La Universidad de Harvard ¿es de izquierdas? (II parte)




¿Es de izquierdas la Universidad de Harvard?.  2º parte

En una entrada anterior expuse un artículo publicado en Jot Down que formulaba la siguiente pregunta: ¿Es de izquierdas la Universidad de Harvard?.  Para ello en ese artículo se contaba la historia de una de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos y de sus alumnos y profesores más destacados.
Después de esa lectura nos surgió la necesidad de precisar los términos de izquierda y derecha en política para poder responder a esa interesante cuestión.
A continuación intentaré concretar esos conceptos.
Es frecuente que la definición de estos términos ideológicos esté impregnada de elementos emocionales que tienen que ver con la historia de un país, experiencias vividas a nivel individual o familiar, enormes prejuicios o valores en ocasiones mediatizados por la manipulación ideológica. A pesar de ello, intentaré realizar un acercamiento a estas definiciones para poder responder a la pregunta planteada en el artículo de la revista Jot Down.


Izquierda política

El concepto de izquierda hace referencia a una clasificación sobre las posiciones políticas que agrupan a corrientes de pensamiento que tienen como punto central la defensa de la igualdad social. Frente a esta posición está el de la derecha política  que considera las diferencias sociales como algo inevitable, normal o natural.  La derecha no da casi importancia a la estructura socio-política como causa determinante de la desigualdad social, precisamente lo contrario que sostiene la izquierda. Para la derecha todo depende más de la voluntad y del individuo que de la sociedad en su conjunto. Obviamente esta es una reducción de los conceptos pero que puede valer para iniciar el texto. La izquierda política se divide actualmente en una multitud de ramas ideológicas que se pueden agrupar en la izquierda democrática-reformista, la izquierda “revolucionaria” y corrientes del anarquismo.

Origen del término

El término izquierda política, como el de derecha política,  tiene su origen histórico en la votación que tuvo lugar en julio de 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente surgida de la Revolución Francesa  en la que se discutía la propuesta de un artículo de la nueva Constitución  en la que se establecía el veto  absoluto del rey a las leyes aprobadas por la futura Asamblea Legislativa.  Los diputados que estaban a favor de la propuesta, que suponía el mantenimiento de hecho del poder absoluto  del monarca, se situaron a la derecha del presidente de la Asamblea. Los que estaban en contra, y defendían que el rey sólo tuviera derecho a un veto suspensivo y limitado en el tiempo poniendo por tanto la soberanía nacional  por encima de la autoridad real, se situaron a la izquierda del presidente.
Estas manera de sentarse se trasladó a la Asamblea Legislativa  que se reunió por primera vez el 1 de octubre de 1791. Los diputados sentados a la derecha pertenecían a las clases altas y defendían esos intereses. En el centro figuraban diputados independientes, carentes de programa político definido. A la izquierda diputados inscritos en el club de los jacobinos y otros grupos  que representaban al pueblo llano  parisino.
Así el término “izquierda” quedó asociado a las opciones políticas que propugnaban el cambio político y social, mientras que el término "derecha" quedó asociado a las que se oponían a dichos cambios.

Corrientes actuales

Izquierda democrático-reformista

La izquierda democrático-reformista es la que propugna que el principal marco de actuación deben ser las elecciones libres, la acción parlamentaria  y las reformas progresivas y con amplio consenso en la mayoría de los sectores sociales. Es el tipo de izquierda predominante en la mayor parte de los sistemas democráticos de principios del siglo XXI. Ideológicamente rechaza los sistemas políticos dictatoriales y marca distancia con cualquier teoría que inspire dicho tipo de sistemas dictatoriales. Actualmente son las corrientes mayoritarias dentro de la izquierda democrática-reformista la socialdemocracia, el socioliberalismo (laborismo británico) y el eurocomunismo entre otras.
Esta rama de la izquierda usualmente está desvinculada de otras opciones de izquierda, como la izquierda revolucionaria  que propugna cambios estructurales radicales y relativamente rápidos y abruptos. Así la izquierda democrático-reformista antepone el progresismo y el reformismo, a métodos más expeditivos y que pudieran topar con un mayor grado de rechazo en ciertos sectores socioeconómicos que podrían oponerse a esos cambios, especialmente si se realizan de manera acelerada y sin el consenso suficiente.
La izquierda revolucionaria cuestionan la utilidad o adecuación de la democracia liberal  como instrumento de cambio político dentro del sistema capitalista. Más cercana a estos grupos están algunos sectores de izquierda que además de hacer planteamientos más radicales y rupturistas, paradójicamente defienden los nacionalismos identitarios o regionalistas. Tal es el caso de la autodenominada izquierda que impulsaba o apoyaba al terrorismo etarra en España o a parecidos sectores que aplauden el separatismo catalán. He dicho antes "paradójicamente" ya que en sus principios la izquierda es internacionalista per se y ha rechazado siempre los nacionalismos a los que ha visto siempre como una forma política del estado burgués y de las clases que lo sustentan.


Movimientos sociales

 Existen en la sociedad movimientos sociales que se suelen vincular con la Izquierda y que quizás hoy en día sean las expresiones más visibles de este posicionamiento político.

  • Sindicalismo: Reivindica los derechos de los trabajadores y trata de controlar las relaciones con la patronal y el estado capitalista.
  • Ecologismo: Propone una sociedad respetuosa con el medio ambiente.
  • Pacifismo: Rechaza las guerras y cualquier tipo de violencia con fines políticos.
  • Feminismo: Persigue la equiparación social entre hombres y mujeres.
  • Movimiento LGBT: Defiende la no discriminación y reivindicación de derechos de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales.
  • Movimiento antiglobalización: Denuncia las desigualdades provocadas por la llamada globalización.
  • Laicismo: Propone un estado sin religión dominante, o sea Laico
  • Teología de la liberación o similares: Reivindicaciones y objetivos de la izquierda política en el seno del movimiento católico en favor de los más pobres. 
  • En los años 70 del siglo pasado algunas corrientes de movimientos cristianos en el tercer mundo crearon dentro de la izquierda latinoamericana el concepto del hombre nuevo. A través de este ideario se intentaba una praxis política que fuese coherente entre los principios generales de la izquierda y la conducta personal-individual de los militantes. Con esta visión se intentaba corregir las desviaciones de grupos izquierdistas que con frecuencia demostraban contradicciones entre su vida personal y la práctica política. Posteriormente estas corrientes hicieron como una síntesis de los principios marxistas para analizar y cambiar la sociedad y los valores cristianos más puros pero muy alejados de la jerarquía eclesiástica.  Uno de estos grupos fueron los Sacerdotes para el Tercer Mundo. A estas corrientes se sumaron grupos que compartían esos valores pero que no eran religiosos.  Años más tarde fueron prácticamente eliminados por la represión dictatorial y militarista latinoamericana que a su vez era apoyada por los gobiernos estadounidenses de la época.
En gran medida todos estos movimientos sociales propugnan cambios en la organización política, económica y social y son críticos con estructuras, leyes y patrones imperantes y por eso sus acciones están dirigidas a alterar, cambiar o modificar dichas estructuras, leyes o patrones a favor de los oprimidos o de los más desfavorecidos.

Historia y evolución de la izquierda

Durante el Renacimiento, autores como Francis Bacon (Nueva Atlántida), Tomás Moro (Utopía) o Tommaso Campanella (La ciudad del Sol, 1623) establecieron las bases de un humanismo utópico que pasado el tiempo sería recogido por el llamado socialismo utópico.  Podríamos considerar al pensamiento de estos autores como precedentes de la ideología de izquierda.
Pero sin lugar a dudas las transformaciones sociales  más determinantes del crecimiento y estructuración del izquierdismo fueron la Revolución francesa, la Independencia y Constitución de los Estados Unidos de América,  la aparición de nuevas clases sociales, la revolución industrial y los contenidos teóricos elaborados por Marx y posteriormente Lenin y Trotski entre otros.



La izquierda en los sistemas democráticos
Paralelamente, en las democracias occidentales la izquierda evolucionó de manera opuesta a los estados llamados socialistas. Los partidos socialdemócratas se desmarcaron de las propuestas dictatoriales de algunos sectores de la izquierda, optando por defender las normas y los valores propios de los sistemas democráticos. También dentro de los seguidores del marxismo aparecieron numerosas voces críticas que se desvinculaban del comunismo dictatorial.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, en los países europeos y en Estados Unidos se vivió un auge de las clases medias y mejoras significativas en las condiciones de vida. De esta forma, una vez conseguidos los derechos más básicos para la mayor parte de la población, la izquierda empezó a identificarse con la demanda de otro tipo de derechos, tanto sociales como individuales que se reflejarían en los movimientos antes mencionados. En esta época los partidos socialdemócratas comenzaron a acceder al gobierno de los estados europeos, alternándose en el poder con los partidos conservadores con total normalidad. El papel, las formas y los métodos que desarrolla la izquierda no son iguales en países donde ya hay un estado de derecho consolidado que en aquellos inmersos en dictaduras o en estadios sociales menos evolucionados. En algunos países hispanoamericanos están en ocasiones mezclados con caudillismos personalistas o populistas que desdibujan un pensamiento de izquierda avanzado. Lo que es válido en algunas zonas del planeta puede no serlo en otras por el motivo antes señalado.

Los años 60 y la Nueva izquierda
Durante los años 60 del siglo pasado, los cambios sociales se aceleraron de forma vertiginosa, gracias en parte a los nuevos movimientos originados en la nueva izquierda, cuyos logros hicieron de esta década una etapa crucial en la evolución de la sociedad occidental. En general la nueva izquierda desaprobó y criticó las manifestaciones dictatoriales que se habían desarrollado en el mundo en la primera mitad del siglo XX. (Unión Soviética, China, etc.)
A partir de los 60 la izquierda impulsó la lucha para terminar con el racismo y la discriminación legal hacia las personas de raza negra, cuya lucha estaba liderada por Martin Luther King al frente del Movimiento por los Derechos Civiles. Asimismo, la feroz guerra de Vietnam obtuvo una considerable oposición por parte de la opinión pública estadounidense, originándose protestas masivas en su contra y emergiendo así el movimiento pacifista. La ecología también se difundió a raíz de la creciente contaminación medioambiental y la masificación urbana, causadas por la industrialización a gran escala. Igualmente el feminismo se fue extendiendo de la mano de intelectuales como Simone de Beauvoir que planteaban un nuevo papel de la mujer dentro de la sociedad alejado del rol exclusivo de madre y esposa tradicional.
Estas nuevas reivindicaciones se vieron fortalecidas por el gran empuje de los movimientos juveniles, especialmente del movimiento hippie, que por primera vez planteaban una visión del mundo diferente a la de sus adultos. Los jóvenes también fueron los protagonistas de las revueltas estudiantiles de Mayo del 68 en París, en las que influidos por filósofos como Jean Paul Sartre o Herbert Marcuse, proponían una sociedad en la que tuvieran cabida estas nuevas demandas, tanto las de carácter social como las referentes a los derechos individuales.
Una de las consecuencias de Mayo del 68 fue la ruptura definitiva de los partidos comunistas europeos con las posturas oficiales de la entonces Unión Soviética después de varios años de progresivo distanciamiento. Una parte minoritaria de la izquierda vio en esta evolución una traición a la izquierda original y comenzaron a crear otras organizaciones notablemente más radicalizadas, muchas de las cuales fueron ilegalizadas por defender métodos violentos.

Tras la caída del Muro de Berlín (1989) y del bloque soviético, los movimientos de carácter marxistas ortodoxos pierden mucha fuerza, dando lugar a que los planteamientos de la "nueva izquierda" desarrollados en los países occidentales durante los años anteriores, se consoliden como la opción mayoritaria de izquierda en casi todo el mundo.


Posicionamiento ideológico actual

La mayoría de los partidos políticos de izquierda son partidarios de integrar políticas que fomenten el estado del bienestar, donde el Estado garantice el acceso por parte de todos los ciudadanos a derechos básicos como la sanidad, la educación, la prestación por desempleo o las pensiones de jubilación, entre otros.
En los últimos años, han surgido algunos movimientos de izquierda como el movimiento antiglobalización, en el que se pueden encontrar tanto sectores que aceptan un "capitalismo con rostro humano", como sectores anticapitalistas más radicales, pero aceptando ambos vías democráticas no autoritarias para realizar los cambios. Algunos proponen también un modelo que supere la democracia representativa e incorpore elementos de democracia participativa y directa.

Muchos de los valores de la izquierda actual se aproximan a los del Humanismo, incidiendo en la solidaridad con los más desfavorecidos dentro de la sociedad: sectores populares, trabajadores, inmigrantes, discapacitados, ancianos, etc. También promueve la equiparación o incluso en ocasiones la discriminación positiva a favor de la mujer; la reinserción y rehabilitación de los delincuentes; y la defensa de los derechos de las minorías. La izquierda suele considerar el mestizaje y la emigración como positivos, respetando otras culturas y tradiciones diferentes, en tanto éstas sean compatibles con los principios democráticos y los Derechos Humanos. Esta nueva izquierda también es crítica con la pena de muerte.
Apuesta también por el ecologismo y la supresión o limitación de la energía nuclear, promoviendo otro tipo de energías alternativas más respetuosas con el medio ambiente. Algunos de los antiguos partidos comunistas se han asociado con movimientos ecologistas.
La izquierda suele enfocar la sexualidad de forma abierta, considerándola como una más de las libertades individuales de cada persona; aunque actualmente esta visión no es exclusiva de la izquierda, ya que la actitud hacia la sexualidad ha cambiado significativamente en muchos sectores de la sociedad.
Otro tema importante que aborda la izquierda es el de la religión.

La izquierda política actual apoya la necesidad de un Estado laico y aconfesional, cuya base es la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado, permaneciendo al margen de las legítimas creencias religiosas de cada persona. El objeto es crear una sociedad plural y respetuosa, en la que tanto los seguidores de cualquier religión como los no creyentes puedan estar integrados en ella. En países como Francia, el carácter laico del Estado es apoyado por la mayoría de partidos políticos, incluidos los liberales, pertenecientes a la derecha.
Según la visión generalmente aceptada por marxistas-leninistas, trotskistas y también anarquistas ortodoxos, la Socialdemocracia o la nueva izquierda no es más que una forma "reciclada" del neoliberalismo para continuar con la estructura social capitalista y así impedir que las masas se inclinen hacia la izquierda realmente socialista y/o revolucionaria, debido a que "socializar el liberalismo" no es lo mismo que sustituirlo por el socialismo. 

Una transformación más reciente de la izquierda ha sido su evolución hacia lo que podíamos llamar progresismo. Esta es una denominación más ambigua y cuyo sentido variará según los países. En Europa, representa una forma de la «Nueva Izquierda», de carácter democrático y no necesariamente marxista, que se amplía para defender ciertas posturas: financiamiento público del sistema de salud, financiamiento público del sistema educativo, legislación de la interrupción del embarazo, libertad sexual, eutanasia, laicismo y ecologismo, entre otros. Es decir que podría militar en cualquiera de los movimientos sociales antes comentados.



Derecha política

Se conoce como derecha al segmento del espectro político que acepta las diferencias sociales como algo inevitable, natural o normal frente a la izquierda, que persigue la igualdad de la sociedad. Aunque no existe una definición estricta de derecha podríamos señalar como rasgos destacados la predominancia de  individualismo frente a colectivismo, confesionalidad frente a laicismo, propiedad privada frente a propiedad pública de ciertas actividades económicas, tradicionalismo frente a reformismo social, conservadurismo frente a progresismo, etc.
 Actualmente, el discurso político de la mayor parte de fuerzas de derecha habla favorablemente de la riqueza a través de la libre competencia.
El término derecha engloba por tanto a corrientes ideológicas muy diversas cuya separación puede ser tajante, aunque también pueden ser compatibles, ya que ante todo buscan el mantenimiento del orden social establecido (tradicionalismo, conservadurismo). En oposición a la izquierda política, el sector más liberal enfatiza el libre mercado por encima del intervencionismo de las administraciones públicas y busca potenciar valores y derechos individuales conservadores, frente a posiciones más plurales, solidarias o estatistas. En países con democracias consolidadas en ocasiones coexisten dentro del espectro de derecha, la derecha liberal, que es conservadora y neoliberal en lo económico con otros grupos o movimientos claramente ultraderechistas que defienden el racismo, la xenofobia, niegan el holocausto y defienden la violencia como método para conseguir sus fines. Estos grupos han crecido en los últimos años y comienzan a ser una preocupación importante en las democracias occidentales.
En general podríamos decir que la mayoría de los derechos que gozan actualmente los ciudadanos de los países desarrollados han sido impulsados por corrientes de izquierda con la oposición tenaz de la derecha aunque ésta más tarde asumiese muchas de estas reivindicaciones (voto de la mujer, divorcio,etc)
El progreso, la igualdad, el acceso a la educación y a la sanidad, los derechos laborales y de las minorías casi siempre han sido defendidos por el pensamiento de izquierda aunque esta izquierda haya ido mutando a través del los siglos XIX y XX quizás tras analizar los múltiples e importantes errores cometidos  históricamente también en nombre de su pensamiento.

Como se puede suponer, tratar el tema de izquierda-derecha podría llevar  a desarrollar un tratado gigantesco ya que es la historia misma de los últimos siglos con los enormes errores y barbaridades derivados de los enfoques ideológicos tanto de izquierda como de derechas (estalinismo, maoísmo, fascismo y nazismo).
Lo que aquí se pretendía era a través de los conceptos relatados que respondiésemos a la pregunta de la entrada anterior del blog: ¿Es Harvard de izquierdas?.

A la vista de lo expuesto y de lo que conocemos de esta universidad diría de forma rotunda que Harvard no es de izquierdas pero que de sus aulas han salido individuos que han luchado y potenciado muchas de las corrientes que son la base de los movimientos relacionados con la izquierda actual de los países desarrollados. El ideario de Harvard podríamos considerarlo progresista y muchos de sus profesionales y ex alumnos han liderado con impacto en la sociedad americana políticas llamémosle progresistas. Aún así no debemos olvidar que también allí se han formado conocidos banqueros, economistas neoliberales y políticos republicanos que podrían calificarse sin duda como reaccionarios de derechas. 
Pues tú tienes la palabra para expresar tu opinión al respecto.
Adelante…




Nota: para leer más en profundidad sobre este tema recomiendo el libro: “La izquierda. Utopía, praxis y colapso. Historia y Evolución” de Javier Flores Fernández-Viagas. Editorial Almuzara y también el artículo sobre Izquierda y derecha política de Wikipedia en la que está basada fundamentalmente esta entrada.
El libro citado es excelente para recorrer la historia y los cambios de la izquierda política. Como es lógico su lectura trae nuevas controversias del pensamiento pero sin duda es una obra recomendable, agradable y fácil de leer en la que se aprende mucho.

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