Opinión: ¿Ceder al chantaje político?. J. Herrera Peral

                    

                          ¿Ceder al chantaje político?

 

                                      José Herrera Peral


                                                                 Chantaje.Unycos

 

El poder escribir sobre unos folios que une tiene delante, nos sirve a veces para expresar ideas, dudas o sentimientos que nos preocupan.

Soy consciente en este caso que no soy especialista en este tema ni experto ni politólogo y tampoco me he dedicado a la política como profesión, pero siempre ha estado ésta presente en mis preocupaciones por la influencia que tiene en la sociedad, en el progreso y en la convivencia.

 

Probablemente esté equivocado, pero aún así comparto con vosotros mi visión humilde sobre lo que está pasando ahora en nuestro país.

 

Los ciudadanos de a pie sentimos que en el ámbito político existen actualmente crisis diversas. Estas son múltiples, pero algunas de momento nos preocupan más que otras. 

 

 Se entiende por crisis a una situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto, de un proceso o en este caso, de las formas que nos hemos dado para nuestra convivencia.

En las democracias, las crisis suelen ser frecuentes y son signos de libertad y de cambios. En las dictaduras no existen o son tapadas con medidas violentas para garantizar un pensamiento único.

 

Desde mi mirada de ciudadano, pienso que en nuestro presente los dos grandes partidos políticos de nuestra sociedad están en crisis.

El Partido Popular, de tendencia conservadora se debate entre, poder ser una organización moderna, garantista de libertades en el ámbito del centro derecha o por intereses coyunturales, entregarse en manos de sus sectores más extremos defendiendo postulados arcaicos y reaccionarios para un país del siglo XXI. Es llamativo como este partido que insultó profusamente y de forma estructurada y programada al presidente del gobierno y a su partido durante los últimos años, ahora cambia de forma repentina, por necesitarlo para su investidura y le pide acuerdos y colaboración. Son incomprensibles los vaivenes del PP en estos tiempos y sobre todo sus claudicaciones ante Vox.

 

Pero creo que la crisis mayor es la que está, de momento de forma latente, entre los militantes y votantes del Partido Socialista.

Este partido ha impulsado en las últimas décadas políticas socialdemócratas que han mejorado la vida de grandes capas de la sociedad y han modernizado el país. Sin duda que también han cometido muchos errores y sobre todo con casos sonados de corrupción hace unos años similares al otro partido de la oposición.

Pero el problema mayor que tienen los dirigentes actuales del PSOE es hacerles comprender a sus votantes y militantes medidas de gobierno que son en principio contra natura para uno de los partidos pilares de la democracia española actual. 

 

Ya meses atrás, costó mucho que sus bases aceptaran los indultos y las modificaciones del código penal para favorecer a quiénes habían llevado al país mediante el Procés a una situación de extraordinaria tensión que podría haber evolucionado a un conflicto violento generalizado. Los indultados al salir de la cárcel ratificaron sus intenciones de repetir el proceso que llevase a la independencia de Cataluña produciendo una escisión también entre la propia ciudadanía catalana.

 

Actualmente con el tema de los resultados electorales últimos y los ajustados cálculos para lograr la investidura a presidente del gobierno, ambas organizaciones políticas (PP y PSOE) se encuentran ante una dependencia extrema de partidos que tienen como objetivo desestructurar España con la independencia de su territorio. Es entre otros el caso de Cataluña y sus partidos independentistas que paradójicamente en las últimas elecciones han perdido gran número de votos y de escaños en el parlamento. Pero aún así la aritmética parlamentaria para la investidura los hace imprescindibles por lo que esos grupos, para favorecer una investidura, solicitan de entrada la amnistía de todos los delitos cometidos contra el estado de derecho, la Constitución y la democracia española. Además, se ratifican en querer un referendo para transitar hacia la independencia.

 

Sumar, la organización de la llamada “nueva” izquierda está al parecer presto a conceder todo lo que pidan los independentistas. Además de por sus declaraciones, se pudo observar también por su actitud en la histriónica reunión de Díaz con Puigdemont. Para mí el problema no está en si hay o no cabida de una amnistía dentro del marco de la Constitución, sino si se debe “pagar” el chantaje a los que violaron las leyes y prometen volver a hacerlo, para conseguir una investidura. El otro partido que sumaría votos para una investidura es Vox, pero hablar de él es hablar del pasado, de retroceso y de freno al progreso y a las libertades.

 

El partido Socialista que, a pesar de la pandemia, la crisis secundaria a la guerra de Ucrania y a una feroz y manipuladora oposición de la derecha, ha realizado una adecuada acción de gobierno en lo económico y en lo social con múltiples leyes que han protegido a los más desfavorecidos y a los trabajadores entre otros sectores. Si hubo un error importante en el retraso como gobierno de coalición, en corregir los errores de la ley del sí es sí, lo que produjo efectos negativos en la defensa de las mujeres. Sin embargo, ahora se enfrenta para intentar lograr un nuevo periodo de gobierno con el chantaje insaciable de los partidos independentistas. 

 

Los votantes y muchos de los militantes del PSOE, creo que no están dispuestos a aceptar las condiciones extremas que solicitan los independentistas para su apoyo en la investidura.  Aunque no me gusta el término, hoy se habla mucho de “líneas rojas” a determinados procesos o acciones políticas y pienso que este tema es una de ellas. Si los dirigentes del PSOE no interpretan correctamente el sentir de sus votantes pueden estar creando el camino hacia la atomización de esa organización en un futuro cercano. Partidos socialistas tan fuertes como el español, pasaron a ser intrascendentes en Francia, Italia o Grecia entre otros. Si eso ocurriese sería una irresponsabilidad histórica de Sánchez y de la ejecutiva actual de este antiguo y necesario partido.

 

No se comprende que solo el 1,6% de los votos emitidos a favor de Junts en la última convocatoria electoral se impongan al resto marcando el devenir del país y haciendo tambalear el estado de derecho que tanto nos costó construir. No olvidemos que los últimos 45 años de democracia es el mejor y el más largo vivido en la historia de nuestro país. Y ahora con estos chantajes de minorías rupturistas está en peligro. Tampoco debemos olvidar que los independentistas son insaciables. Nunca quedan satisfechos con las concesiones, siempre piden y pedirán más ya que su objetivo es la independencia, aunque con ella se aplaste a los que no piensan igual en su propio territorio.

 

 El independentismo hoy, en un país europeo donde prevalece el estado de derecho y se tiende a avanzar hacia la unidad europea, es sinónimo de atraso, de desandar la democracia y de romper la paz y el progreso conseguido con tantos sacrificios. Es un retroceso histórico que solo conduce a un abismo de calamidades. No olvidemos tampoco que los independentistas no creen en los ciudadanos sino en los “territorios” y en sus leyendas o historias parcialmente reales.

No reconocen tampoco la igualdad de los ciudadanos porque según ellos los territorios de España son de distinto nivel: unos, los “históricos”, que pueden tratarse de tú con el Estado mientras que los demás son simple restos de provincia. Esto se traduce en insolidaridad, mezquindad y ceguera política hacia donde se debe ir en estos tiempos. Emociones, pasiones alimentadas por leyendas, seudo-historia y conservación de privilegios sobre todo concentrados en la clase social más alta, como es el caso de Junts, son los ingredientes del separatismo. Aunque los que llevan el nombre de Esquerra o CUP, van por el mismo camino. Hoy no es que haya un conflicto con Cataluña sino con una parte de esa comunidad sustentada por el independentismo supremacista.

 

Volviendo al tema central, creo que los partidos cuando no obtienen el respaldo necesario de la ciudadanía tienen que saber esperar sin claudicar en principios que no estén en sus trayectorias previas y principios fundacionales y si es necesario, hay que acudir nuevamente a unas elecciones donde la ciudadanía conociendo la situación planteada, pueda optar por lo mejor para el país. No vale mantenerse en el poder o llegar a él a toda costa. Deben estar respaldados por los ciudadanos y si no se consigue el objetivo, es mejor esperar a nuevas oportunidades con una oposición firme y constructiva, que cambiar la escala de valores que cimentaron las organizaciones partidarias. Creo que los votantes del PSOE verían mejor una nueva convocatoria electoral que una rendición ante los chantajistas políticos que hoy imperan en nuestra realidad. Si unas supuestas nuevas elecciones fuesen adversas para el PSOE, este tendría que asumir esa realidad y hacer una oposición honesta y firme no como la que con frecuencia realiza el PP cuando no está en el poder, que canaliza su política acusando al adversario que gobierna de ilegítimo y felón. 

 

Los partidos son muy importantes, pero no lo son todo en la sociedad.  Sí deben ser instrumentos que canalicen los problemas e intereses de la ciudadanía para conformar gobierno que defienda los principios de la mayoría en cuanto a los conceptos de democracia, libertad, pluralismo y estado de derecho. 

Deseo profundamente que los políticos acierten en sus decisiones en estos momentos ya que estamos viviendo demasiados retos aquí y también en el mundo.

Respondiendo a la pregunta inicial de este texto, pienso, que a pesar de todos los inconvenientes, riesgos y cansancio, el país requiere comenzar a trabajar con un gobierno que no dependa de las minorías extorsionadoras, y que a través de pactos, acuerdos o consensos con los defensores de la Constitución y el estado de derecho, logre superar esta crisis coyuntural de nuestra vida política.

 

Un buen amigo mío, leyó este texto y me dijo que coincidiré con políticos a quiénes he criticado severamente en otros momentos.  Tal es el caso de Aznar. Este ex presidente, engreído y soberbio aún no ha pedido perdón por su papel en el inicio de la invasión a Irak y por la destrucción de ese país y del desequilibrio en esa parte del mundo. En fin, puedo tener mis profundas discrepancias con personas que ahora puntualmente coincidan conmigo (quizás por diferentes motivos) pero creo que hay valores que hay que defender por encima de otras diferencias políticas. En este caso, mi preocupación por estos momentos que vivimos es lo que me ha motivado escribir estas líneas para compartir con amigos, aunque sé que algunos de ellos discreparán de mi opinión.


Resumiendo, creo que no debe haber amnistía a los dirigentes catalanes que intentaron un falso referendo y la independencia en 2017, y mucho menos como pago a un voto para una investidura.

Mi criterio está basado en la percepción de que el estado de derecho puede estar en peligro si se hacen esas concesiones al prófugo y colaboradores de ese conato de independencia catalana que tuvimos hace unos pocos años.

El presidente Sánchez además de su responsabilidad ante toda la ciudadanía, la tiene también con sus propios militantes y votantes ya que una decisión equivocada en este histórico momento puede tener una repercusión tremendamente negativa en esta organización partidaria tan necesaria en la democracia española.

Espero que, aunque no compartáis mi opinión, sirva este texto para reflexionar e implicarnos en estas situaciones del presente que nos afectarán a todos.

JHP

 

 

 

Comentarios

  1. Pepe, coincido con lo q dices y para muestra , Argentina, cuando se hizo la ley del perdón para unos y otros, y veamos como terminamos, el perdón no es por ley es por consensos y sobre todo no por extorsión . Pero lograr esos acuerdos son muy muy difíciles en momentos como este en el mundo. OJALÁ LO LOGREN Y SIRVA DE EJEMPLO AL MUNDO Q TANTO LO NECESITA, pero no por extorsión mucha suerte q sería también suerte para todos🙋🏼‍♂️🙏

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  2. Buenas tardes, José.
    Estoy totalmente de acuerdo en que no se debe claudicar ante el chantaje político de un independentismo que pretende disgregar nuestra nación y nuestro Estado de Derecho. Personalmente creo que en estos momentos los dos partidos mayoritarios y también los independentistas catalanes "se están midiendo entre sí" y "echando un pulso" a través de noticias y globos sondas en un juego de estrategias; sin embargo, pienso y confío (no sé si es excesiva confianza o no) en que, llegado el momento, reinará la prudencia en la toma de decisión. En cualquier caso, sí que creo que más le vale al independentismo apoyar la investidura de Sánchez sin condicionarla a una ley de amnistía y sin posible referéndum (que veo muy muy improbable), porque, de ganar la derecha con el apoyo de VOX en otras elecciones, los partidos independentistas lo tendrían muy crudo incluso en la situación democrática en la que ahora se encuentran. Más vale que en este juego de estrategias sean realistas y sean conscientes de hasta dónde pueden poner en peligro su propia subsistencia.
    Muchas gracias por tu valiosa opinión.

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  3. Sería inaceptable, en si mismo, una amnistía para los que han intentado un golpe de estado que pone en peligro la estabilidad y la integridad de España.
    Pero , además, es especialmente sucio si es el resultado de un cambalache del gobierno para conseguir mantenerse en el poder a costa de lo que haga falta..Ocurre,para mas descaro, que desde hace semanas asistimos a un auto de fe contra el entrenador de la selección femenina de fútbol por un incidente que,en otro contexto social, menos doctrinario, no pasaría de ser un incidente rechazable pero menor. Quede claro que no estoy valorando el turbio curriculo del personaje. Me refiero exclusivamente a la escandalosa diferencia de trato mediático y jurídico entre una memez y un golpe de estado, en el cual - para mas inri- los responsables amenazan con repetir.
    Es decir:vergonzoso,sectario,inaceptable'.
    Qué vayan considerando amnistiar a todos los culpables de delitos menores.

    Pero le acusan de dos delitos penalizados con más de 5alos




    sucio si se trata se sucio

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  4. Gracias Pepe. Lo hemos hablado in extenso esta misma mañana. Las ideas que expones coinciden en líneas generales con las de ayer Cercas en EL PAIS. También creo que una amnistía incondicional sería un error, pero no me parece un error la política que el gobierno lleva haciendo estos cuatro años con Cataluña, que ha desmovilización a los independentistas y conseguido que el eL PSC sea la fuérzal más votada en Cataluña, sumando más votos que todas las formaciones independdntistas juntas. Solo por esto la vía socialdemócrata de negociación merece el beneficio de la duda. Hasta ahora sobre este asunto de la amnistía todo son conjeturas, pero el mero hecho de que abran negociaciones políticas me parece positivo. Personalmente dudo que haya una amnistía sin concesiones ninguna por la otra parte. El PSOE se juega mucho y dudo que lo ignore. Ya veremos.

    Federico Soriguer

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    1. Casi totalmente de acuerdo con tu exposición pero desgraciadamente hay varios millones de Españoles que no les importa toda la munición que le Dan a los independentistas y por eso con tan escaso apoyo en las urnas mandan en el país.

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    2. Muy de acuerdo con el punto de vista del Sr. Soriguer.

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  5. Es un tema muy difícil, pero los riesgos para el partido y para la democracia son mayores con la concesión de la amnistía que con ir a unas nuevas elecciones.

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  6. Si vamos a elecciones, aumentará la abstención y entraremos en más complejidades y consideraciones.
    No hay nada como la realidad para bajar humos e infantilismos febriles.
    El primer escollo de la lengua le están teniendo en Europa. El independentismo necesita tantos pasos que se.les pasará el sarampión y apoyo con los primeros obstáculos suyos, después vendrán los del Estado.y después los de Europa.
    No les dá tiempo.
    Seguirán de víctimas que.les va mejor.

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