Literatura para esta semana

 A continuación comentaré aspectos de la última obra de Luis Landero (Lluvia fina) que fue considerada por un grupo de expertos literarios la mejor obra de 2019.

Lluvia fina de Luis Landero



Temática de la obra.
Tras mucho tiempo sin apenas verse ni tratarse, Gabriel decide llamar a sus hermanas y reunir a toda la familia para celebrar el 80 cumpleaños de la madre y tratar así de reparar los viejos rencores que cada cual guarda en su corazón, y que los han distanciado durante tantos años. Aurora, dulce y ecuánime, la confidente de todos y la única que sabe hasta qué punto los demonios del pasado siguen tan vivos como siempre, trata de disuadirlo, porque teme que el intento de reconciliación agrave fatalmente los conflictos hasta ahora reprimidos. Y, en efecto, tras la primera llamada de teléfono para organizar la celebración se desatan todas las pasiones, odios, y recriminaciones latentes en  esa familia. A lo largo del texto iremos conociendo las vidas de Sonia, de Andrea, de Horacio, de Aurora, del propio Gabriel y de la madre, y con ellas la historia familiar, desde la infancia de los hijos hasta la actualidad. Tal como temía Aurora, las antiguas querellas van reapareciendo como una lluvia fina que amenaza con formar un poderoso cauce al límite del desbordamiento.


Llama la atención la insistencia del escritor al comienzo de Lluvia fina en la desconfianza con que deben recibirse los relatos, que no son fiables ni inocuos. Las historias y las palabras «no son nunca inocentes», los relatos «no son inofensivos», se enfatiza. Y como Luis Landero (Alburquerque, Badajoz, 1948) no es de los escritores que hablen por hablar, ha de tomarse tal reiteración como el núcleo de pensamiento que espolea la dramática acción de la novela. Que semejante principio constituye su leitmotiv lo corrobora la repetición de ideas ya expresadas con idénticas palabras en el último capítulo: «los relatos no son inocentes». (El Cultural)

Una hábil estrategia narrativa prepara el terreno que desemboca en un duro final. Landero va presentando datos a propósito dispersos y un tanto confusos que contienen las piezas de un complicado mosaico familiar. Sin tardar, la trama se hace trasparente. El clan toma por confidente a la discreta Aurora y la hace depositaria de sus miserias. Todos tienen una necesidad compulsiva de contar. Cada cual tiene su versión, o mejor, su verdad de los hechos, y entre unas y otras existe una contradicción absoluta.

La madre, representa la  actualización del arquetipo de una terrible intransigente, una Bernarda Alba de la baja clase media urbana; Aurora, especie de mujer fuerte bíblica; las hijas, recomidas por el odio, evocación del mito cainita; el yerno, Horacio, dostoievskiana mente trastornada y alegoría luciferina; el otro hijo, Gabriel, contrafigura del Julien Sorel stendhaliano, hipócrita ensimismado en la indolencia
La novela está polarizada por las ideas de desdicha, desgracia, desaliento, degradación.

Este libro fue considerado el mejor libro del año 2019 por un grupo de expertos literarios. Sin embargo, desde mi humilde opinión de lector de obras de narrativa creo que no es así. Es una novela que está bien escrita, que es entretenida pero algo tópica, no profunda y con un artificioso final que da la sensación que buscase un remate a la historia con algo impactante.  A pesar de ello muestra las cualidades técnicas narrativas de Landero pero creo que la historia en sí de la obra no perdurará en la memoria de los lectores. J.P

Comentarios

Entradas populares