Regreso al futuro. Federico Soriguer

REGRESO AL FUTURO 

Federico Soriguer. Médico. Miembro de la Academia Malagueña de Ciencias. 

Publicado en Diario de Sevilla.


Querido nieto. Disculpa que no te contestara a la anterior carta, pero aquí, donde ahora estoy, el correo no funciona sino en una sola dirección. Hoy he recibido esta nueva tuya, fechada en 2050 y la estoy leyendo a mis amigos de esta tertulia eterna que aquí tenemos. 

Querido abuelo: En la primavera de 2023, preocupado, me hablaste por primera vez de política. Yo, indiferente, dije: ¡Abuelo, que no tengo más que 10 años¡¡Pero no te preocupes, que cuando llegue el 2050, te escribiré una carta sobre cómo está España!” “Yo tendré entonces 37”. Verás que he cumplido mi promesa. En contra de todos los agoreros que a ti tanto importunaban, hay ahora una gran estabilidad política, permitiendo que los partidos lleguen a grandes pactos nacionales sobre las cosas importantes. Parece que la lucha por la democratización institucional y contra la corrupción que vosotros iniciasteis, mereció la pena. Todo esto ha hecho posible grandes acuerdos sobre la educación y la ciencia. 

De hecho, España comienza a ser respetada en el concierto internacional tanto por su empeño en la lucha contra el cambio climático (¡sí, así estamos todavía ¡), como por sus contribuciones a la ciencia. El mejor ejemplo es que dos de los premios Nobel de Ciencia de los últimos cinco años han sido españoles. Llevamos ya varios gobiernos con políticas distintas pero complementarias, que han convertido a España en un líder mundial de lo que ahora se llama 'la revolución limpia'. Además, el modelo neoliberal que a tantas personas dejó en la cuneta, hoy lo defiende solo un pequeño partido, los otros dos, el viejo socialdemócrata y una renacida democracia cristiana difieren sobre la cantidad de estado que debe haber para mantener la creatividad ciudadana y la cantidad de mercado que permita la fluidez económica. Me imagino tu cara al escuchar estas buenas noticias. 

No, no ha sido un milagro. Simplemente hemos aprendido la lección. Hay también otras noticias de interés. Hemos tenido ya dos mujeres al frente del Gobierno y hace un par de legislaturas que la jefatura del Estado la encarna una joven reina. También, o quizás por eso, la obsesión por las políticas identitarias ha disminuido, ya sean nacionalistas, étnicas o de género, que se ven ahora como ideologías rancias y anticuadas. ¿Sabes que GB pidió volver a entrar en la UE y que lleva cinco años esperando? Nada de esto hubiera sido posible sin el gran desarrollo tecnológico que ha tenido lugar, pero por primera vez desde hace mucho tiempo la tecnología no va delante de los deseos de los ciudadanos sino detrás de sus necesidades. Esto no se hubiera producido sin un cambio radical en la cultura de la ciencia, y de los científicos y los tecnólogos. ¿Te acuerdas de aquellos miedos con la IA?. Pues han quedado en nada. Ahora convivimos con ella con bastante naturalidad. 

No puedo contártelo todo en una carta pero basta que sepas que ahora solo se puede pasar de secundaria si se han leído y analizado al menos estos cinco libros: el poema épico de Gilgamesh, en donde se aprende a renunciar al sueño de la inmortalidad y a disfrutar del placer de la vida; el ensayo de Cicerón 'De senectute', ahora que sabemos que la vejez no es el pasado de los jóvenes sino su futuro; el precioso librito de Delibes 'Un Mundo que agoniza', pues la crisis climática sigue sin resolverse ya que los GEI que vosotros acumulasteis siguen con nosotros y dos libros que se estudian en sociales, 'El naufragio de las civilizaciones', de Amin Maalouf, y 'Por qué fracasan los países', de Daron Acemoglu y James A. Robinson, pues no queremos que se olvide lo mal que lo hizo tu generación y, por ultimo (y sé que esto te va a gustar), “Los tónicos de la voluntad” de Don Santiago Ramón y Cajal, pues hoy sabemos que, como él decía, la constancia es la inteligencia de los pobres. Sí, somos más viejos que los de vuestra generación. Felizmente. Los sociólogos dicen que gracias a este envejecimiento se ha enlentecido la vida cotidiana y por ello se valora más el bienestar, relacionado con la cultura, que el confort tan vinculado a la tecnología. La lentitud no es un defecto sino una propiedad de la vejez y era lógico que el mundo se enlenteciera cuando la mayoría fueran viejos. 

Pero lo más importante es, si acaso, que hay en el país un cambio de 'humor' que ha permitido una especie de pacto social y una mayor confianza en el futuro. Son muchas las razones, pero en mi opinión una de las más importantes es la disminución de las desigualdades, consecuencia entre otras cosas de una eficiente política educativa y laboral que fomenta el 'ascensor social'. Un círculo virtuoso lo ha llamado el relator de la ONU que analiza la situación española. Como te decía hemos aprendido de los errores del pasado. ¿No era tan complicado, no te parece abuelo? En agosto hubieras cumplido 104 años. No sé dónde andarás ahora, pero estoy seguro de que habrás disfrutado leyendo esta carta. No olvido cómo me contabas que somos polvo de las estrellas, por eso mientras escribo me parece descubrirte en estos puntitos minúsculos que se hacen visibles flotando en el aire cuando un rayo de luz de este septiembre primaveral atraviesa la ventana de la habitación desde la que, en esta primavera radiante del 2050, te escribo. Un beso.

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