¡Sí, tengo miedo!

Aunque entiendo el sentido de “no tenim por”, el tener miedo en determinadas coyunturas también  activa la resistencia, la solidaridad y la acción de movimientos eficaces para vencer al fanatismo que nos retrotraen a los momentos más oscuros de la historia.

Las sociedades unidas por valores democráticos y sin complejos de defenderse, al superar esos miedos conseguirán derrotar a los fanáticos e intolerantes.

Junto a este miedo se suma, otro temor actual. El derivado del pensamiento aventurero e  irresponsable de los nacionalismos identitarios, de los seudo- demócratas y de los totalitarismos esbozados que están conduciendo al abismo a ciento de miles de catalanes. Las actitudes de diferentes grupos políticos tras los atentados del mes de agosto sí me producen miedo al ser consciente en manos de qué dirigentes estamos. ¿Cómo pueden gobernarnos personas que tras un hecho tan violento como el vivido hace unos días sean incapaces de actuar en unidad y solo actúen guiados por sus mezquinos intereses partidistas?