Pensamientos breves. R. Ponce

 Días pasados me encontré con mi viejo amigo Ricardo Ponce y después de charlar sobre temas diversos nos despedimos. Antes me dejó algunos de sus pensamientos breves y dispersos que suele escribir cuando descansa en un banco frente al mar. Os los paso.

Pensamientos breves a orillas del mar


Ricardo Ponce




 

 

Un día fui futuro, después un presente intenso, más tarde solo pasado y ahora a la espera del olvido

 

 

Los actos más loables, así como los más repudiables se realizan bajo los efectos de la pasión, de las emociones y de los sentimientos

 

 

En ocasiones la pasión o los efectos del enamoramiento vencen a la racionalidad y a otros vínculos que se suponían más fuertes

 

 

Muy pocas situaciones, si es que las hay, pueden superar al dolor que se siente por la pérdida de un hijo 

 

 

La impotencia y el dolor que se producen tras el arrepentimiento sincero y profundo, y ya no es posible revertir los hechos, son inimaginables

 

 

No hay frustración más grande que la que se siente cuando no se puede restablecer la relación y el cariño con las personas amadas, sean éstas hijos, amigos o pareja

 

 

El enamoramiento correspondido, la libertad conseguida tras el sometimiento y el éxito y bienestar de nuestros hijos son algunas de las emociones más placenteras de la vida

 

 

La decepción que se puede sentir ante una amistad que defrauda es tan dolorosa que es muy difícil de superar

 

 

El conocimiento, la ciencia o la razón pueden hacer que nos sea imposible atenuar el dolor por la pérdida de las personas que queremos. Afortunados quiénes desde las creencias o pensamientos mágicos, lo consiguen. 

 

 

Una sonrisa de la persona amada, un excelente libro, una música que haga vibrar nuestros sentimientos o una pintura que nos produzca placer son micro trozos de la felicidad

 

 

La soledad persistente y la falta de esperanza son dos agentes mortales

 

 

El extremo acortamiento de los telómeros entre otras cosas, sugiere que estamos más próximos a finalizar un ciclo vital y pasar a otra fase

 

 

Somos unos primates que hemos evolucionado desarrollando una gran inteligencia pero que lejos estamos de aunar ésta con los valores de solidaridad, empatía y ausencia de violencia interespecie

 

 

Somos solo polvo de estrellas en continuo cambio pero cuando tomamos consciencia de la muerte nos revelamos y creamos fantasías para derrotarla

 

 

El sentimiento de la verdadera amistad aristotélica es de los mejores paliativos para superar las vicisitudes de la existencia

 

 

Las ideas de poder, riquezas, tribalismos, identidades, intolerancias, dogmatismos, arrastran a los humanos a la destrucción periódica entre ellos

 

 

El conocimiento, la ciencia, las humanidades, el arte y el trabajo sobre valores éticos, son los antídotos contra las pulsiones violentas que aún llevamos dentro como primates y que la debemos arrinconar en el cerebro reptiliano

 

 

Todos los humanos somos conscientes del final de la vida. Tenemos la contundente seguridad que ocurrirá, pero no sabemos cuándo. En ocasiones viene temprano, otras veces tarde. Puede llegar súbitamente o lentamente, producto de la disfunción, de la enfermedad, de la maldad de otros humanos o del azar, pero sabemos que llegará

 

 

Cuando nuestro ánimo está caído, malherido, dependiente, renqueante, nuestro mejor bastón y apoyo es la amistad

 

 

Las corrientes políticas que no busquen solución de los problemas reales de la mayoría de los ciudadanos tenderán a la desaparición. Pero conseguir el seguidismo oportunista de la masa sin explicar realmente las causas y dificultades en las soluciones, es mero populismo para retener a los individuos y no el impulso de una ciudadanía informada, crítica y madura. Cuando se sigue predominantemente la senda populista y emocional la catástrofe está garantizada. Solo hay que esperar un tiempo

 

 

El saber, el conocimiento, el ilustrarse, el “cultivarse” y el intercambiar aspectos derivados de la erudición, son hechos placenteros y ennoblecedores. Pero también tenemos limitaciones personales, sociales y económicas para conseguir con éxito este privilegio, antes vedado a la mayoría y ahora más al alcance de muchos, gracias al acceso a la cultura y a la disminución de la desigualdad en el mundo. Aún así queda muchísimo camino por recorrer

 

 

Las enseñanzas de las disciplinas humanísticas permiten al homo sapiens ver cómo y hacia donde va. Deben ser un reaseguro y control ético del desarrollo científico técnico para que este vaya destinado a la mayoría de la sociedad y no a minorías o destinos delirantes

 

 

Crisis económicas, guerras, éxitos en las estrategias de los oligarcas mundiales, ignorancia y la incredulidad de muchos sectores, nos están alejando de los objetivos de evitar el calentamiento global y sus consecuencias. De seguir así, llegaremos tarde y será irreversible el daño al planeta y a la mayoría de las especies que vivimos en él

 

 

El hambre, la pobreza extrema, el miedo y terror en las guerras y en las dictaduras, todo ello si va acompañado de desesperanza y falta de perspectivas es desolador, destructivo y demuestra el fracaso de la humanidad

 

 

La sonrisa natural, sincera y espontánea en el rostro humano es un signo de belleza, gregarismo y solidaridad que nos traduce esperanza para la especie

 

 

La estupidez humana asociada a la maldad y a la codicia son cualidades tan poderosas y potentes que tienen a la especie en una tendencia involutiva y frenadora perpetua

 


El conseguir objetivos en la vida depende del tesón, de las cualidades y también de la “suerte”. Pero esta última, dada que depende del azar, no debe contar en la estrategia.

 Como decía Schopenhauer en su aforismo: “El azar reparte las cartas, pero nosotros las jugamos”


 

                                                            ***

Voltaire decía: "El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuándo detenerse". 

Por eso acabo aquí y seguiré con estos pensamientos en la intimidad aunque quizás los vuelva a compartir con vosotros en otra ocasión.



Para cambiar de tema os invito a leer unas breves columnas entretenidas e interesantes sobre el día a día y la realidad presente.








                                               Esquelas

 

                                             Fernando Aramburu. El País

 

Como reza el título de un libro de Laura Freixas, yo también creía que “a mí no me iba a pasar”. El caso es que me ha pasado y que, metido en años, me seguirá pasando con la frecuencia pertinaz de un hábito, a menos que me abandone la lucidez. Pues sí, confieso que soy de los que ojean a diario las esquelas necrológicas del periódico. Tiempo atrás me traía al pairo averiguar quién había liado el petate en el lejano terruño donde nací. La muerte me parecía un asunto de ancianos, suicidas y atropellados. Me sabía perecedero, pero no aludido. Puede que alguna vez dedicase breve atención a un aviso fúnebre por aquello de que concernía a un ser cercano.

A las ocho de la mañana ya se pueden consultar las nuevas esquelas. Muchas de ellas ostentan una foto del finado. La imagen me sirve para constatar los estragos del tiempo en las fisonomías de mi generación. A algunos con quienes compartí juegos, confidencias, aventuras de infancia o juventud y a quienes no veía desde hace tres o cuatro eternidades, me cuesta identificarlos. Abundan los difuntos sonrientes. ¿Les hará gracia haber muerto? Al reparar en su fecha de nacimiento, compruebo que cada vez truena más cerca. Hago cálculos premonitorios con la idea de deducir el tiempo que me queda. Constato sin la menor duda y sin envidia que las mujeres alcanzan edades vedadas a la mayor parte de los varones. No es raro que alguna sobrepase el límite de los 100. Los hay que en una misma jornada murieron dos veces, una en euskera y otra en castellano. El día se me parte igual que un palo seco si el difunto fue compañero de colegio. Se me pega entonces al atuendo un lamparón de melancolía difícil de lavar. Como César Vallejo en su célebre soneto, tengo ya el recuerdo del jueves en que, al acceder a la página, me encontraré de sopetón con mi propia esquela. Apenado, pero sereno, me daré el pésame.

 

                                                           ***


                                 

http://lectura.kioskoymas.com/article/282411288301248

 

La disonancia cognitiva

 

  • ENRIC GONZÁLEZ

 

Preferiría no saber por qué el Mundial se juega en Qatar. Sin embargo, lo sé. Bueno, sé lo que sabe todo el mundo, o sea, poco, pero suficiente. Bastante como para sufrir una grave disonancia cognitiva, según llaman los psicólogos a pensar una cosa y hacer la contraria. La disonancia, o incoherencia si lo prefieren, suele provocar un malestar interno que a veces se resuelve con el autoengaño y otras veces con la honesta constatación de que uno da asco.

El arriba firmante ha intentado muy en serio el autoengaño. Sin éxito.


Joseph Blatter, que era presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) cuando en 2010 Qatar fue elegido como sede y hoy está inhabilitado por corrupción, acusa a Michel Platini, que por entonces presidía la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) y hoy está igualmente inhabilitado por corrupción, de presionar a favor del pequeño emirato arábigo. Resulta que el entonces presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, hoy condenado por corrupción (disculpen que me repita, la culpa es de ellos), había exigido a Platini que consiguiera para Qatar los votos necesarios y evitara que el Mundial de 2022 se disputara en Estados Unidos, como estaba previsto.


Francia quería vender a Qatar aviones de combate. Y los vendió, a cambio del Mundial.

Yo me dije: ¿y cuándo no ha sido corrupto el negocio del fútbol? Nada nuevo.

Otra parte del acuerdo, alcanzado por el presidente francés, el hoy emir de Qatar y Michel Platini durante un almuerzo en el palacio del Elíseo el 23 de noviembre de2010, nueve días antes de la votación mundialista, consistía en que Qatar comprara el

PSG, el club del que Sarkozy es forofo, y lo convirtiera en el más rico del planeta. Cosa que se cumplió al año siguiente. La justicia francesa investiga ahora a Sarkozy y a su hijo por engañar a los cataríes: consiguieron que el emirato pagara por el PSG 64 millones de euros, en lugar de los 30 que valía. Visto en conjunto, calderilla.

No nací ayer, me dije, y sé cómo funcionan estas cosas. Lo de siempre. No pasa nada.

Amnistía Internacional dice que miles de trabajadores murieron durante la construcción de los estadios para el Mundial.


Intenté convencerme de que no era nada extraño y que los difuntos no serían tantos. Teniendo en cuenta que en Qatar los trabajadores inmigrantes están sometidos a la kafala, algo no muy distinto a la esclavitud, si esa pobre gente no hubiera fallecido por calor o una caída en el andamio de un estadio, lo habría hecho, pensé, en cualquier otra obra faraónica.

Qatar ha hecho saber a los homosexuales que no deben hacer cosas homosexuales (sea lo que sea eso) si acuden al Mundial. Uno de sus embajadores deportivos, el exfutbolista Khalid Salman, proclamó hace unos días que la homosexualidad es “un daño en la mente”.

Quise seguir auto engañándome, pero no doy para tanto. Resolví mi disonancia cognitiva por la vía penosa de la honestidad: participaré como espectador-cómplice en una conspiración repugnante y mortífera (la del negocio, no la del juego). Asumiré, supongo que como otros muchos futboleros, mi propia vergüenza.


                                                                        ***

Acabo ya aquí porque he tenido problemas técnicos para poner los artículos de hoy. En breve estará solucionado. Un abrazo a todos.

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