La Universidad de Harvard ¿es de izquierdas? (II parte)
¿Es de izquierdas la Universidad de Harvard?. 2º parte
En una entrada anterior expuse un artículo publicado en Jot Down
que formulaba la siguiente pregunta: ¿Es
de izquierdas la Universidad de Harvard?.
Para ello en ese artículo se contaba la historia de una de las más
prestigiosas universidades de Estados Unidos y de sus alumnos y profesores más
destacados.
Después de esa lectura nos surgió la necesidad de precisar los
términos de izquierda y derecha en política para poder responder a esa
interesante cuestión.
A continuación intentaré concretar esos conceptos.
Es frecuente que la definición de estos términos ideológicos esté impregnada
de elementos emocionales que tienen que ver con la historia de un país,
experiencias vividas a nivel individual o familiar, enormes prejuicios o
valores en ocasiones mediatizados por la manipulación ideológica. A pesar de
ello, intentaré realizar un acercamiento a estas definiciones para poder
responder a la pregunta planteada en el artículo de la revista Jot Down.
Izquierda
política

Origen del término
El término izquierda política,
como el de derecha política, tiene su origen histórico en la votación que
tuvo lugar en julio de 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente surgida de la
Revolución Francesa en la que se discutía la propuesta de un artículo de
la nueva Constitución en la que se establecía el veto absoluto del
rey a las leyes aprobadas por la futura Asamblea Legislativa. Los
diputados que estaban a favor de la propuesta, que suponía el mantenimiento de
hecho del poder absoluto del monarca, se situaron a la derecha
del presidente de la Asamblea. Los que estaban en contra, y defendían que el
rey sólo tuviera derecho a un veto suspensivo y limitado en el tiempo poniendo
por tanto la soberanía nacional por encima de la autoridad real, se
situaron a la izquierda del presidente.
Estas manera de sentarse se trasladó a la Asamblea
Legislativa que se reunió por primera vez el 1 de octubre de 1791. Los
diputados sentados a la derecha pertenecían a las clases altas y defendían esos
intereses. En el centro figuraban diputados independientes, carentes de
programa político definido. A la izquierda diputados inscritos en el club de
los jacobinos y otros grupos que representaban al pueblo llano parisino.
Así el término “izquierda” quedó asociado a las opciones políticas que
propugnaban el cambio político y social, mientras que el término "derecha" quedó asociado a las que
se oponían a dichos cambios.
Corrientes actuales
Izquierda democrático-reformista
La izquierda democrático-reformista es
la que propugna que el principal marco de actuación deben ser las elecciones
libres, la acción parlamentaria y las reformas progresivas y con
amplio consenso en la mayoría de los sectores sociales. Es el tipo de izquierda
predominante en la mayor parte de los sistemas democráticos de principios del
siglo XXI. Ideológicamente rechaza los sistemas políticos dictatoriales y marca
distancia con cualquier teoría que inspire dicho tipo de sistemas
dictatoriales. Actualmente son las corrientes mayoritarias dentro de la izquierda
democrática-reformista la socialdemocracia, el socioliberalismo (laborismo
británico) y el eurocomunismo entre otras.
Esta rama de la izquierda usualmente está
desvinculada de otras opciones de izquierda, como la izquierda revolucionaria
que propugna cambios estructurales radicales y relativamente rápidos y
abruptos. Así la izquierda democrático-reformista antepone el progresismo y el
reformismo, a métodos más expeditivos y que pudieran topar con un mayor grado
de rechazo en ciertos sectores socioeconómicos que podrían oponerse a esos
cambios, especialmente si se realizan de manera acelerada y sin el consenso
suficiente.
La izquierda
revolucionaria cuestionan la utilidad o adecuación de la democracia liberal como
instrumento de cambio político dentro del sistema capitalista. Más cercana a estos grupos están algunos sectores de izquierda que además de hacer planteamientos más radicales y rupturistas, paradójicamente defienden los nacionalismos identitarios o regionalistas. Tal es el caso de la autodenominada izquierda que impulsaba o apoyaba al terrorismo etarra en España o a parecidos sectores que aplauden el separatismo catalán. He dicho antes "paradójicamente" ya que en sus principios la izquierda es internacionalista per se y ha rechazado siempre los nacionalismos a los que ha visto siempre como una forma política del estado burgués y de las clases que lo sustentan.
Movimientos sociales

- Sindicalismo: Reivindica
los derechos de los trabajadores y trata de controlar las relaciones con
la patronal y el estado capitalista.
- Ecologismo: Propone una
sociedad respetuosa con el medio ambiente.
- Pacifismo: Rechaza las
guerras y cualquier tipo de violencia con fines políticos.
- Feminismo: Persigue la
equiparación social entre hombres y mujeres.
- Movimiento LGBT:
Defiende la no discriminación y reivindicación de derechos de lesbianas,
gais, bisexuales y transexuales.
- Movimiento antiglobalización: Denuncia las desigualdades provocadas por la llamada globalización.
- Laicismo: Propone un
estado sin religión dominante, o sea Laico
- Teología de la liberación o similares: Reivindicaciones y objetivos de la izquierda política en el seno del movimiento católico en favor de los más pobres.
- En los años 70 del siglo pasado algunas corrientes de movimientos cristianos en el tercer mundo crearon dentro de la izquierda latinoamericana el concepto del hombre nuevo. A través de este ideario se intentaba una praxis política que fuese coherente entre los principios generales de la izquierda y la conducta personal-individual de los militantes. Con esta visión se intentaba corregir las desviaciones de grupos izquierdistas que con frecuencia demostraban contradicciones entre su vida personal y la práctica política. Posteriormente estas corrientes hicieron como una síntesis de los principios marxistas para analizar y cambiar la sociedad y los valores cristianos más puros pero muy alejados de la jerarquía eclesiástica. Uno de estos grupos fueron los Sacerdotes para el Tercer Mundo. A estas corrientes se sumaron grupos que compartían esos valores pero que no eran religiosos. Años más tarde fueron prácticamente eliminados por la represión dictatorial y militarista latinoamericana que a su vez era apoyada por los gobiernos estadounidenses de la época.
En gran medida todos estos movimientos sociales
propugnan cambios en la organización política, económica y social y son
críticos con estructuras, leyes y patrones imperantes y por eso sus acciones
están dirigidas a alterar, cambiar o modificar dichas estructuras, leyes o
patrones a favor de los oprimidos o de los más desfavorecidos.
Historia y evolución de la izquierda
Durante el Renacimiento, autores como Francis
Bacon (Nueva Atlántida), Tomás Moro (Utopía) o Tommaso
Campanella (La ciudad del Sol, 1623) establecieron las bases de un humanismo utópico
que pasado el tiempo sería recogido por el llamado socialismo utópico. Podríamos considerar al pensamiento de estos
autores como precedentes de la ideología de izquierda.
Pero sin lugar a dudas las transformaciones
sociales más determinantes del
crecimiento y estructuración del izquierdismo fueron la Revolución francesa, la
Independencia y Constitución de los Estados Unidos de América, la aparición de nuevas clases sociales, la
revolución industrial y los contenidos teóricos elaborados por Marx y
posteriormente Lenin y Trotski entre otros.
La izquierda en los sistemas democráticos
Paralelamente, en las democracias occidentales
la izquierda evolucionó de manera opuesta a los estados llamados socialistas.
Los partidos socialdemócratas se desmarcaron de las propuestas
dictatoriales de algunos sectores de la izquierda, optando por defender las
normas y los valores propios de los sistemas democráticos. También dentro de
los seguidores del marxismo aparecieron numerosas voces críticas que se
desvinculaban del comunismo dictatorial.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, en
los países europeos y en Estados Unidos se vivió un auge de las clases medias y
mejoras significativas en las condiciones de vida. De esta forma, una vez
conseguidos los derechos más básicos para la mayor parte de la población, la
izquierda empezó a identificarse con la demanda de otro tipo de derechos, tanto
sociales como individuales que se reflejarían en los movimientos antes
mencionados. En esta época los partidos socialdemócratas comenzaron a acceder
al gobierno de los estados europeos, alternándose en el poder con los partidos
conservadores con total normalidad. El papel, las formas y los métodos que
desarrolla la izquierda no son iguales en países donde ya hay un estado de derecho
consolidado que en aquellos inmersos en dictaduras o en estadios sociales menos
evolucionados. En algunos países hispanoamericanos están en ocasiones mezclados con caudillismos personalistas o populistas que desdibujan un pensamiento de izquierda avanzado. Lo que es válido en algunas zonas del planeta puede no serlo en
otras por el motivo antes señalado.
Los años 60 y la Nueva izquierda
Durante los años 60 del siglo pasado, los
cambios sociales se aceleraron de forma vertiginosa, gracias en parte a los
nuevos movimientos originados en la nueva izquierda, cuyos logros hicieron de
esta década una etapa crucial en la evolución de la sociedad occidental. En
general la nueva izquierda desaprobó y criticó las manifestaciones
dictatoriales que se habían desarrollado en el mundo en la primera mitad del
siglo XX. (Unión Soviética, China, etc.)

Estas nuevas reivindicaciones se vieron
fortalecidas por el gran empuje de los movimientos juveniles, especialmente
del movimiento hippie, que por primera vez planteaban una visión del mundo
diferente a la de sus adultos. Los jóvenes también fueron los protagonistas de
las revueltas estudiantiles de Mayo del 68 en París, en las que influidos
por filósofos como Jean Paul Sartre o Herbert Marcuse, proponían
una sociedad en la que tuvieran cabida estas nuevas demandas, tanto las de
carácter social como las referentes a los derechos individuales.

Tras la caída del Muro de Berlín (1989)
y del bloque soviético, los movimientos de carácter marxistas ortodoxos pierden
mucha fuerza, dando lugar a que los planteamientos de la "nueva
izquierda" desarrollados en los países occidentales durante los años
anteriores, se consoliden como la opción mayoritaria de izquierda en casi todo
el mundo.
Posicionamiento ideológico actual
La mayoría de los partidos políticos de izquierda
son partidarios de integrar políticas que fomenten el estado del bienestar,
donde el Estado garantice el acceso por parte de todos los ciudadanos a
derechos básicos como la sanidad, la educación, la prestación por desempleo o
las pensiones de jubilación, entre otros.
En los últimos años, han surgido algunos
movimientos de izquierda como el movimiento antiglobalización, en el que
se pueden encontrar tanto sectores que aceptan un "capitalismo con rostro
humano", como sectores anticapitalistas más radicales, pero aceptando
ambos vías democráticas no autoritarias para realizar los cambios. Algunos proponen
también un modelo que supere la democracia representativa e incorpore elementos
de democracia participativa y directa.
Muchos de los valores de la
izquierda actual se aproximan a los del Humanismo, incidiendo en la solidaridad con los más desfavorecidos
dentro de la sociedad: sectores populares, trabajadores, inmigrantes, discapacitados, ancianos,
etc. También promueve la equiparación o incluso en ocasiones la discriminación
positiva a favor de la mujer; la reinserción y
rehabilitación de los delincuentes; y la defensa de los derechos de las minorías.
La izquierda suele considerar el mestizaje y la emigración como positivos,
respetando otras culturas y tradiciones diferentes, en tanto éstas sean
compatibles con los principios democráticos y los Derechos Humanos. Esta
nueva izquierda también es crítica con la pena de muerte.
Apuesta también por el ecologismo y la
supresión o limitación de la energía nuclear, promoviendo otro tipo de energías
alternativas más respetuosas con el medio ambiente. Algunos de los
antiguos partidos comunistas se han asociado con movimientos ecologistas.
La izquierda suele enfocar la sexualidad de
forma abierta, considerándola como una más de las libertades individuales de
cada persona; aunque actualmente esta visión no es exclusiva de la izquierda,
ya que la actitud hacia la sexualidad ha cambiado significativamente en muchos
sectores de la sociedad.
Otro tema importante que aborda la izquierda es el
de la religión.
La izquierda política actual apoya la necesidad de
un Estado laico y aconfesional,
cuya base es la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado,
permaneciendo al margen de las legítimas creencias religiosas de cada persona.
El objeto es crear una sociedad plural y respetuosa, en la que tanto los
seguidores de cualquier religión como los no creyentes puedan estar integrados
en ella. En países como Francia, el carácter laico del Estado es apoyado por la
mayoría de partidos políticos, incluidos los liberales, pertenecientes a
la derecha.
Según la visión generalmente aceptada por marxistas-leninistas, trotskistas
y también anarquistas ortodoxos, la Socialdemocracia o la nueva izquierda
no es más que una forma "reciclada" del neoliberalismo para continuar
con la estructura social capitalista y así impedir que las masas se
inclinen hacia la izquierda realmente socialista y/o revolucionaria, debido a
que "socializar el liberalismo" no es lo mismo que sustituirlo por el
socialismo.
Una transformación más reciente de la izquierda ha sido su evolución hacia lo que podíamos llamar progresismo. Esta es una denominación más ambigua y cuyo sentido variará según los países. En Europa, representa una forma de la «Nueva Izquierda», de carácter democrático y no necesariamente marxista, que se amplía para defender ciertas posturas: financiamiento público del sistema de salud, financiamiento público del sistema educativo, legislación de la interrupción del embarazo, libertad sexual, eutanasia, laicismo y ecologismo, entre otros. Es decir que podría militar en cualquiera de los movimientos sociales antes comentados.
Una transformación más reciente de la izquierda ha sido su evolución hacia lo que podíamos llamar progresismo. Esta es una denominación más ambigua y cuyo sentido variará según los países. En Europa, representa una forma de la «Nueva Izquierda», de carácter democrático y no necesariamente marxista, que se amplía para defender ciertas posturas: financiamiento público del sistema de salud, financiamiento público del sistema educativo, legislación de la interrupción del embarazo, libertad sexual, eutanasia, laicismo y ecologismo, entre otros. Es decir que podría militar en cualquiera de los movimientos sociales antes comentados.
Derecha política
Se conoce como derecha al
segmento del espectro político que acepta las diferencias sociales
como algo inevitable, natural o normal frente a la izquierda, que persigue
la igualdad de la sociedad. Aunque no existe una definición estricta de derecha
podríamos señalar como rasgos destacados la predominancia de individualismo frente a colectivismo, confesionalidad frente
a laicismo, propiedad privada frente a propiedad pública de
ciertas actividades económicas, tradicionalismo frente a reformismo
social, conservadurismo frente a progresismo, etc.
Actualmente, el discurso político de la mayor
parte de fuerzas de derecha habla favorablemente de la riqueza a través de
la libre competencia.
El término derecha engloba por tanto a corrientes
ideológicas muy diversas cuya separación puede ser tajante, aunque también
pueden ser compatibles, ya que ante todo buscan el mantenimiento del orden social
establecido (tradicionalismo, conservadurismo). En oposición a la izquierda
política, el sector más liberal enfatiza el libre mercado por encima del intervencionismo de
las administraciones públicas y busca potenciar valores y derechos
individuales conservadores, frente a posiciones más plurales, solidarias o estatistas. En países con democracias consolidadas en ocasiones coexisten dentro del espectro de derecha, la derecha liberal, que es conservadora y neoliberal en lo económico con otros grupos o movimientos claramente ultraderechistas que defienden el racismo, la xenofobia, niegan el holocausto y defienden la violencia como método para conseguir sus fines. Estos grupos han crecido en los últimos años y comienzan a ser una preocupación importante en las democracias occidentales.
En general podríamos decir que la mayoría de los
derechos que gozan actualmente los ciudadanos de los países desarrollados han
sido impulsados por corrientes de izquierda con la oposición tenaz de la
derecha aunque ésta más tarde asumiese muchas de estas reivindicaciones (voto de la mujer, divorcio,etc)
El progreso, la igualdad, el acceso a la educación
y a la sanidad, los derechos laborales y de las minorías casi siempre han sido
defendidos por el pensamiento de izquierda aunque esta izquierda haya ido
mutando a través del los siglos XIX y XX quizás tras analizar los múltiples e
importantes errores cometidos históricamente
también en nombre de su pensamiento.
Como se puede suponer, tratar el tema de
izquierda-derecha podría llevar a
desarrollar un tratado gigantesco ya que es la historia misma de los últimos
siglos con los enormes errores y barbaridades derivados de los enfoques
ideológicos tanto de izquierda como de derechas (estalinismo, maoísmo, fascismo
y nazismo).
Lo que aquí se pretendía era a través de los
conceptos relatados que respondiésemos a la pregunta de la entrada anterior del
blog: ¿Es Harvard de izquierdas?.
A la vista de lo expuesto y de lo que conocemos de esta universidad diría de forma rotunda que
Harvard no es de izquierdas pero que de sus aulas han salido individuos que han
luchado y potenciado muchas de las corrientes que son la base de los
movimientos relacionados con la izquierda actual de los países desarrollados. El ideario de Harvard podríamos considerarlo progresista y muchos de sus profesionales y ex alumnos han liderado con impacto en la sociedad americana políticas llamémosle progresistas. Aún así no debemos olvidar que también allí se han formado conocidos banqueros, economistas neoliberales y políticos republicanos que podrían calificarse sin duda como reaccionarios de derechas.
Pues tú tienes la palabra para expresar tu opinión
al respecto.
Adelante…

El libro citado es excelente para recorrer la historia y los cambios de la izquierda política. Como es lógico su lectura trae nuevas controversias del pensamiento pero sin duda es una obra recomendable, agradable y fácil de leer en la que se aprende mucho.
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