Sociedad gravemente enferma

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Al igual que los individuos las sociedades en su conjunto también enferman. Los síntomas a través de la historia se repiten. Ahora tenemos con una salud deplorable a la sociedad catalana. Presenta los síntomas del odio, de la desconfianza entre sus ciudadanos, el miedo, el adoctrinamiento, la creencia que unos son mejores y más puros que otros, el sentirse paranoicamente perseguidos o el sufrir amnesia de todo lo aprendido en la historia y en la comprensión de lo que es un estado de derecho. Se llega a considerar normal y justo el no respetar la leyes que aseguran la convivencia y se presupone que su desacato no debe tener consecuencias. Resumen: terrible fractura de la sociedad que tardará años en resolverse con sufrimientos,violencia, tendencia a los totalitarismos y regresión económica hacia la pobreza. Como toda enfermedad tiene sus causas principales aunque a veces estas son de orden multifactorial. Destaca como agente más virulento y pernicioso el nacionalismo identitario supremacista. Agentes de propagación: políticos y alcaldes que en lugar, de con sus varas de mando simbolizar la concordia y el progreso, se agitan como armas de destrucción social. Ojalá pronto encontremos el remedio a esta enfermedad cíclica de las comunidades humanas y en el caso de los alcaldes que recuerden que están para servir a toda la sociedad y no solo a una parte de esta.