Artículos de actualidad/ Inmigración
La España real del Partido Neandertal
- ÍÑIGO DOMÍNGUEZ
https://lectura.kioskoymas.com/article/282411290339009
El otro día una señora con apellido de origen holandés, de Vox, dijo que su partido pretende expulsar de España a siete u ocho millones de extranjeros e hijos de extranjeros, así, a ojo. No sé si cundió el pánico entre compañeros suyos con esas características, como Ignacio Garriga, Javier Ortega Smith, Bertrand Ndongo o Rocío Monasterio, o les pareció un disparate, como a los demás. “Es extraordinariamente difícil que puedan adaptarse a nuestros usos y costumbres, lo que estamos viendo son las consecuencias que estamos viendo”, explicó esta señora, y me hizo gracia, pues pensé que estaba hablando de Vox: no se adaptan a nuestras costumbres como pueblo, que acepta a todo el mundo, y pasa lo que pasa. Eso al margen, no solo de la realidad, sino de los datos, pues según un informe del Banco de España del año pasado, el país necesitará 37 millones de inmigrantes en 2053 para pagar las pensiones (los dirigentes de Vox solo pueden leer este informe en compañía de un médico).
En fin, está claro que la inmigración irregular es un problema que hay que afrontar con inteligencia y humanidad, pero estas cualidades son auténticas líneas rojas para Vox. Si te pillan con ellas, te echan. No, lo que le preocupa a esta señora es “sobrevivir como pueblo”. Yo creo que si esto queremos hacerlo bien, sin que se cuelen impostores, habría que establecer quién llegó primero. Veamos. Estrictamente, fueron los primeros homínidos y neandertales, y solo más tarde, pero cientos de miles de años, llegaron los Homo sapiens.
Debemos deducir entonces que solo es español el neandertal puro, y no descarto que los de Vox lo sean (podrían llamarse Partido Neandertal, ya estoy viendo las camisetas). El Homo sapiens, ya digo, sería ajeno, posterior. Como los iberos, y luego empiezan a llegar fenicios, púnicos, griegos, todos irregulares por supuesto, que se mezclaron entre ellos sin que a ninguno le preocupara no sobrevivir como pueblo: eso era el pueblo, el resultado de todo eso. Pero imaginemos que algunos grupos, neandertales o iberos o lo que quieran, sí estuvieran realmente preocupados y decidieran quedarse encerrados en casa durante décadas, siglos, pensando que ellos eran los auténticos, preservando las esencias de la raza. Porque seguían llegando celtas, vacceos, arévacos, carpetanos y pelendones (paro porque ya parezco el capitán Haddock). No sé si se dan cuenta, todo gentuza sin pasaporte. Luego, encima, los romanos, y esos grupos ahí enclaustrados, resistiendo a toda influencia externa, al latín, a los acueductos.
Después, bárbaros de las regiones nórdicas, de los Balcanes, de Oriente: alanos, suevos, vándalos, visigodos, ostrogodos. Terrible. Ese frente de resistencia era cada vez más raro. Más tarde llegaron árabes de Oriente Medio, almorávides del Sáhara, se quedaron también siete siglos, piensen en los españoles auténticos atrincherados, siete siglos mirando por los visillos, y sin tele.
Y luego verían pasar esclavos negros africanos, mercenarios de toda Europa, criollos de media América, a Sevilla llegaron hasta japoneses en el siglo XVII, por no hablar de los fichajes de fútbol. Aquí se hace un test genético a los españoles y no queda ni uno, todos se tienen que ir. Pero menos mal, tenemos ese grupo que sobrevivió como pueblo, encerrado en casa durante milenios, sin relacionarse con nadie, e imaginemos que ahora saliera a la calle para proclamar que el país es suyo. Estarán pensando: fundarían un partido troglodita y se llamaría Vox. No, no, es que hasta los de Vox, hijos de moros, cristianos y judíos como los demás, les dirían: vosotros no sois españoles, sois unas momias del pasado.
***
Cómo saber si Vox te quiere deportar
- NURIA LABARI
https://lectura.kioskoymas.com/article/282394110469825
Dice Vox que para ser español ya no basta con haber nacido en España o tener padres españoles o tener la nacionalidad española o documentación española, llevar el DNI en la cartera o solicitar un certificado literal de nacimiento en el registro, por ejemplo. Qué va. Vox asegura que hay mucho impuro camuflado y que para “sobrevivir como pueblo” va a haber que deportar a varios millones. Por eso digo que conviene saber, cuanto antes, si formamos parte de las personas que Vox quiere deportar o no, por ir organizándonos.
En su delirio racista y xenófobo, Rocío de Meer, la portavoz de Emergencia Demográfica y Políticas Sociales de Vox, ha explicado que para 2044 en España habrá “más población de origen extranjero que española”. Parecería que De Meer es una recién llegada a nuestro país, lo que explicaría que no hubiera tenido el uso y costumbre de recibir la educación básica obligatoria española. De otro modo, sabría que España es perfectamente mestiza desde tiempos de los Reyes Católicos y desde muchísimo antes. Los españoles somos fenicios, romanos, árabes, visigodos y bereberes de toda la vida, no hay que esperar al futuro sino mirar al pasado para entender la esencia del cruce cultural que nos define.
Lo digo porque, desde un punto de vista histórico, igual habría que deportarnos a todos, sin excepción. Pero creo que esto no es lo que quiere Vox, porque han hablado de unos ochos millones de deportados y en España somos como 49. Por eso deduzco que Vox cree que hay alguna cosa que significa ser español y que se puede detectar de manera objetiva. Tal vez con un escáner infalible implantado en el cerebro de Santiago Abascal y otros dirigentes el partido capaces de distinguir españoles a ojo. De ser así, para saber si te deportan o no tendría que mirarte uno de Vox y ver qué pasa. El problema es que esta técnica sería demasiado lenta y ya hemos dicho que la administrativa (tener la nacionalidad española) tampoco convence a Vox, por eso han inventado un proceso de selección de la españolidad que consiste en cumplir con los usos y costumbres de lo español.
Lo que no logro entender es de qué costumbres hablan. Hasta donde yo observo, los usos y costumbres son muy diversos por aquí. La gente hace de todo y en todas partes. Salvo en la imaginación de los políticos de Vox. Allí la única españolidad que existe es el nacional catolicismo, la propiedad, la misa, la merienda, la heteronorma y los toros. Iba a añadir al ejército español, pero se queda fuera, porque acepta felizmente a extranjeros. A lo mejor Vox cree que la españolidad la componen algunos emblemas de los que su partido se enorgullece, aunque millones de españoles no participemos de esos emblemas o no en exclusiva o prefiramos otros. Así que, de nuevo, si fuera por los usos y costumbres de la extrema derecha, se quedarían cortísimos los ocho millones.
Al final, es tan limitada la idea de “lo español” que defiende Vox que se queda muy corta para la España que somos. En este sentido podemos hablar de Vox como el partido más antiespañol del arco parlamentario: detestan la España que somos y proponen una alternativa fruto de deportar a los españoles que menos les gustan, empezando (por seguir un criterio objetivo) por todos los que no votamos a Vox.
Este partido cree que hay algo que significa ser español y que se puede detectar.
Comentarios
Publicar un comentario