Investidura de gobierno: Sueños y pesadillas. José Herrera Peral

 

Sueños y pesadillas durante las investiduras de gobierno


José Herrera Peral


En un gobierno bien constituido las leyes se ordenan según el bien público y no según las ambiciones de unos pocos”

Maquiavelo (Niccolò Machiavelli)


“Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: despertar” 

Antonio Machado



                                                                                  Obra de Marc Chagall


La situación política actual ha conseguido alterarme el descanso nocturno donde tengo con frecuencia pesadillas, dado que me replanteo conceptos básicos de democracia huyendo de los partidismos. Mi cabeza suele estar revuelta como esta imagen de la obra de Chagall que veis más arriba.


Los sueños suelen ser una actividad de nuestro cerebro que escapa a nuestro control consciente o voluntario, pero que muchas veces expresan de manera indirecta las preocupaciones de las personas relacionadas con su pasado, presente o también con las incertidumbres del futuro.

Quizás por esto es que últimamente sueño con frecuencia con el panorama político actual y sobre todo con la cuestión de las investiduras.

La realidad del país nos muestra la desaparición de las grandes mayorías y ello conduce a que para formar gobiernos haya que pactar acuerdos entre fuerzas políticas diferentes.

Eso ha llevado a que los partidos mayoritarios tengan que acordar programas con organizaciones más pequeñas y muchas veces de objetivos antagónicos.


Meses atrás vimos claudicar al Partido Popular ante Vox cediendo en principios que pensábamos que ya estaban superados y asumidos por el partido conservador. Vox, negacionista de la violencia machista, del cambio climático y de avances de la ciencia, volvía a valores retrógrados de tiempos felizmente superados y conseguía gracias a esos pactos dictar nuevas normas arcaicas de convivencia, volviendo a la censura y poniendo palos en las ruedas al avance de la igualdad hombre-mujer y del respeto hacia los animales, entre otras muchas cosas. También en esos meses recordamos la historia pasada del PP bloqueando a innumerables leyes que favorecieron en las décadas de democracia, el progreso y las libertades en un país moderno.


En la actualidad, tras el fracaso de la investidura de Núñez Feijó, tenemos otro candidato que es el Sr. Pedro Sánchez. Éste antes de las elecciones estaba contra la amnistía de los políticos del procés que pusieron en peligro la convivencia y el estado de derecho en nuestro país. También estaba en contra de un referendo de autodeterminación solicitado por una parte de la sociedad catalana. 

Se produjeron las elecciones de julio y los resultados pareciera que hacen cambiar los valores democráticos de este político. Actualmente este candidato a investidura producto de unas elecciones donde decía una cosa, cambia ahora a la contraria e impulsa al parecer una amnistía y un posible referendo de autodeterminación como pago a unos votos que le aportaría el independentismo para que pueda acceder al gobierno. 


Este rotundo cambio de actitud, sin duda que influye en sus votantes. Estos están asombrados, decepcionados y confundidos y se preguntan si llegar de ese modo al poder justifica el cambio de valores y se constata, que en ocasiones, las palabras suenan a huecas o se las lleva el viento, sobre todo cuando salen de la boca de algunos políticos.

Estas cuestiones probablemente sean las que me producen sueños reiterativos y a veces en forma de pesadillas. De todos modos no creáis que soy un defensor de un inmovilismo institucional, sino que pienso que las cosas se deben hacer dentro del estado de derecho, cumpliendo las leyes de una sociedad democrática y si hay que hacer cambios estructurales, no deben hacerse solo por intereses coyunturales de un individuo o de un grupo.


En mayo los socialistas sufrieron un duro varapalo electoral y se convocaron unas elecciones generales en julio. En estas hubo un buen respaldo en votos a la aceptable acción del gobierno de coalición pero sobre todo sirvió para frenar el ascenso logrado por la extrema derecha retrógrada que en alianza con el PP comenzaron en ayuntamientos y autonomías, ha desarrollar políticas regresivas en derechos y libertades olvidando además, las cuestiones relacionadas con el cambio climático.


En las elecciones del 23 de julio la ciudadanía progresista votó para frenar el ascenso de Vox y para continuar con la mayoría de lineamientos políticos que amparaban mejor a los más desfavorecidos.

Pero de ningún modo se votó para apoyar una amnistía ni un posible referendo de autodeterminación. Más aún, en campaña electoral los líderes socialistas se declaraban en contra de estas medidas. Por ello hoy no se puede decir que los votantes les han dado su confianza para emprender esta descabellada orientación, producto además de un vulgar chantaje político.


Un amigo mío con el que comparto muchas cosas, me dice que quizás esos cambios sean necesarios para “pacificar” a Cataluña.  Creo, sin ser un estratega político, que esa parte de España está ya “pacificada” al constatarse que no se puede ir contra la ley y el estado de derecho. También porque el efecto emocional y sentimental del independentismo se ha ido moderando y desinflando como así se reflejan en los últimos resultados electorales en los que se ve que han perdido miles de votos y también de escaños. 


Ayudó, sin duda también, para la disminución del fervor independentista, el tomar conciencia del engaño que les realizaron los dirigentes nacionalistas con una “independencia de solo unos minutos”, además de las luchas intestinas entre ellos mismos. La pandemia, las medidas contra la inflación a consecuencia de la invasión de Ucrania, y la ayuda a los más desfavorecidos en estos últimos años, también creo yo, que hizo ver a los simpatizantes de este nacionalismo (inyectado en los colegios, universidades y medios de comunicación catalanes), que formar parte de un estado mayor y en avance hacia una Unión Europea más potente y solidaria, era mucho mejor que ensoñamientos artificiosos basados en seudo historias y leyendas victimistas en la sociedad actual. La mesa de diálogo, los indultos o la rechazable modificación del código penal, pueden haber tenido algún efecto pero creo que solo en sectores minoritarios y comprometidos en esas causas legales.

Pienso que también tendría su influencia la huida masiva de miles de empresas de Cataluña ante el riesgo de secesión.


Para los millones de votantes del partido socialista el viraje dado por su presidente es incomprensible y deja la sensación de un engaño respecto a promesas electorales realizadas.


En fin, me desperté esta mañana con otro mal sueño y para tranquilizarme me imaginé el partido político al que me gustaría votar y apoyar.


Este tendría que ser un partido que declarase sus principios y valores y no los cambiase por coyunturas de la política sin consultarlo con sus bases y votantes. Desearía que esta organización tuviese como objetivos primordiales la lucha para disminuir la desigualdad social y económica de nuestro tiempo; que pugnase por la igualdad entre hombres y mujeres; que tuviese como grandes metas la mejora hacia una educación de calidad y que recobrase e impulsase una sanidad pública para todos y con mirada hacia la excelencia; que impulsase la ciencia sin demora; que uno de sus objetivos principales fuese la vivienda;  que consiguiese salarios dignos y acordes también a la preparación de cada persona; que diese pasos con firmeza hacia una integración europea sólida; que fuese activa a todos los niveles en la lucha contra el calentamiento global y el cambio climático; que diseñase una política urgente para afrontar la revolución digital, la inteligencia artificial y la robótica; que luchase sin cuartel mediante la educación y con medidas legales contra la homofobia y que defendiese los avances de leyes previas en ese sentido; que consolidase la ley de eutanasia para quién quiera emplearla bajo marcos legales estrictos; que tuviese una política pacifista pero reforzando también la defensa de nuestra Europa; que fuese solidario con los países más pobres diseñando una política migratoria realista y en conjunto con los países más ricos del mundo; que no usase como bandera electoral “bajadas de  impuestos”; que defendiese valores universales conservando nuestras tradiciones pero no oponiendo sentimientos nacionales contra otros; que fuese sensible con las otras especies animales que comparten nuestro planeta y que se tuviese en cuenta también el sufrimiento animal innecesario; que tuviese una posición firme en el control legal de las grandes corporaciones que manejan internet e invaden nuestra intimidad robándonos nuestros datos para hacer uso comercial de los mismos; que los militantes de este partido no viesen a sus adversarios políticos como objetivos a eliminar, desprestigiar o tratar sin respeto; que supiesen reconocer un error o el acierto de un contrario…


 Quizás podría resumir todo esto en igualdad, justicia, libertad, solidaridad y mucha educación y que ésta esté respaldada por valores humanistas impulsando la ciencia y la convivencia.


Estando ya muy despierto y alejándome de ensoñaciones me imaginé como expresión de deseo que Pedro Sánchez, reconocía que no tenía para los temas en cuestión, la aprobación de la mayoría de sus votantes y militantes y que se negaba al chantaje independentista, renunciando así a esta investidura y por ello convocaba unas nuevas elecciones para que toda la ciudadanía, una vez puestas las cartas sobre la mesa, decidiese el mejor camino para el país. Si el resultado era de apoyo a sus tesis,  adelante, y si era desfavorable, sería mejor pasar transitoriamente a una buena y decente oposición, que haber conculcado principios del estado de derecho y de la propia esencia del socialismo.


 En fin, mientras seguía hilvanando deseos, mi mujer me acercó el periódico de hoy y fui consciente al hojearlo, que mi cabeza, quizás por efecto pendular y para equilibrar los sueños, había disparado mis ilusiones. De todos modos, pienso que entre todos y con serenidad, podremos reconstruir o construir una organización política que nos haga sentir bien representados. Para ello tendremos que mejorar las que ya tenemos o crear otras nuevas.

Pero, aunque nos agobie la ansiedad, no debemos olvidar que el tiempo histórico es mucho más amplio que el tiempo personal e individual de cada uno de nosotros. Por lo tanto, firmeza, ilusión, pero paciencia.


Es posible que yo esté equivocado en mi análisis de esta situación política, pero mis opiniones  sobre este presente surgen de haberle dado muchas vueltas a este asunto y quería compartirlas con vosotros para que ello quizás incite a otros a pensar con más profundidad y acierto y poder avanzar en esta incertidumbre del presente. Los ciudadanos individualmente suelen tener poca fuerza pero cuando se posicionan unidos las cosas cambian.


Os invito ahora a escuchar estas breves y conocidas composiciones, la primera para fortalecer la resistencia y la segunda para relajarnos y reflexionar mejor.


https://spotify.link/crl4sGwcrDb


https://spotify.link/78L8C9XcrDb



Comentarios

  1. Gracias por compartir tu artículo. En muchas cosas estoy de acuerdo, no digamos ya en ese maravillosos partido ideal cuyos valores defines. No creo, en cambio verlo todo igual. Para mi, ya en 2017 fue tremendo judicializar algo que debería haberse mantenido en el terreno de la política. Por supuesto que dado mi desconocimiento puede que esto sea una tontería, pero de alguna manera habría que arreglarlo ¿vamos a estar siempre enfadados y peleándonos con partes tan hermosas de nuestro país como, por ejemplo, Cataluña?
    Si que veo mal el asunto del referéndum. Y leyendo las noticias de los dos últimos días, en que los "indepes" parecen haberse subido a la parra, me da el barranco de que prefieran otro tipo de gobierno central. El Psoe sacó más votos en Cataluña que todos los independientes juntos. Tal vez tengan un tipo de reflexión similar a la que hace años algunos usaban: "contra Franco luchábamos mejor". Quizás a su confrontación les convenga más descaradamente el PP.
    Un abrazo y de nuevo muchas gracias Pepe.
    José Carlos Escudero Valera

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    1. Estoy de acuerdo que lo que señalas bien podría ser una nueva estrategia del independentismo.
      Creo que desde dos años antes de 2017 hubo ausencia de todo tipo de política del gobierno central para tratar y neutralizar al separatismo. Pero a partir de 2017 se judicializó porque hubo flagrantes delitos y en un estado de derecho no se debe mirar para otro lado. Las diferencias que hay con Cataluña, no son con toda Cataluña, sino con una parte de ella y que ahora está menguante. Claro que Cataluña es hermosa y durante años fue un polo de atracción para todo el país en ciencia, cultura, etc. España, al igual que Europa es rica, diversa y pienso que debemos empujar hacia la unión y no hacia la balcanización del continente. Entiendo tus aportes y te los agradezco mucho sabiendo de tu carácter humanista y democrático. De todos modos, mis opiniones pueden no estar del todo acertadas, de ahí que valoro estos comentarios.
      Pepe Herrera

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