¿Distopía? ¿Realidad o imaginación?. R.Ponce

¿Distopía? ¿Realidad o imaginación?

R. Ponce



En estos días donde mucha gente piensa en sus vacaciones (si las tienen) tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur, por lo que  probablemente no deseen analizar el momento actual que vive el mundo. Pero antes o después habrá que hacerlo. Para ello os invito a considerar brevemente el concepto de distopía.


Se puede entender distopía como la representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana.


Una distopía antiutopía es una sociedad  indeseable en sí misma. El término, procedente del griego, fue creado por John Stuart Mill a finales del siglo XIX como antónimo directo de utopía, término que a su vez fue acuñado por Tomás Moro y figura como el título de su obra más conocida, publicada en 1516, donde describe un modelo para una sociedad ideal con niveles mínimos de crimen, violencia y pobreza.

Las distopías a menudo se caracterizan por la deshumanización, y se instauran tras los gobiernos tiránicos, posguerras de conflictos de grandes dimensiones (como una guerra nuclear o similar), los desastres ambientales u otras características asociadas con un declive cataclísmico en la sociedad.

Probablemente solo hace una década hubiésemos calificado de sociedad distópica a una descripción que coincidiese con el Estados Unidos de Norteamérica actual o a las relaciones internacionales que predominan en el año 2025.

Una de las señales de alarma de esta situación la tuvimos con el asalto al Capitolio.

El asalto al Capitolio de los Estados Unidos fue un intento de autogolpe de Estado que se produjo el 6 de enero de 2021, cuando una turba de partidarios de extrema derecha del entonces presidente saliente de los Estados UnidosDonald Trump, dos meses después de su derrota en las elecciones presidenciales de 2020, irrumpió en la sede del Congreso de los Estados Unidos.



Hace muy poco, antes que accediese a su segundo mandato y apoyado por la plutocracia estadounidense, Trump estaba acusado y pendiente de juicio por numerosos causas que se detallan a continuación. La mayoría de estos procesos se suspendieron por ¿inmunidad presidencial?


34 cargos por falsificación de registros comerciales.


Siete cargos. Trump enfrenta un cargo en virtud de la Ley de Espionaje, así como cargos de obstrucción de la justicia, destrucción o falsificación de registros, conspiración y declaraciones falsas.


  • Conspiración para defraudar a Estados Unidos
  • Conspiración para obstruir un acto oficial
  • Obstrucción e intento de obstruir un acto oficial
  • Conspiración contra los derechos de otros
  • 1 cargo por violación de la Ley RICO de Georgia (Ley de Organizaciones Corruptas Influenciadas por Mafiosos)
  • 3 cargos por solicitar la violación del juramento a un funcionario
  • 1 cargo por conspiración para hacerse pasar por funcionario
  • 2 cargos por conspiración para falsificar con agravantes
  • 2 cargos por conspiración para perpetrar declaraciones y escritos falsos
  • 1 cargo por conspiración para presentar documentos falsos
  • 1 cargo por presentación de documentos falsos
  • 2 cargos por declaraciones y escritos falsos


Pero a pesar de esto y prometiendo un paraíso americano blanco y supremacista aislado del mundo accede a la presidencia del país, hasta ahora, más poderoso del planeta.


En los pocos meses que lleva gobernando hace gala de mala educación, descortesía y falta de respeto hacia las personas, hacia mandatarios de otros estados, hacia países a los que amenaza con invadir o apoderarse o los humilla con frases como que todos “me lamen el culo”


Manifiesta que Europa a explotado a USA e inicia una amenaza de guerra arancelaria a todos los países del mundo.


Incumplió promesas como que no entraría en conflictos bélicos, y también que resolvería en horas las invasiones de Ucrania y el enquistado conflicto israelí-palestino.


En este último caso dedicó un apoyo absoluto a otro distópico personaje como es Netanyahu, y facilitó la destrucción total de Palestina con víctimas que superan las decenas de miles de personas privadas además de ayuda básica como agua, comida o asistencia médica. Propuso además construir tras la destrucción de la franja de Gaza un complejo hotelero para el turismo en esa zona.


Redujo las ayudas a los pobres del mundo y mejoró la situación de los plutócratas que lo apoyan y exaltan su ego patológico.


Rompió con las Naciones Unidas y las instituciones que ayudan a los países más pobres del planeta conculcando también los principios pilares del derecho internacional humanitario y  lo que regula los conflictos bélicos en el mundo.


Demonizó y deshumanizó a los inmigrantes. Los acusó de forma general de criminales, violadores y asesinos con taras mentales y prácticas hasta de canibalismo.


Creó cárceles rodeadas de caimanes, campos de concentración, y recintos penitenciarios alquilados en el extranjero (Bukele) para expulsar y acobardar a los migrantes de tez oscura. Abrió los brazos con gran propaganda para admitir a blancos sudafricanos y rechazó y amedrentó a la justicia norteamericana que intentaba frenar los despropósitos de este sujeto.


Redujo los presupuestos para sanidad y educación poniendo al frente de sanidad a un conocido anticiencia y antivacunas.


Impulsó al máximo sus negocios propios y familiares (criptomonedas, celulares, construcción, etc) y sin duda también la gran industria armamentística norteamericana.


Desgraciadamente hasta ahora los líderes mundiales están repitiendo con su conducta lo mismo que hicieron con Hitler en el siglo pasado los políticos de esa época.  Reírle sus “gracias”, evitar el enfrentamiento o pensar que cambiará con el tiempo.


Trump no cree en el Cambio Climático ni en el Calentamiento global. No solo no cree sino que es un enemigo de cualquier restricción para actuar sobre el efecto invernadero. 


Persigue a los que no piensan como él dentro de su país y fuera. Coarta libertades, ataca a la universidades y niega la libertad de expresión cuando ésta está en conflicto con sus ideas e intereses.


Para completar el panorama distópico leemos estos días que el gran sanguinario Netanyahu propone como Premio Nobel de la Paz a Donald Trump. ¡¡Increíble !!


Pero Trump no está solo. Además de los poderosos sectores económicos que lo sustentan, ha creado e impulsado todos los movimientos retrógrados, regresivos, populistas y antidemocráticos en el mundo y además haciendo gala de ello. Su vicepresidente, Vance es un discípulo aventajado de Trump.  Tiene por aliados en el mundo a Orban, Bolsonaro, Milei, Abascal, Bukele y sectores de extrema derecha en diversos países europeos.


¿Alguien duda hoy que estamos ya inmersos en una distopía?. Solo queda por definir qué hacer o como enfrentar a esta regresión y barbarie que estamos viviendo en pleno siglo XXI.


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