Puigdemont- Iglesias y el exilio

 


Aunque con los problemas graves que hay en el mundo el escribir sobre la opinión de un político español que además es vicepresidente de un gobierno democrático, solo se puede explicar por el asombro que ha ocasionado en la sociedad su intervención.

Pablo Iglesias, respondiendo en una entrevista, considera similar o equiparable el “exilio” de Puigdemont con el vivido por los políticos españoles tras la guerra civil. Olvidaba el líder de Podemos que estos últimos tuvieron que marcharse para salvar sus vidas o años de cárcel a los que lo sometería el bando triunfante tras el derrocamiento de la democracia española de los años 30. 

Aquellos exiliados que la mayoría representaban a un gobierno democrático tuvieron que abandonar España con lo puesto para salvar sus vidas tras una sanguinaria guerra civil de exterminio que había durado tres años. Este exilio duró décadas y en muchos casos toda la existencia de esas personas.

 Puigdemont, representante del estado en Cataluña, líder de una región rica de España desafió, tras repetidas advertencias, a la Constitución, al estado de derecho y desde dentro de las mismas instituciones impulsó un golpe a la democracia española y a sus leyes en contra de millones de catalanes y de españoles. Escapó para no tener que rendir cuenta sobre la multitud de actos ilegales realizados y se fue a vivir a un “exilio” dorado en un chalet de lujo con todas las comodidades de un ciudadano europeo desde donde no cejó en tratar de consolidar su amenaza a la democracia.

Quizás a una persona  alejada de la política haya que explicar el sentido de un exilio como el vivido por miles de españoles en el siglo pasado pero no es el caso de Iglesias y de su partido que ahora sale a atenuar la barbaridad expresada por su dirigente y apela al diccionario de la RAE para explicar lo que es el exilio. La RAE define el exilio como la separación de una persona de la tierra donde vive, generalmente mediada por la expatriación por motivos políticos. 


                                                                         Exilio español tras la guerra civil

No basta una definición académica de la lengua para hablar del exilio político hay que analizarlo desde el punto de vista de la ética y de la moral, considerar la existencia o no de un estado de derecho y  además situar los hechos históricos en concreto. No vale en este tema parapetarnos en una definición de un diccionario. Si nos atenemos a esa definición, también los miles de nazis que se “exiliaron” en Hispanoamérica tras la segunda guerra mundial tendrían la misma consideración por Iglesias ya que se marcharon por asuntos políticos y vivían con nostalgia y en peores condiciones que en su Alemania natal.

Dadas las cualidades y conocimientos políticos de Iglesias, sé que entiende bien las diferencias entre ambos tipos de exilio, lo que ocurre es que olvidando e insultando a miles de compatriotas que lo vivieron  después de la guerra civil, busca desarrollar alguna táctica política populista para conseguir un acercamiento con los independentistas catalanes de cara a algún objetivo electoral.

No me extraña la unión. Populismo y nacionalismo son la misma cosa y esencialmente solo buscan el poder a cualquier precio. En esta línea valen las mentiras o media verdades, la traición a socios de gobierno, la exaltación sentimental de sectores de la ciudadanía con respuestas simplistas a problemas complejos entre otras muchas acciones de estas corrientes actuales.

Seguramente, a muchos de los militantes de base de Podemos también les habrá sorprendido y decepcionado la opinión de aquel que iba a luchar contra la “casta” y sin embargo ha tenido amnesia interesada sobre el sufrimiento de muchas personas que sí han conocido el significado real de la palabra exilio. En ocasiones pienso que las reivindicaciones de Podemos no son las mismas que la de sus líderes.

Joaquín Peral







Comentarios

Entradas populares