Editorial. Días importantes. José Herrera Peral


Editorial (Sinapsis nº 152). Días importantes


                                                              Pintura de Manolo Quejido

 Queridos amigos:

 

En psicología, el término disonancia cognitiva hace referencia a la tensión o disarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones, (es decir las cogniciones). Cuando esto ocurre, una persona percibe que tiene al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias. Por lo tanto, el término se refiere a la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas, todo lo cual puede impactar sobre sus actitudes o decisiones. 

Ejemplos de estas disonancias pueden ser las situaciones vividas por los votantes de centro derecha que ven a sus líderes pactar con un grupo al que sólo unos días  atrás, lo consideraban populista, extremo y alejado de la realidad. También al elector socialista cuando se enteró hace un tiempo que su gobierno modificaba la ley para favorecer a los independentistas catalanes.


Creo que las disonancias cognitivas estuvieron presente también en las elecciones que acaban de producirse y probablemente ocurrirá algo similar en las del 23 de julio.

El acto de votar significa un hecho muy importante que es parte sustancial de la democracia, aunque ésta es mucho más que solo votar.

 

En este mismo número de Sinapsis, transcribo un artículo sobre si se debe votar o no con “ilusión”. Aconsejo que lo leáis ya que puede hacernos reflexionar mucho sobre comentarios a veces superficiales que escuchamos estos días peri-electorales.

 

Las actividades de los individuos y de la sociedad nunca será perfecta y muy a menudo, o nos sentiremos defraudados o veremos que nadie ni nada colma el cien por cien de nuestras aspiraciones. Y es ahí donde está el momento de elegir lo mejor, o el mal menor o simplemente a quién ofrezca mejores soluciones adecuadas a los problemas actuales.

Es frecuente que nuestro sistema de creencias o ideas construidos a través de años e influido por nuestra historia personal y familiar, entre en contradicción con lo que vamos a hacer, como es el caso de votar, que tras valorar la realidad debemos decidir cómo queremos vivir el presente y el futuro. 

En algunas personas esa disonancia cognitiva se presenta de forma evidente y en otras no, o con menos intensidad, pero sin duda que en los fueros más íntimos de cada uno, si lográsemos escapar del ruido y tóxico mediático, nos encontraríamos con frecuencia con dudas de la elección a realizar.

 

Creo que antes de tomar cualquier decisión, que a su vez va a marcar el devenir en los siguientes años, deberíamos analizar cuáles son los problemas más importantes que tenemos en la actualidad y quiénes pensamos que pueden abordarlo mejor.

Entre los problemas más importantes, tenemos el cambio climático. Este es vital y puede condicionar el presente y futuro de nuestro planeta y por tanto de nuestra especie, independiente del país en el que vivamos. Valorar quiénes son negacionistas, irresponsables anticientíficos o lo contrario, es trascendente. Observar quiénes ofrecen un camino y soluciones para este problema ya que estamos en un punto de superar un estadio irreversible, adquiere una gran importancia.

 

Otro asunto nacional e internacional  de gran importancia es la gigantesca brecha de las desigualdades sociales. También las políticas belicistas, nacionalistas y populistas, que crecen en el mundo. Pues bien, analizar quiénes ofrecen mejores soluciones o respuestas realistas a estos retos es también una ayuda a la hora de decidir nuestro voto a pesar de las disonancias cognitivas que podamos tener. Sin duda que esta disonancia suele estar acrecentada por la influencia del marketing diseñado desde grupos de poder tanto en las redes sociales, como en periódicos u otros medios de comunicación.

Apoyarnos con consultas plurales en diferentes medios es una muestra de salud democrática individual y que puede llevarnos a elegir más en consonancia con nuestra razón y no con las emociones, que es el sitio diana donde se estimula a través de los medios tóxicos, dirigiéndonos muchas veces hacia problemas que no son reales o que están totalmente desviados de la vida cotidiana.

 

Siempre las elecciones son importantes, pero hay momentos en la historia que vivimos, que unas parecieran tener más relevancia que otras. Probablemente este sea uno de esos momentos.

 

Los ciudadanos debemos elegir en que tipo de país queremos vivir y si eso es posible.

Si queremos unos gobernantes, que tengan como prioridad la libertad, la justicia, la lucha para disminuir las desigualdades sociales, la mejora en las condiciones de los más desfavorecidos, la colaboración de los más ricos y poderosos en el crecimiento del país y que se alivien los vaivenes económicos que afectan más a los pobres, no podemos dejar de leer concienzudamente los programas electorales y considerar que han hecho gobiernos actuales o anteriores al respecto.


 Debemos observar también quién defiende y quién no, la igualdad entre hombres y mujeres, el combate contra la corrupción, la mejora en los derechos laborales y la voluntad de consenso y diálogo con los adversarios políticos, o también el mejor trato a los animales o la solución a los problemas del medio ambiente, entre otras muchas cosas. Por lo tanto, cuando hayamos considerado todos estos puntos y otros como la investigación, la ciencia, la sanidad, la educación y el reto de la inteligencia artificial, podremos, fuera del bombardeo mediático, tomar una decisión más adecuada para elegir a unos y no a otros, independiente de la inercia electoral que hayamos tenido en el pasado.

 

No hay nada perfecto y menos en las actividades sociales o políticas, pero si debemos sopesar hacia que mundo queremos ir. En los últimos siglos y más aún en las últimas décadas, la humanidad en algunas zonas del planeta, y una de estas zonas es la nuestra, ha avanzado muchísimo en el bienestar de la sociedad en general y de los ciudadanos en particular. Debemos tener cuidado con los retrocesos que algunos proponen o a los que nos pueden conducir.

 

Bien amigos, nos quedan todavía unas semanas para reflexionar y decidir un voto para una sociedad mejor.

 

En estos días,  mientras escribía estas líneas llegó la noticia del fallecimiento de varios contemporáneos importantes. Uno de ellos, un gran pensador y humanista. Me refiero a Nuccio Ordine. Os recomiendo leer sus libros o ver o escuchar sus entrevistas en relación a la sociedad actual, al humanismo o a la importancia de la educación. En España se le había concedido este año el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Probablemente en nuestro país el libro más conocido del autor sea “La utilidad de lo inútil”. 

También falleció el escritor  Cormac McCarthy, quién nos hizo entender a través de sus obras a la sociedad estadounidense oscura y profunda. Novelas como "La carretera" quedarán para siempre entre nosotros y serán una invitación a la reflexión. En contraposición a estas dos pérdidas importantes, nos enteramos también de la muerte de Berlusconi, empresario, político y manipulador de la sociedad, destacado por su populismo, machismo y desprecio de las mujeres y del adversario político.En cierto modo, precursor de otro similar a él como es Donald Trump.


Para despedirme hoy de vosotros, cambio de temática y os invito a leer estos poemas de Franz Kafka y de Gutierre  de Cetina.

 

De Kafka 


No desesperes,
ni siquiera por el hecho de que no
desesperas.
Cuando todo parece terminado,
surgen nuevas fuerzas.
Esto significa que vives.

                              ***

 

Quien busca no halla,
pero quien no busca es hallado.

 

 

                                         ***

                                   Fragmento de un poema de Gutierre de Cetina (1520-1554)

Si será o no será lo que deseo;
del sí casi ningún camino veo,
del no dejo engañarme el pensamiento;
del sí le viene esfuerzo al sufrimiento,
del no mayor terneza en lo que creo;
con el sí me regalo y me recreo
cuando del no me asombra el sentimiento.
Mi cuidado, que más tal duda piensa,
dice que un cierto no, no me conviene,
y del incierto sí se desagrada.
Y el alma que entre el sí y el no suspensa
dudando vive, por mejor lo tiene
que el peligro de ser desengañada.

 Hoy podéis leer Sinapsis escuchando obras de piano de Erik Satie. (Clicar en el siguiente enlace).


 https://youtu.be/5pyhBJzuixM


 Un abrazo a todos


JHP

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