Relatos de Elsa Bueno Gaona

 Una vez más contamos con la colaboración destacada de Elsa Bueno Gaona a través de dos de sus relatos.

#US

Nunca supo por dónde empezar, ni buscó ni adivinó puerta, grieta o resquicio por donde entrar. 

No pudo avanzar con sus pasos de piedra, sus manos presas, su alma mojada dejando un reguero de libres ganas por calles estrechas, con las pupilas hacia delante y la mirada siempre hacia atrás.

Vestida de queriendo sin puedo murió, desierto y triste, un Quiero horadado de peros que yo amé hasta el final.

Quedó cubierta de cianóticas tardes con soles a medias y nubes por dibujar; insuficientes latidos, suspiros, colores, hasta la parada cardiaca exangüe de besos para resucitar…

 

Yo te maldigo, segunda persona del plural.

 

(ebg)

 

 

RESACA EMOCIONAL

 

Me quedo inmóvil, anónima en mitad de la calle, sintiendo el frío de una noche cualquiera que se llena de ti, preguntándome dentro sin comprender.

Necesito una copa - he dicho en voz alta - y mis pies se han apiadado de mi y me han dejado en la puerta de este bar en el que dicen que de todo pasa y nadie se acuerda después; he pedido el ron de mis pecados, que hoy quiero beberlos y ahogarme en ellos hasta perdonarlos. 

La música suena alta y todos a mi alrededor me agarran, corean y cantan como si leyeran en mi frente que necesito subirme a esa balsa. 

 

Sé que estoy en mi derecho de callarme, de no hablar de ti, guardarte y no volver a pronunciar tu nombre pero igualmente sales de mi pecho y de mi boca como un enjambre para ser utilizado en mi contra. 

 

Te extraño como no tienes idea, como ni yo sé, como no quisiera, sin saber a santo de qué; sin lógica ni arrepentimiento, como la masoca que se duele al querer sentirte en cada intento, dejar de ser. Y sigo bebiendo incapaz aún de admitir la sencilla verdad, tan absoluta como inverosímil, tan absurda como irremediable; llora mi copa y se me hace bola, no puedo tragar.

 

Debería contártelo, pero el bar va a cerrar y yo necesito beber alguna más para tener el valor de decirte que esto mío no tiene que ver con penas ni con tristezas, que es mucho más grande que todas esas mierdas; que no sé en qué momento, que ni yo lo creo ni lo entiendo, pero que, joder, es real.

 

Ojalá oírte decir que esto no está pasando, que me he vuelto loca, que te he inventado o que no existes ya…

 

(ebg)