Unidos contra el terrorismo
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Unidad y no dispersión
En estos días se conmemora en Barcelona
el asesinato de muchas personas perpetrados hace un año por una banda
fundamentalista yihadista criminal.
Los autores de esta masacre fueron unos fanáticos que temían y querían destruir los valores de la
ilustración, el estado de derecho, la libertad de culto y la democracia en general.
Los actos para recordar esa jornada tan dolorosa se plantean como
una muestra de solidaridad con las víctimas, en recuerdos de los fallecidos y como un
mensaje de unidad contra la barbarie para transmitirles que nunca podrán vencer a los valores de
libertad, igualdad y justicia que a pesar de las imperfecciones del sistema que
tenemos es lo mejor que hemos logrado los seres humanos hasta ahora.

Más de la mitad de la población catalana no está con ellos y
ninguna persona que tenga realmente una vocación y formación democrática.
Los ciudadanos independentistas privilegiados y “protegidos” mañana mostrarán una
vez más su miopía histórica, su fanatismo y su conducta esperpéntica liderada
por un presidente xenófobo y racista a su vez dirigido como un títere desde
Bélgica por un fugado de la justicia que rompe todas las cotas de
irresponsabilidad política.
Espero que los catalanes no olviden este comportamiento
y poco a poco vayan abandonando a estos aventureros liberticidas.
Al analizar la realidad actual en Cataluña me produce estupefacción el ver como unos pseudo progres, elitistas, insolidarios y retrógrados intentan la involución histórica democrática y social que tantos sacrificios ha costado conseguir a la ciudadanía.
Deseo de todo corazón equivocarme mañana y que los independentistas desistan de sus actos alternativos. Ojalá se pueda ver que toda la
ciudadanía y las autoridades políticas nacionales y regionales conmemoren de forma unitaria la repulsa al terrorismo.
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