Editorial. Agujero negro. JP

Editorial


Agujero negro


Del fanatismo a la barbarie hay un solo paso. (Denis Diderot)

La fuerza siempre atrae a los hombres de baja moralidad. (Albert Einstein)

Destruyo a mis enemigos cuando los hago mis amigos. ( Abraham Lincoln)


                                                           Fotografía de un agujero negro

En estos días en muchos lugares del mundo se goza de paz, tranquilidad y expectativas de progreso. En algunos sitios nos disponemos a disfrutar de unas vacaciones aunque también cada cuál podamos arrastrar en estos momentos preocupaciones individuales o familiares a veces banales y otras veces muy importantes.


Pero afortunadamente no nos sentimos como ciudadanos, como grupo humano, agredidos o sintiendo que otros grupos desean nuestra desaparición o provocarnos el máximo dolor posible para llevarnos hasta nuestra extinción como colectivo humano.


Algo así sintieron los judíos bajo el régimen nazi y ahora lo sufren los palestinos por parte de los descendientes de lo que solo hace unas cuantas décadas eran ellos los perseguidos.


Me dicen que los israelíes no están del todo informados de lo que ocurre en Gaza o Cisjordania por un control informativo férreo de su gobierno, y quizás sea así, ya que sabemos que toda la prensa mundial tiene vedado el acceso a la zona de conflicto. Cuando leo que mayoritariamente los ciudadanos de Israel apoyan la política de Netanyahu me invade una tristeza tan profunda que me olvido por momentos de las gamberradas del ignorante, peligroso y payaso Trump y también de la crisis política que hay en España tras serios casos de corrupción. 

Solo en lo cercano me saltan las alarmas cuando escucho al partido VOX (que se llama así mismo cristiano y español) amenazando expulsiones de millones de inmigrantes de España. Para ello, antes prepara el terreno con noticias en las redes y prensa acólita, plagadas de mentiras y  media verdades. La incoherencia suele a veces ser habitual en la política pero olvidar los principios básicos del cristianismo y tener amnesia sobre los millones de españoles que emigraron solo en el siglo XX, me asombra constatar que estos planteamientos provienen de quienes dicen defender unos valores cristianos de convivencia y de un“ser español”. Precisamente las arengas de este partido solo me sugieren valores no humanistas y una negación de la cultura y el pasado español.


Volviendo al otro tema, recuerdo que el 7 de octubre de 2023 quedé paralizado al ver las acciones sádicas, violentas y repudiables ejecutadas con odio por una organización terrorista como es Hamás. Pero mi incredulidad, asombro e incomprensión se dispararon en el día a día  desde hace ya mucho tiempo tras la acción sanguinaria e inhumana que está realizando el gobierno de Israel sobre Palestina. Actitudes genocidas, ruptura de todas las convenciones humanitarias y del derecho internacional alcanzan las máximas cotas. Y el resto del mundo o gran parte de ese mundo rico y poderoso mirando hacia otro lado, como si nada ocurriese o en ocasiones haciendo un mínimo paripé hipócrita.


Me siento invadido por la impotencia al ser consciente de la falta de poder o capacidad para hacer algo que detenga la masacre diaria que vemos en todos los informativos. Ciudadanos en general, niños, mujeres y ancianos bombardeados, descuartizados, destruidos sus hogares, sus ciudades y con carencia de agua, alimentos u hospitales conforman la “realidad” para millones de personas a los que el dolor probablemente solo les engendre odio  y así una vuelta a empezar…

En fin, un infierno el presente de cada día impulsado por las mentes israelíes supremacistas, fanáticas y con la gran ayuda de los Estados Unidos de Norteamérica.


No soy ingenuo y sé que el problema del próximo oriente es complejo y difícil y que hay que considerar las opiniones de todas las partes, pero aún así es inaceptable para la humanidad actual el presenciar día a día ese exterminio a la vista de millones de personas en todas las televisiones y periódicos del mundo. Cuando las víctimas viven con ese nivel de sufrimiento, desprotección e impotencia crónico, terminan asumiendo que nada de lo que hagan será suficiente para hacer frente a la realidad y que no habrá nada que esté en sus manos para poder cambiarlo. La desesperanza es también una bomba de racimo en la mente de las personas.


Hoy en Gaza se vive con horror y con terror. El sustantivo horror significa miedo intenso que es una palabra poderosa que se refiere a un sentimiento profundo que lo destruye todo y conduce a la desesperanza total. Vivimos tiempos donde la respuesta de la comunidad internacional es incomprensible y ese descrédito ético y moral hará que nuestras sociedades sean mucho más vulnerables e injustas en el futuro

Incomprensible, inexplicable, ininteligible, insondable, oscuro, y sin salida puede ser el futuro de nuestras sociedades si no se responde a este presente infernal.


Sí amigo, lo que se vive en Gaza es infernal y nos dejará huella.

Hamás desaparecerá  de la vida de los palestinos, los actuales dirigentes israelíes también se irán, pero el daño en la población persistirá durante mucho tiempo, mucho tiempo.

Siempre he querido y defendido a la comunidad judía en cualquier parte del mundo, muchas de las mejores personas que conozco son judíos pero denunciar la política terrorista del estado de Israel actual, en un reto ético. Jamás aceptaré que a esa denuncia se la considere una acción antisemita, más aún, sospecharé de quién emplee  ese término ya que hoy proviene y es usado por los que sustentan una ideología totalitaria y supremacista para justificar sus acciones genocidas.


Denunciar a Israel no es defender a Hamás, que es una organización terrorista, teocrática, no democrática y que minusvalora a las mujeres, pero aceptar impávido el terror del presente es intolerable. Anhelo que los propios judíos de todo el mundo también participen activamente buscado salidas hacia la paz y expulsando el totalitarismo supremacista que lidera actualmente Netanyahu.


Deseo, anhelo, y quiero que el terrorismo desaparezca, que los israelíes vuelvan a la democracia y al respeto de las leyes internacionales y que la mayoría de los países colaboren en esa tarea comprometiéndose a buscar salidas a medio y largo plazo hacia la paz y la concordia.


Muchos pensaréis al leer este escrito que soy ingenuo o que persigo utopías, pero ante la profunda desazón que me produce ver la realidad actual, no puedo dejar de expresar esos deseos. Con cierta desesperanza pienso, que quizás tengáis razón. Ya se verá.


Ojalá este presente no actúe como un agujero negro, engulléndonos y haciéndonos desaparecer en la nada, dejando solo restos de una sociedad humana que pudo ser pero que se auto destruyó.


Un abrazo a todos. Cuidaos del calor y también del frío, para los del otro hemisferio.


Comparto con vosotros música de Hans Zimmer (Cornfield Chase. Interstellar), una pintura de Yamguen y para cambiar algo de tercio, también una brevísima columna con la imaginación destacada de J.J. Millás.

Al final de todo enumero los temas publicados hoy en Sinapsis.


https://open.spotify.com/intl-es/track/6pWgRkpqVfxnj3WuIcJ7WP?si=7cf9ea5751b243d3





                                                                       Obra de L. Yamguen. Paz Mental

Columna de Juna José Millás

Un poder pasajero

  • JUAN JOSÉ MILLÁS


Un tipo, en el metro, molestaba a los pasajeros hablando a gritos por el móvil. Deseé que desapareciera y un par de segundos después se hizo invisible. No lo veía nadie, excepto yo. Él no se dio cuenta de su nuevo estado hasta que la gente, al ir y venir, comenzó a atravesar su cuerpo como un grumo de niebla. No podía creérselo, de modo que comenzó a palparse aquí y allá espantado de no tocar nada cuando se llevaba las manos invisibles al pecho o a la cabeza.

Finalmente se retiró a un extremo del vagón, donde permaneció ansioso a la espera de que las cosas regresaran a su ser. Imaginé que podía hacer eso mismo con Putin, con Trump, con Netanyahu y demás ralea. No acabar con ellos, solo volverlos invisibles y reunirlos, quizá en una isla, donde vivieran tranquilamente su invisibilidad e intangibilidad mientras el mundo se recuperaba. No pasarían frío ni calor, no tendrían hambre ni sueño, no sufrirían escasez o agresión alguna, pero serían incapaces de actuar sobre la realidad física. No podrían golpear ni golpearse, aunque sus pasiones seguirían intactas.

Me pregunté si intentarían formar un gobierno, si discutirían por el reparto de la isla. Luego se me ocurrió que no sería necesario reunirlos en lugar alguno. Podrían vagar por sus ciudades, por sus antiguas mansiones o palacios observando con asombro la paz que habían dejado. El mundo entero se preguntaría por su paradero sin imaginar que deambulaban entre nosotros como ideas malignas en busca de una cabeza enferma en la que penetrar.

En esto, el tipo del fondo del vagón comenzó a corporeizarse de nuevo poco a poco, a la manera en la que se revela una fotografía. Comprendí con pena, aunque también con cierto sentimiento de alivio, que mi poder invisibilizador era muy limitado. O quizá no tanto porque lo cierto es que el tipo recuperó el móvil y, cuando se disponía a marcar, dudó y volvió a guardárselo, como con miedo a desaparecer otra vez.


https://lectura.kioskoymas.com/article/282162182232077


Artículos de Sinapsis hoy:

1) Editorial. Agujero Negro
2) Libros y Cine para este verano
3) Ponerología y patocracia. ¿Qué es Trump?. C. Bustamante
4) El envejecimiento y el calor. R. Pico
5) Historias de Impostores. W. Gallardo
6) ¿Distopía?. ¿Realidad o imaginación?. R. Ponce
7) Sobre la novela y otras ficciones. A. Muñoz Molina

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