respuestas en un álbum de confesiones.  Se conocen anécdotas relacionadas con estos cuestionarios como el que realizaron las hijas de Karl Marx a su padre y que se difundió en la época. Entre 1885 y 1886, cuando el joven Proust contaba con solo 13 años, respondió a uno de estos cuestionarios titulado Confesiones. Un álbum para documentar pensamientos, sentimientos, etc. El álbum de preguntas se lo dio su amiga Antoinette Faure, hija de Félix Faure ‒que un año después llegaría a ser presidente de Francia‒, y aunque las preguntas estaban en inglés Proust contestó en francés. Años después, entre 1891 y 1892, un Proust ya entrado en la veintena respondería a otro cuestionario similar llamado Las confidencias de salón, pero esta vez totalmente en francés. Esta segunda versión, por cierto, traducía algunas preguntas de la versión inglesa e incorporaba otras nuevas. El manuscrito original de estas últimas respuestas, conocido como Marcel Proust por sí mismo, fue encontrado en 1924 ‒y subastado en 2003‒.

   Por tanto, ni Proust fue el autor del cuestionario, aunque tradicionalmente se le ha atribuido por haber mantenido viva su popularidad; ni hay uno solo sino que existen dos series de preguntas: las del álbum inglés, Confesiones; y las del francés, Confidencias. Las diferencias entre las respuestas de uno y otro son las que caben esperar teniendo en cuenta que el primero lo escribió un niño de trece años y el segundo un joven de veinte. El primer Proust es tierno, soñador e inteligente; el segundo es irónico y atestigua el despertar sexual. Aunque es evidente el cambio de gusto estético con el paso de los años, su madre aparece como referencia vital en ambos cuestionarios.
   Décadas más tarde el periodista francés Bernard Pivot rescató lo que ya por aquel entonces se conocía como Cuestionario de Proust para su programa de entrevistas a personalidades del mundo de la cultura titulado Apostrophes, que se emitió entre 1975 y 1990. Entre los escritores que pasaron por el Cuestionario de Proust se encuentran Susan Sontag, Milan Kundera, Nabokov, Norman Mailer, Marguerite Yourcenar, Marguerite Duras, Umberto Eco o Tom Wolfe, entre otros. Además, también lo hicieron importantes líderes políticos como el Dalai Lama o François Mitterrand, cineastas como Roman Polanski o François Truffaut y otros intelectuales como Claude Lévi-Strauss o Pierre Bourdieu.

Cuestionario de Proust actual
   Inspirado en Pivot, el periodista James Lipton adaptó una versión del cuestionario en 1994 para que sus invitados lo respondieran al final de su programa Inside the Actors Studio. Además, en 1993 la revista Vanity Fair también lo incorporó con la colaboración de Theodore Johnson, profesor de la Universidad de Kansas y reconocido estudioso de Proust, y lo ha venido utilizando desde entonces para entrevistar a todo tipo de personalidades e incluso es posible hacer uno mismo una versión on line. Además de ser utilizado por multitud de revistas y semanarios, el cuestionario también se usa a menudo como herramienta en cursos de escritura creativa y en institutos y universidades. 
Sin duda si hoy empleásemos este tipo de cuestionario habría que actualizar y modificar muchas de las preguntas del original. A pesar de todo es un entretenimiento interesante y si se realiza el cuestionario sin aviso previo y se responde con espontaneidad obliga al interrogado a hurgar en si mismo para concretar las respuestas. Pruébalo.

   Las treinta preguntas del Cuestionario de Proust, en su segunda versión ‒que es la más popular‒, son las siguientes:

1. ¿Principal rasgo de su carácter?
2. ¿Qué cualidad aprecia más en un hombre?.
3. ¿Y en una mujer?
4. ¿Qué espera de sus amigos?
5. ¿Su principal defecto?
6. ¿Su ocupación favorita?
7. ¿Su ideal de felicidad?
8. ¿Cuál sería su mayor desgracia?
9. ¿Qué le gustaría ser?
10. ¿En qué país desearía vivir?
11. ¿Su color favorito?
12. ¿La flor que más le gusta?
13. ¿El pájaro que prefiere?
14. ¿Sus autores favoritos en prosa?
15. ¿Sus poetas?
16. ¿Un héroe de ficción?
17. ¿Una heroína?
18. ¿Su compositor favorito?
19. ¿Su pintor preferido?
20. ¿Su héroe de la vida real?
21. ¿Su nombre favorito?
22. ¿Qué hábito ajeno no soporta?
23. ¿Qué es lo que más detesta?
24. ¿Una figura histórica que le ponga mal cuerpo?
25. ¿Un hecho de armas que admire?
26. ¿Qué don de la naturaleza desearía poseer?
27. ¿Cómo le gustaría morir?
28. ¿Cuál es el estado más típico de su ánimo?
29. ¿Qué defectos le inspiran más indulgencia?
30. ¿Tiene un lema?


El material de este artículo está tomado fundamentalmente del blog La piedra de Sísifo que os invito a leer.

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